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Foros de Guatemala » Política & Gobierno » Calcomanías de Circulación, realidad de nuestra idiosincrasia

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Autor Mensaje   Mabi Rivera Miembro Nuevo Username: Ibmadesher Mensaje Número: 1 Registrado: 08-2006 Calificación: N/A Votos: 0 (Votar!) Enviado viernes, 11 de agosto, 2006 - 10:25 am:       Compartir HAGAN SUS COSAS CON TIEMPO. Qué fácil es culpar a otros por nuestros errores. Se nos dió suficiente tiempo para comprar la calcomanía. El que hubieran muchos bajo la lluvia haciendo colas de muchas horas solamente es culpa de los mismos que estaban haciendo fila. Cualquier base de datos o de información, al saturarse, obviamente va a causar problemas: se traba, hay que resetearlo, borrar información o salvarla en otro lado para que quepa mas... A sabiendas que el chapín deja todo para última hora, lo mismo dá que nos hubieran otorgado mas tiempo. Por experiencia propia, les digo que lo mejor es hacer el trámite en las primeras semanas: mi cola fue de 2 minutos, mi trámite fue de 7 minutos, tiempo total 9 minutos. No me mojé, fuí a un banco del sistema... Mi calcomanía estaba colocada en mi carro un mes y medio antes de que se acabara el tiempo. Por eso digo, el gobierno ahora nos dá muchas facilidades, podemos avocarnos a cualquier banco del sistema, podemos hasta escoger el que esté mas vacío e ir una fecha que no sea quincena o fin de mes. Mas no pueden hacer por nosotros, de nosotros depende ser organizados y hacer trámites con tiempo, apartar el dinero correspondiente y pasar al banco en cualquier tiempo libre. Ineficiencia??? sí, pero no del sistema, ineficiencia del propio chapín. Saludos: MTFBWY.... ALWAYS   Morcid (Morcid) Calificación: N/A Votos: 0 (Votar!) Enviado miércoles, 02 de agosto, 2006 - 12:15 pm:       Compartir Sin lugar a dudas, aún muchos guatemaltecos tienen los pies fríos, al pasar la terrible experiencia de las interminables colas en el tráfico, en los bancos, en las Mini-Munis, en la siempre detestable empresa encargada de poner cepos y multas en los parquímetros (Emetra), en fin casi la capital entera se vio paralizada, ante la situación de vivir el último día para pagar el bendito impuesto de circulación vehicular. Lo bueno de todo esto es que dentro de las ventajas de esta idiosincrasia, los guatemaltecos no tienen ningún reparo en comunicarse con cualquier persona que, hasta ese momento era extraña, bastan unos cuantos minutos para establecer una buena relación de comunicación y plática, a pesar de las tensiones que se estaban viviendo por perseguir dicho documento, al final se dan la mano, se despiden cual amigo de siempre. Pero estos males viciados, apreciados lectores, nacen desde la intención de dar la opción de hacer dicho pago, casi ya terminando el año, luego la ansiosa atención al público de las empresas encargadas, un sistema de computo ineficiente y la inexistente amplitud para enseñarle a la ciudadanía las formas más rápidas de hacer sus respectivos pagos. La lluvia, definitivamente no ayudó a todos los que tuvieron que reconocer su morosidad, pero también fue necesario poner cara dura, para salir del problema, ya que el tiempo iba pasando y no se miraba por ningún lado la solución, no podía faltar el compatriota que pasaba viendo las interminables colas, con una cara de satisfacción, por no verse en tal dilema, que dejaba a su paso un sin fin de malos epítetos por parte de los afligidos que nuevamente volvían a sus conversaciones ya un tanto cansadas. Agentes de seguridad abusivos, sistemas digitales ineficientes, mala atención al público, carencia de calcomanías en los bancos del sistema nacional, multas fantasmas que de pronto aparecieron digitalizadas, mala comunicación interinstitucional, grandes agujeros en las calles y avenidas, como trampas para vehículos y transeúntes y como colofón una multa de mas del 30 % para los que cayeron totalmente en mora y que no pudieron realizar el trámite de su calcomanía, terminando con los pies fríos por la lluvia y por el temor de sacar el vehículo al día siguiente, pues se corre el riesgo de otra multa de Q500.00, pasar un mal sueño por es estéril esfuerzo del día, donde la mayoría resultó amolada, mientras los afortunados y cumplidores, se sintieron descargados por hacer su aporte, con la esperanza de que todos estos entuertos, empiecen a mejorar y que con toda honestidad sepamos enfrentar que nuestra ineficiencia está en nuestro país y en todos nosotros mismos. De las multas, podrían ser inexistentes, sí en dado caso hubiera una verdadera metodología de educación vial y también una cultura ciudadana para comprender que tenemos graves problemas en las ciudades y en todo nuestro país, el problema está en que estos males empiezan a provocar corrupción y todo tipo de animadversión para hacer las cosas como deben de ser y dentro de esto está la determinación de ser honestos y sinceros para ayudar a que las cosas vayan mejor y no oprimir más al que peor está. Imprimir este arículo Enviar a un amigo

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