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Rubilio Corado
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Votos: 1 (Votar!) | | Enviado martes, 19 de diciembre, 2000 - 03:42 pm: | 
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| Santa Claus sin su vestuario rojo y blanco puede parecer un "obeso bufón de mejillas chapeteadas, gran bebedor de cerveza, barriga de epulón (comelón) sibarita y nariz de borracho teutón".
Con tal descripción puede que parezca un personaje pagano, y no está lejos, pues su imagen se ha estereotipado como un vendedor, producto de la mercadotecnia y publicidad, hoy en día cualquier desempleado puede ser este personaje; sin embargo la leyenda de Santa Claus tiene su origen en San Nicolás, Obispo de Myra (actualmente Demre, Holanda) quien vivió en el siglo IV y se distinguió por su espíritu generoso, hasta el punto de que, conforme a la tradición, gozaba repartiendo regalos entre los pobres y sólo se disgustaba si estos de lo agradecían. Estas características de nobleza y generosidad lo convirtieron en patrono de los marineros.
En el siglo XI su fama se extiendió por el Viejo Mundo, desde el Cercano Oriente hasta las regiones nórdicas. En Holanda por ejemplo, en el siglo XIII, los marineros habían erigido en su honor muchísimos monumentos, fue tanta su popularidad que llegó a ser declarado Protector de los Niños, y desde entonces en Holanda se celebra el 6 de diciembre la fiesta de San Nicolás (por considerar ese el día de su nacimiento). Durante ese día un monje se viste de rojo y barba larga y reparte regalo a los niños.
La fama generosa de patrono, motivó la confección de leyendas que lo consideraban vencedor de Pedro el Negro (el Diablo), quien el 6 de diciembre era encarcelado, lo que permitía al personaje de manto rojo y barba larga, cabalgar por los tejados y arrojar caramelos por las chimeneas.
A pesar de que a la leyenda de Santa Claus se le pueden atribuir quince siglos de antigüedad, fue hasta el siglo pasado cuando se le dio la vestimenta y la figura que hoy lo caracteriza, ya que antes no se habían precisado ni su corpulencia ni su vestuario. En ocasiones se le presentaba a la usanza holandesa, llevando una túnica larga de tipo sacerdotal y otras veces se le hacía aparecer en una chaqueta guarnecida de pieles.
Fue en la segunda década del siglo pasado, ya en plena era industrial, cuando el caricaturista norteamericano, Tomás Nast, publicó en la revista Harper'r Weekley la figura rechoncha y jovial que tipifica a Santa Claus. Posteriormente, la imaginación popular, particularmente la infantil, le dio a este personaje poderes especiales, capacitándolo para volar por los aires sobre un trineo tirado por venados y lo hicieron así mismo habitante de una inexplorada región del polo norte, elementos de atracción que superaron a los orientales Reyes Magos, no así a la figura del Niño Jesús.
(Publicado en Guatemala, en la Pagina de Expresiones de Diario Al Día el 13 de diciembre del 2000)
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Theodora J-M. van Lottum
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Votos: 0 (Votar!) | | Enviado martes, 19 de diciembre, 2000 - 04:16 pm: |
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| En respuesta a la columna titulada "Existe Santa Claus", del 13 de diciembre, de Rubilio Corado, permítame decirle que en mi tierra, que se llama Países Bajos (no Holanda), que es una provincia dividida en dos (H. Norte y H. Sur) no existe ninguna población llamada Demre. La busqué en mi gran Atlas de Bos, el más completo con que cuenta nuestro país y luego en el Atlas Mundial Medallion: tampoco.
Podría ser un poblado de creación reciente, caso en el cual no tendría nada que ver con San Nicolás, obispo de Myra, ahora Demre, en Licia (Asia Menor, a alguna distancia de "Holanda").
San Nicolás, cuya fiesta eclesiástica se celebraba (y se celebra, pace el Vaticano) la víspera del 6 de diciembre, supuestamente la fecha de su muerte, que es la que la Iglesia Católica conmemora, obviamente no tiene nada que ver con la Navidad. Cuando hace algunos años ese payásico personaje Santa Claus intentó arrollar a nuestra nación, los normalmente serenos ciudadanos neerlandeses se sublevaron y lo sacaron. No iban a admitir esa contaminación de nuestra tradición multisecular.
Los aldeanos decretaron que sólo se presentara después del 6 de diciembre. En Navidad nosotros no regalamos, es una fiesta religiosa y de intimidad familiar.
La fiesta de Navidad o Sinterklaas, en lengua popular, a pesar de haber sido su santo patrón eliminado del santoral por el Vaticano II, sigue siendo la más generalmente celebrada, y no sólo por los católicos. Sinterklaas es un patrimonio nacional.
En la región fronteriza de Alemania también tiene alguna relevancia bajo el nombre de Sankt Niklaus. Y su figura luce siempre la vestimenta episcopal. El farsesco personaje mal llamado Santa Claus es una hibridación del Papá Noel francés y el Father Christmas inglés, éstos, evidentemente sí símbolos navideños en dichos países.
Yo pienso que la corruptela gestada en Estados Unidos puede deberse a los "Pensilvania Duth", en realidad inmigrantes alemanes que pretendían rememorar la fiesta recordada, pero que en su nuevo hogar era desconocida, y de ahí la transformación el gordiflón navideño que más se parece a Father Christmas que a San Nicolás.
La fiesta, que conste, la celebramos la víspera del día 6, o sea el 5 de diciembre, y una vez más no tiene ninguna relación con la Natividad del Señor, que celebramos por aparte el 25 (y no la víspera, el 24) de diciembre. Nos dan feriado el 25 y 26, no el 24 y 25. El 26 porque tenemos tan pocos asuetos; por la misma razón, el domingo y lunes de Resurrección en Pentecostés.
En nuestro país San Nicolás monta un caballo blanco, jamás un trineo; tampoco vuela por los aires. Esto lo dejamos a las brujas montadas en palos de escoba. Tampoco procede del Polo Norte sino de España, y de acuerdo con la tradición llega un barco, acompañado de sus ayudantes llamados Pedros Negros, trajeados de fantasía, que deben meter en el saco a los niños traviesos para llevarselos.
Esto, desde luego, es sólo una amenaza. Del mismo saco sacamos los regalos para los niños que se han portado bien.
Lo mismo que nosotros no decimos Sint Nicolaas, sino sinterklaas, supongo que los alemanes en vez de Sankt Nilaus, dirían Sankt Klaus, y de ahí para Santa Claus, pues los gringos no saben que Santa es un adjetivo femenino, pues habría solo un paso.
(publicado en Guatemala, en la página Expresiones de Diario Al Día, el 18 de diciembre del 2000)
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Benji Mann
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Votos: 0 (Votar!) | | Enviado sábado, 01 de julio, 2006 - 11:14 am: |
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| Cuando en EEUU hablamos de "Santa Claus", no estamos usando palabras en Espanol. Asi es que "Santa" en este caso no es un adjetivo femenino.
El mundo es mas que la cultura hispana.
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