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Mensaje |
Jorge_ferraro
Miembro Nuevo Username: Jorge_ferraro
Mensaje Número: 2 Registrado: 03-2010
Calificación: N/A Votos: 0 (Votar!) | Enviado martes, 16 de marzo, 2010 - 10:02 am: |
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| Desengaño Adónde se apagaron tus miradas a veces suplicantes a veces enamoradas. Y en qué siniestro lugar encerraste los besos que me diste... ¡Qué tanto los ocultaste!, para no recordarlos, que hasta se quedaron llorando tu absurda recompensa de olvido. Y para qué dijiste te quiero, y desataste la fiebre... Para qué barriste luego con todo con todos mis besos con todo lo que sentía y con toda mi ternura si yo sólo tu cariño te pedía. Que cuando al borde de perder tu mundo estabas, te animaste a quererme y viniste por mí... en abrazos desesperados diciendo que me buscabas... suplicando que lo hiciera todo sin calcular los riesgos como cuándo haces algo por quien amas. Y me quedé sin nada negado de verte... porque uno de la calle no te dejaba... ni que me pensaras ni tampoco que me nombraras disimulado en tu infame silencio acorralado en mi desengaño. ¿Pensaste alguna vez si eso te hubiera pasado y si esa hubiese sido tu horrible paga? ¿Pensaste en la sensación de escribirte como te escribo y recibir como respuesta siempre nada? Adónde apagaste tu infierno si no fue conmigo, que me abandonaste de noche sin nada ni luz, ni siquiera palabras. Para qué dejaste a mi alma engañada entre tanto desencanto con esa enigmática sonrisa que parecía enamorada. Y ahora me pregunto si quererte es un azote y si amarte fue pecado porque el haber apretado tu mano convirtióse en castigo saldado en penitencia de silencio que me haces expiar con pena de distancia o arrebatos de ignorancia. Desventura de tu incitante boca aún cerrada pesadumbre por una pasión que se aleja desengaño de haber desafiado el fuego por haber querido, después de haberme enamorado. Y todo devuelto con un triste sabor amargo con un beso helado que me dejó para siempre sin el calor de haber arremetido dentro de tu cuerpo enamorado sin amor, por no haberte amado con la falsa euforia que finjo atormentado. Jorge Ferraro.
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