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España,plurinacional
LIX.- La España de postguerra (1)

Los exiliados no reflexionaron mucho sobre las causas de la guerra y la derrota,pues la propaganda seguía inspirando sus pensamientos.Pero sí abundaron las amargas proyecciones de las culpas de unos sobre otros,y una de las más reveladoras y conocidas fue la polémica entre Prieto y Negrín,apenas comenzado el exilio,en marzo de 1939;acusando Prieto a Negrín de ser el máximo responsable de la derrota,por haberse entregado a los comunistas,y replicando Negrín que la derrota habría llegado mucho antes sin sus previsiones,disciplina y espíritu de resistencia.Planteado así el problema Negrín tenía razón.Pues si de resistir se trataba,la guerra habría terminado en pocos meses con la caída de Madrid en manos de Franco.Pero la intervención soviética,la hegemonía comunista y la política de Negrín habían permitido continuarla dos años largos más,incluso con esperanzas de victoria durante cierto tiempo.Y en cuanto a la inhibición de las democracias,una de las causas principales radicaba en la situación y naturaleza revolucionaria del Frente Popular,a la que habían contribuido todas las izquierdas,no sólo los comunistas.En rigor esa situación y naturaleza revolucionaria había sido la causa misma de la guerra.
Pero el núcleo de la disputa consistía en un asunto harto más práctico e inmediato:el tesoro del Vita.Se trataba de un yate de ese nombre,cargado de riquezas expoliadas por el gobierno de Negrín:depósitos del Banco de España,un cajón de oro amonedado,joyas históricas de la catedral de Tortosa,el Tesoro Mayor y Relicario Mayor de Santa Cinta,ropas y objetos procedentes de la catedral de Toledo,entre ellos el famoso manto de las 80.000 perlas,colecciones de monedas de valor numismático,con invalorables ejemplares únicos,objetos de culto de la Capilla Real de Madrid,entre ellos el joyero y el clavo de Cristo,y otros muchos bienes guardados en maletas.
Se trataba sólo de una parte del inmenso tesoro acumulado desde octubre de 1936,saqueado sistemáticamente de pertenencias públicas y privadas,religiosas,artísticas y culturales,sin exceptuar las colecciones de monedas antiguas de oro y de plata del Museo Arqueológico de Madrid,libros antiguos,las cajas de seguridad de los Bancos y las alhajas depositadas en los Montes de Piedad por gente humilde.Hasta habían intentado adueñarse de las propiedades de Estado español en el extranjero.Lo que frustró Azaña negándose,poco antes de dimitir,a firmar el decreto correspondiente,por no pasar a la historia como salteador de los bienes nacionales.Gracias a esa previsión alardea Negrín:Nunca se ha visto que un Gobierno o su residuo,después de una derrota,facilite a sus partidarios,como lo hacemos,medios y ayuda que ningún Estado otorga a sus ciudadanos después de una victoria.
Pues aquellas fortunas tenían la función esencial de asegurar en el exilio la autoridad del Gobierno derrotado,ya que muchos exiliados iban a depender de los subsidios correspondientes.A este fin Negrín creó el SERE (Servicio de Evacuación de los Refugiados Españoles),cuya gestión provocó enfrentamientos.Como botón de muestra,el incorrumpible anarquista Cipriano Mera lo juzga así:Organismo creado por Negrín,y del que se servía un grupito de paniaguados para poder continuar en el exilio sus trapisondas,seguir manejando sin rendir cuentas a nadie los fondos sacados de España,e intentar imponerse mediante la coacción económica a los miles de refugiados españoles que lo detestaban.Los libertarios,sintiéndose discriminados por el SERE,y desesperados por huir de Francia ante la proximidad de la II Guerra Mundial,llegaron a asediar tumultuosamente la sede del organismo en París.
Lamentablemente la previsión de los hombres de Negrín había tenido fallos.Algunos cargamentos,denunciados por sus propietarios,habían sido incautados por la policía en un puerto holandés.Y peor sucedió con el Vita.Negrín lo había consignado a un hombre de su confianza en México,el doctor Puche,ex rector de la universidad de Valencia;pero Prieto había recibido aviso de su llegada y,de acuerdo con el presidente mexicano Cárdenas,birló limpiamente el tesoro a Puche,apoyándole,entre otros,los nacionalistas catalanes.Y burló también al PNV,que a su vez quiso apoderarse del cargamento ayudándose con el capitán del Vita,que era vasco.
Negrín,indignado,reclamó sus propiedades,y pidió a Prieto una entrevista para arreglar lo más amistosamente posible el espinoso negocio.Prieto no tenía la menor intención de arreglar nada,y se negó,accediendo sólo a mantener una correspondencia,que nos permite conocer el fondo,ya que no los detalles,de un asunto que de otro modo permanecería enigmático.Con la carga del Vita organizó Prieto un organismo rival del SERE,la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE),reduciendo así la autoridad de Negrín,y atrayendo con subsidios superiores a muchos dirigentes izquierdistas.El SERE desaparecería a mediados de 1940,y la JARE,tras acusaciones de corrupción,fue prácticamente incautada en 1943 por el gobierno mexicano.
Tanto la Generalitat como el gobierno del PNV habían situado también dinero en el exterior,aunque estas evasiones nos son menos conocidas,con indicios dispersos en las memorias del anarquista García Oliver.Durante el período del Comité de Milicias los ácratas habían expoliado ingentes sumas,por lo que los militantes en el exilio protestaban de la escasísima ayuda recibida.Pero la mayor parte de aquellos bienes había pasado al gobierno de la Generalitat,cuando la CNT tuvo la flaqueza de renunciar a sus principios.Perdida la guerra,explica García:Nos convenía explorar las intenciones del que había sido gobierno de la Generalitat,pues nos enteramos de que Tarradellas disponía de fondos destinados a la ayuda económica de las personalidades catalanas.A mí me pareció que la explicación que Tarradellas me dio sobre los tesoros confiados en depósito al gobierno de la Generalitat de Catalunya era un subterfugio alejado de la verdad.Tarradellas,que durante mucho tiempo dispuso de un avión para su uso personal,hizo con él muchos viajes a Francia.Era cosa de averiguar lo relacionado con esos viajes,las cuentas del gran capitán que me dio sobre la suerte de los tesoros del Comité de Milicias,y sus alegatos sobre la incautación que de ellos hicieron los carabineros de Negrín,un mes antes de abandonar Barcelona.
Pero Tarradellas no estaba dispuesto a aclarar las sospechas de García Oliver,y se limitó a contarle que los tesoros les habían sido arrebatados a su vez a los nacionalistas por los carabineros de Negrín.Por eso no podía darle cuentas de nada.Probablemente mentía,pues el propio gobierno había tenido noticias y denuncias de las exportaciones ilegales de oro y fondos organizadas por la Generalitat.García Oliver,incrédulo,presionó a Companys con una amenaza no disimulada:Algo hay del pasado que concierne a las actividades del Gobierno de la Generalitat,y que podría dar lugar a situaciones delicadas,tanto para ti,como presidente de la Generalitat,como para los sucesivos gobiernos que la gobernaron.Me refiero a los tesoros depositados en la Generalitat por el Comité de Milicias,por cuyas entregas se extendieron recibos.De sobra sabes que con uno solo de esos recibos pueden,los de allá,promover un proceso y demandar la extradición del consejero Ventura Gassol y del presidente de la Generalitat.La amenaza de ser extraditado a la España de Franco sonaba grave,pero Companys no la tomó en serio.Repitió al líder ácrata la versión de Tarradellas sobre los carabineros,si bien situando el suceso en fecha diferente.No hubo modo de sacar nada a los líderes esquerristas,que volvían a burlar así a sus incautos competidores.
Azaña menciona:El timo de cinco millones de francos,cuando los apuros de abril de 1938,al llegar los nacionales al Mediterráneo,hecho por la Generalitat a Méndez Aspe,enviándole una caja con oro y valores.Situados los millones en París,a las 48 horas desaparecieron.Eran para Companys y los políticos y funcionarios de la Generalitat si tenían que emigrar.
De todas formas los recursos pasados a Francia por ácratas y nacionalistas se mostraron insuficientes,entre la apropiación de parte de ellos por diversos responsables y las necesidades de miles de refugiados.García Oliver señala que algunos ácratas habían utilizado aquellos medios como propiedad particular,y Maríano Vázquez,secretario de la CNT,escribió a Cipriano Mera:Ocurrieron hechos sumamente delicados durante los últimos momentos de nuestra guerra.En cualquier caso,nacionalistas y anarquistas pasaron pronto a depender del SERE o de la JARE,lo que les obligó a moderar sus radicalismos.Pocos líderes mostraron escrúpulos morales hacia aquellos auxilios,que de todas formas apenas llegaron a los militantes de base.Uno que rechazó el dinero fue el expresidente de la II República Alcalá-Zamora,pese a sufrir grandes apuros económicos (su caja de seguridad en el Crédit Lyonnais en Madrid estaba entre las muchas robadas por el gobierno del Frente Popular).Otro fue Cipriano Mera.
El caso del PNV lo conocemos algo mejor.Ante el derrumbe del Frente Popular creyó ya inútil fingir colaboración con él,y se ausentó de las instituciones republicanas,pero su anhelo de independencia,tras fracasar en su intento de apropiarse del Vita,chocaba con el problema de los garbanzos,y el bien probado realismo de sus líderes combinaba mal con los gestos heroicos.Antes,los sabinianos habían manejado en su interés exclusivo la tesorería del gobierno vasco,suscitando las protestas de los socialistas,pero ya en el exilio el dinero se agotaba con rapidez,mientras los republicanos lo seguían teniendo en abundancia.A Aguirre le daba repugnancia todo lo español,pero cuando me pongo a pensar en la cuestión del dinero no sé qué hacer.
 

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Enviado sábado, 03 de diciembre, 2005 - 02:36 am:   Editar Mensaje Borrar Mensaje Ver Mensaje/Comprobar IP Imprimir Mensaje    Compartir Mover Mensaje (Sólo Moderador/Administrador) Prohibir IP de este Remitente (Sólo Moderador/Administrador)
España,plurinacional
LX.- La España de postguerra (2)

Hubo disputas internas.Algunos,sin mucha convicción,querían salvaguardar la independencia a toda costa;otros preferían pedir subsidios,e incluso comer a dos carrillos (cobrar del SERE y de la JARE).Aguirre se sintió ahora republicano,y decidió que esos bienes pertenecían a la República,y por tanto siendo de todos,han de ser para todos,o repartidos en la proporción correspondiente,o administrados en forma que todos tengamos satisfacción.Así subrayaba su derecho al reparto de un botín saqueado en buena parte a la Iglesia.
Al principio hubo fuertes tensiones entre Negrín y los peneuvistas.Negrín pensaba en una ayuda por igual a los refugiados vascos y no vascos,y estaba muy irritado porque el PNV,desde la pérdida de Vizcaya,había estado subsidiando en Francia a hombres aptos para el combate.El peneuvista De la Torre le replicó con la mayor desenvoltura,amenazándole con romper la cordialidad que ha existido hasta ahora.Y Aguirre le advirtió que de la actitud que mostrara el SERE dependería la actitud y conducta del gobierno vasco para con España,anunciando graves disgustos si no deja usted de lado toda consideración de tipo político.Las presiones de Aguirre no tenían,al parecer,carácter político.Negrín rompió las relaciones,después de pedir cuentas de su gestión económica al gobierno vasco.
Esto ocurría en marzo de 1939.No obstante la conveniencia económica obligó al PNV a reconsiderar su altivez,y aceptar algo más tarde la ayuda e inspección del SERE.Pero mantuvo al mismo tiempo una actitud abierta hacia el JARE,con la expectativa de comer a dos carrillos.Pues Prieto,ansioso de éxitos políticos a costa de Negrín,ofreció a Irujo la secretaría general de su organismo.La propuesta no fue aceptada por los sabinianos,debido a su dependencia del SERE,que parecía entonces más solvente,pero daría lugar a una evolución,y también a tensiones dentro del PNV entre los partidarios de una y otra organización de ayuda.Incluso reverdecieron las pretensiones de independencia.Ajuriaguerra,desde su prisión,clamó:Tenemos una arraigada repugnancia a recibir dinero del Estado español.Nunca habían tenido tal repugnancia.Al contrario,habían pedido y hasta exigido todo tipo de ayuda desde la concesión del Estatuto.Cuando el SERE cerró,en 1940,se impuso la opción por la JARE.
Pero a partir de 1942 la situación económica del PNV quedó resuelta,siendo sustituida su dependencia de los organismos republicanos españoles por el Departamento de Estado de los EEUU y el FBI.Además Aguirre logró montar una red de ayuda entre diversos núcleos de vascos bien establecidos en Hispanoamérica.Los sabinianos pagaban la financiación de Washington con labores de espionaje contra los nazis en Francia,y en América contra los izquierdistas españoles,ante los que representaban el papel de aliados solidarios en la desgracia.Los servicios secretos de USA financiaron giras de propaganda de Aguirre por Hispanoamérica,y contribuyeron generosamente a las arcas del partido.No obstante hubo quejas por que esa generosidad contrastaba con la pobreza de la información suministrada por los agentes peneuvistas.
Los nacionalistas catalanes no parece haber tenido la suerte o la habilidad de los vascos.Ni siquiera lograron crear un gobierno de la Generalitat,porque la mayoría de los esquerristas no quería saber nada del PSUC.Pi i Sunyer formó en Londres un Conseil Nacional Catalá,uno de los muchos organismos del exilio sin repercusión en el interior.La mayor parte de los exiliados acentuó al principio,como los sabinianos,su despego hacia España,de la que no esperaban obtener ya nada.En sus Memorias de un federalista Salvador de Madariaga deja constancia de la imposibilidad de hacer admitir a los nacionalistas alguna solución que zanjase el problema nacional.Madariaga,ignorante de las maniobras separatistas del PNV y la Ezquerra durante la guerra,creía honradamente que el federalismo podía dar satisfacción a las aspiraciones nacionalistas en una España unida.Pudo constatar su error después de muchos esfuerzos de concordia y polémicas con unos y otros.
Mientras tanto los vencedores aplicaban su ley,de estilo marcado por las crudas expresiones de José María de Areilza,primer alcalde franquista de Bilbao:No se sabe qué espectáculo era más bajo y denigrante para nuestro pueblo:si ver a sus hombres representativos asesinados en las cárceles y en los barcos,o el contemplar al día siguiente de la matanza cómo el presidente Aguirre,rodeado de los consejeros de su partido,se dirigía solemnemente a oír misa para engañar al pueblo religioso y sembrar la confusión en las conciencias.Que quede esto bien claro:Bilbao no se ha rendido,sino que ha sido conquistado por las armas.Nada de pactos y de agradecimientos póstumos.Ley de guerra,dura,viril,inexorable.Ha habido vencedores y vencidos;ha triunfado la España una,grande y libre;es decir,la de la Falange Tradicionalista.La guerra no había sido excepcionalmente cruenta en comparación con otras del siglo XX (unos 300.000 muertos entre caídos en el frente y fusilados en retaguardia),pero la habían precedido y acompañado odios furiosos y el temor correspondiente.Como hemos indicado,las propagandas izquierdistas habían cultivado muy activamente esos odios como medio de movilización en la lucha de clases.La derecha no había promovido nada parejo en intensidad y sistematicidad,pero al estallar el conflicto su odio se desató a su vez,alimentado por las angustias pasadas,por las crueldades reales o supuestas del adversario,y por la necesidad de asegurar la retaguardia en el período inicial de absoluta superioridad enemiga.Hubo un terror muy parecido en los dos bandos,con un máximo en verano-otoño de 1936,para descender luego y volverse más controlado.Obviamente el vencedor iba a tener muchas cuentas que saldar con el vencido.Prieto lo había anunciado tras el asesinato de Calvo Sotelo.Las derrotadas izquierdas no tuvieron ocasión de vengarse,pero los asesinatos y torturas entre ellas mismas durante la guerra permiten suponer el destino de los fascistas,si éstos hubiesen perdido.
El nuevo régimen no venía predicando el perdón y el olvido,sino sólo medidas de clemencia dentro de una justicia drástica.Prometió inmunidad a quienes no hubieran cometido crímenes,pero nada parecido a una amnistía.En eso hallamos una semejanza y una diferencia con respecto a otras contiendas europeas también marcadas por el odio ideológico,como las de Italia y Francia.Según terminaba la II Guerra Mundial,que en ambos países tuvo al final bastante de guerra civil,decenas de miles de vencidos fueron asesinados,con sólo una pequeña minoría ejecutada judicialmente.En España el resultado no sería menos sangriento,pero con procedimiento inverso:miles de ejecuciones legales y pocos asesinatos sin juicio.Esa represión se cebó en los revolucionarios,y mucho menos en los nacionalistas vascos o catalanes.
La dureza con que fue aplicada tal política se revela en la cifra de 50.000 condenas a muerte,de las que se cumplieron casi la mitad.Quienes vieron su pena conmutada por la cadena perpetua tuvieron bastante suerte,pues en la mayoría de los casos no pasó de seis años.Franco ha sido tildado de cruel por las ejecuciones,pero el hecho de que encauzara la represión a través de tribunales indica algo distinto.Estos tribunales ofrecían garantías precarias sin duda,y algunos jefes militares aprovecharon para causar al enemigo las bajas que no les habían ocasionado en combate,pero con todo el método fue muy superior a la simple venganza en asesinatos oscuros y sin control,practicada en otros países.
Han sustentado la leyenda de la crueldad de Franco historiadores como Tuñón de Lara,admirador de Stalin,pero en ningún caso fue más cruel que sus enemigos.Negrín,por ejemplo,prolongó una guerra perdida multiplicando las víctimas,y trató de enlazarla con la II Guerra Mundial,que las habría duplicado o triplicado.Por no hablar de sus checas y campos de concentración,espeluznantes también para los izquierdistas disidentes.Sin embargo nadie le acusa de crueldad,y muchos historiadores lo alaban como modelo de liderazgo responsable,y hasta heroico.
Puede hallarse la raíz intelectual de esta represión en la insurrección de octubre de 1934.El horror de la derecha se manifestó en el debate subsiguiente en las Cortes.Las izquierdas comparaban gloriosamente su alzamiento con la Comuna de París,63 años antes,reprimida por Thiers;y algo similar pensó la derecha.El diputado republicano moderado Malquíades Álvarez clamó:Thiers,cuando presenció los horrores de la Commune,fusiló produciendo millares de víctimas.Con aquellos fusilamientos salvó la República,salvó las instituciones y mantuvo el orden.Calvo Sotelo insistió en la idea,para horror de Maeztu,que gritó ¡Cuarenta mil fusilamientos!.Cambó resaltó que los violentos no temían reincidir,pues sabían que en España,país de amnistías,su prisión duraría poco y saldrían de ella con aureola heroica,sobre todo los dirigentes.Y así había ocurrido en 1934.No había sido ejecutado un solo jefe de los sublevados,ni siquiera entre los militares complicados y condenados,y sí en cambio tres personajes de muy poco fuste.Sólo dieciséis meses después los miles de acusados gozaban de libertad,en un clima de exaltación y revancha,mientras quienes habían defendido la ley y la democracia sufrían graves amenazas.El general López Ochoa,vencedor de la insurrección de Asturias,fue apresado y asesinado en circunstancias macabras por las izquierdas,al recomenzar la guerra,en julio de 1936.
 

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Enviado sábado, 03 de diciembre, 2005 - 06:57 am:   Editar Mensaje Borrar Mensaje Ver Mensaje/Comprobar IP Imprimir Mensaje    Compartir Mover Mensaje (Sólo Moderador/Administrador) Prohibir IP de este Remitente (Sólo Moderador/Administrador)
España,plurinacional
LXI.- La España de postguerra (3)

La rebelión de octubre había culminado una tradición de violencias y atentados desde principios de siglo,con cimas como la Semana Trágica barcelonesa de 1909,el movimiento revolucionario de 1917,el pistolerismo de los primeros años 20,el pronunciamiento de Jaca en 1930,las oleadas de incendios,la serie de magnicidios desde Cánovas a Calvo Sotelo,o los cientos de atentados y choques sangrientos durante la II República.Sin duda Franco llegó a pensar como Melquíades Álvarez,Calvo Sotelo y Cambó (éste había propuesto pocas penas,pero cumplidas),y adoptó el método de Thiers de un escarmiento radical,aunque no por fusilamientos en masa,sino por vías judiciales.
Tras la revuelta de 1934 Companys se había jactado de esperar la pena capital,a sabiendas de que no le sería aplicada;pero en 1939 ni él ni los demás líderes albergaban dudas sobre su destino si caían en poder de los vencedores.Por eso todos habían procurado cruzar a tiempo la frontera,sin previsión alguna para sus miles de seguidores implicados en el terror izquierdista,dejados atrás a merced de sus enemigos.
En 1940 llegó a haber 250.000 personas internadas en prisiones y campos de concentración,lo que suponía una carga añadida a la de una economía desarticulada en medio país.Para aliviarla el gobierno recurrió a varias medidas:el 4 de junio dejó en libertad condicional a los condenados hasta seis años,saliendo a la calle decenas de miles de presos;el 1 de abril de 1941 extendió la medida hasta los doce años,con lo que los liberados fueron muchos más,y al año siguiente hasta los 20 años.Los conmutados de la última pena salieron también en su mayoría antes de seis años.Otro medio para reducir rápidamente el tiempo de reclusión fue la redención de penas por el trabajo,de carácter voluntario,con dos días de remisión por cada uno trabajado.En 1945 el número de reclusos superaba en poco al normal en la II República,aunque volvería a aumentar como consecuencia del maquis,la guerrilla organizada al terminar la guerra mundial por los comunistas.
La suerte de algunos dirigentes ilustra la situación creada.El sabiniano Ajuriaguerra,uno de los fautores del pacto de Santoña,se había entregado en 1937.Recayó sobre él la última pena,pero le fue conmutada por prisión pepetua,y a los seis años dejaba la cárcel.Los nacionalistas vascos,a quienes el franquismo debía más de un beneficio,recibieron trato comparativamente bueno,y en 1943 todos o casi todos estaban en libertad,aunque entraron en prisión algunos nuevos,uno de los cuales,Luis Álava,fue fusilado.También se había quedado voluntariamente Besteiro,ejemplo casi único en las izquierdas.Pese a la simpatía que inspiró a sus jueces,le condenaron a 30 años de reclusión por no haber hecho lo preciso para impedir el rumbo revolucionario de su partido.Seguramente habría salido pronto de la cárcel,pero,delicado de salud,contrajo una infección y murió a los pocos meses.
Otros líderes huidos,como Zugazagoitia o el anarquista Peiró,tuvieron peor fortuna.Al ocupar Francia los alemanes,en 1940,fueron entregados a España.Zugazagoitia,de gran dignidad personal,había sido uno de los principales impulsores de la guerra civil en 1934,pero luego se había opuesto a Largo Caballero.En el gobierno de Negrín había aceptado un cargo tan comprometido como la cartera de Gobernación.En los meses de exilio tuvo tiempo de componer el libro Guerra y vicisitudes de los españoles,a ratos conmovedor,y fundamental para entender la guerra.Su sentencia a muerte fue cumplida,pese a haber salvado la vida a algunos derechistas destacados cuando fue ministro.En cuanto a Juan Peiró,ministro con Largo Caballero,había denunciado el terror de las izquierdas,recibiendo por ello amenazas de sus correligionarios,y había salvado la vida de numerosos derechistas.También su condena se ejecutó,pese a los abundantes testimonios a su favor,y en medio de una general desaprobación.Mejor le fue al más destacado jefe militar anarquista,Cipriano Mera,capturado en el Marruecos francés,en 1942.Condenado a muerte (que celebraron con una chocolatada los presos comunistas) fue indultado,y cuatro años después salía libre.
Los nacionalistas catalanes sufrieron menos persecución que los revolucionarios,pero algunos de sus líderes,como Carrasco y Companys,fueron fusilados.Companys había sido,claramente,uno de los principales causantes de la guerra civil.En 1934 se había alzado en armas contra el gobierno legítimo,utilizando con dolo los medios legales puestos en su mano;en 1936 no había hecho nada por impedir la ejecución del general Goded,cuando se había rebelado contra el Frente Popular y fracasado;y había presidido la etapa de máximas violencias y secesionismos en Cataluña,en 1936-37.Huido a Francia,había intentado formar un Conseil Nacional de Catalunya,pero los nazis,al invadir Francia,lo detuvieron y lo devolvieron a España.
Semetido a juicio militar,fue sentenciado a la última pena.Recibió la condena con calma.Aunque masón y anticatólico,pidió los auxilios espirituales de un capuchino,quizá por abundar los nacionalistas entre los miembros de esta orden (como también entre los capuchinos vascos).Finalmente le visitaron el capellán castrense y un jesuita.Se confesó,ayudó a misa y comulgó.Como última voluntad pidió,con cierto humor,pan con un chocolate que le gustaba mucho de pequeño,y tomó un par de copas de coñac.En la etiqueta de la botella firmó,remitiéndola al gobernador del castillo,en señal de gratitud por su trato,y regaló a su defensor,el capitán Colubí,los gemelos de oro de su camisa.Ante el pelotón mantuvo la misma dignidad.Al oír la orden de disparo gritó ¡Per Catalunya!.Muchos,en los dos bandos,habían muerto de forma semejante.Con él terminaba simbólicamente una época.Para los nacionalistas Companys ha quedado como un mártir,y su proceso como un proceso a Catalunya.
Franco gozaba de una inmensa popularidad.Desde luego,le aplaudía la casi totalidad de las derechas,que se habían sentido al borde del despeñadero,y los despolitizados o indiferentes,anhelosos de paz y tranquilidad;incluso muchos enemigos suyos acogían su victoria con alivio,por el fin de la lucha y por la bancarrota moral de las izquierdas,que habían culminado la contienda matándose entre sí.Pese al apoyo popular que decían tener,los partidos derrotados,excepto el comunista,tardarían muchos años en sentirse con ánimos para reemprender la lucha en España.
Se abría un nuevo período en la historia española,que iba a durar treinta y seis años.Franco y los suyos creían haber salvado a España de la revolución y de la disgregación,pero ante ellos se abría un futuro incierto,empezando por la necesidad de reconstruir un país medio devastado,y hacerlo con una carencia dramática de medios financieros,agravada por un fuerte endeudamiento.Durante la guerra,en las zonas que habían ido conquistando,los nacionales habían mantenido un funcionamiento económico aceptable,reflejado,entre otras cosas,en la escasa sobremortalidad por hambre y enfermedades,en contraste con el bando opuesto;pero el rápido final les obligó a afrontar una economía desarticulada en Cataluña y en la zona centro,aumentando las penurias en el conjunto.
La contienda mundial empeoró aún la situación.Con el ejército nazi tras los Pirineos,Franco tenía tres poderosas razones para aliarse con Hitler:la gratitud por la ayuda recibida,la aparente invencibilidad germana,y el hecho de que el Führer no toleraría,si vencía finalmente,a un franquismo ingratamente neutral.Por el lado contrario,los ingleses,dueños del mar,semiestrangulaban el abastecimiento de España para recordarle el coste de una alineación bélica,haciendo de los años 40 y 41 los más duros y hambrientos de la postguerra,si bien no tanto como el 1938 en la zona izquierdista.
Franco interpretó la guerra mundial como una doble lucha:entre las llamadas democracias y las potencias fascistas,en la que se mantendría neutral o no beligerante;y entre Occidente y la URSS,en la que llegó a participar con la División Azul,devolución de la visita de las Brigadas Internacionales y muestra,a su entender suficiente,de gratitud al Führer.En esa estrecha línea,haciendo difíciles equilibrios,corriendo muy serios riesgos,y con tentaciones ocasionales de romper la no beligerancia o la neutralidad,logró mantenerse en aquellos cinco años y medio tan arduos para la reconstrucción de España.
Y después el régimen hubo de afrontar una segunda postguerra,especialmente en 1946 y 1947,causada por el boicot internacional,que hizo volver al hambre y la escasez general de 1941.Esta doble postguerra iba a marcar todo el decenio de los 40.
El carácter del franquismo ha suscitado continuas discrepancias y polémicas,pues aunque el régimen tenía rasgos fascistas,por influencia de Falange y por su relación con Italia y Alemania,no era propiamente fascista.El fascismo se caracteriza por el endiosamiento del Estado,la movilización de masas y la formación de un partido único,que debía encauzar y monopolizar la política.Franco,por el contrario,procuró el equilibrio entre las tendencias falangistas,las tradicionalistas,las católicas y las militares;sólo en contadas ocasiones movilizó a las masas,y siempre colocó la religión por encima de la nación y del Estado.
Otros lo han caracterizado como dictadura militar,pero el ejército,sin duda un pilar esencial del régimen,no actuó en la vida política como fuerza autónoma,ni ocupó tampoco,ni siquiera durante la guerra,los puestos de dirección del Estado.El número de ministros pertenecientes al Ejército fue relativamente limitado,y tampoco puede decirse que la situación social y económica de los militares fuera llamativamente superior a la de los ciudadanos de otros estamentos (J.J. Esparza).No se entiende el franquismo sin su componente militar,pero de ningún modo se redujo a eso.
 

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España,plurinacional
LXII.- La España de postguerra (4)

Se le ha caracterizado asimismo como Estado nacional-católico:La Iglesia se somete al Estado y éste,a cambio,convierte el catolicismo en piedra angular de su discurso político y social.Y es verdad que la España de Franco fue un Estado confesional,y que la Iglesia colaboró estrechamente con el régimen hasta el extremo de llegar a controlar territorios como la educación o la censura.Ahora bien,no puede decirse que este nacional-catolicismo,entendido como praxis política,fuera el rasgo esencial del régimen de Franco;en primer lugar,porque sólo se extendió durante un cierto período (hasta finales de los años cincuenta aproximadamente),y además porque ni el Estado-institución,ni la Iglesia,lo subscribieron nunca de modo explícito.Y,sin embargo,es innegable que el régimen debió buena parte de su apoyo social al hecho de identificarse con la Iglesia. (J.J. Esparza).
Tampoco se acomoda bien el franquismo a otras definiciones que de él se han hecho,como el de régimen personal o autocracia,pues aunque el de Franco fue el régimen de una persona,la verdad es que no fue un régimen personalista:desde que se crearon las Cortes,en 1942,hasta su muerte en 1975,Franco sólo ejerció ocho veces su prerrogativa personal para dictar leyes.El poder nunca dejó de estar bajo la sombra de Franco,pero no residió completamente en él,sino que más bien flotó entre una compleja constelación de órganos e instituciones (J.J. Esparza).
Y se lo ha llamado dictadura desarrollista,como algunas del Tercer Mundo:Una élite que llega al poder con un programa casi exclusivamente centrado en objetivos económicos.Pero la de Franco tampoco fue una dictadura del desarrollo,porque no nació con ese objetivo,ni el desarrollo fue tampoco el horizonte esencial de su política;es verdad que España se desarrolló bajo Franco y que el propio régimen sacrificó algunas de sus iniciales convicciones en provecho del crecimiento industrial,pero,como en los casos anteriores,el desarrollo es sólo una parte de su perfil (J.J. Esparza).
Ha habido otros intentos de definición,siempre insuficientes.No hay un sistema franquista en la historia de las ideas políticas,aunque sí haya una Era de Franco en la historia de España.Aquel régimen no sería un sistema,ni siquiera un modelo institucional,sino que,sencillamente,Franco hizo una política que aplicaba ideas vigentes en la órbita de la derecha española desde antes de la guerra,y muy singularmente el catolicismo doctrinal de Menéndez Pelayo y Acción Española.Y todo ello apoyado en una estructura de poder completamente singular,nacida de una situación excepcional (Fernández de la Mora).
El comportamiento del franquismo también está lleno de paradojas más o menos reales.Antiobrero,según sus oponentes,elaboró la legislación social más obrerista de la historia de España;oficialmente antijudaico,salvó de la persecución nazi a más judíos,probablemente,que cualquier otro Estado,exceptuado el Vaticano;supuesto títere o criatura de Hitler y Mussolini,mantuvo a España fuera de la II Guerra Mundial,para gran beneficio de los Aliados;de doctrinas presuntamente incompatibles con el desarrollo económico,presidiría la etapa de más rápido crecimiento disfrutada por España antes;eminentemente represivo,el número de presos en sus cárceles llegó a ser uno de los más bajos del mundo comparativamente a su población,aunque,a la muerte de Franco,contaran aún en ese número algunos centenares de presos políticos.Rígido e incapaz de evolucionar,era muy diferente en los años 40 y 60.Etc.Basten estas consideraciones para entender la insuficiencia o tosquedad de la imagen de él elaborada en estos años por la propaganda,más que por una historiografía seria.
Entender ese régimen y su duración exige recurrir no sólo a categorías generales,sino a la historia anterior.Ya vimos cómo la dictadura de Primo de Rivera surgió de la incapacidad de la Restauración ante los desafíos revolucionarios.Mucha gente concluyó entonces,en medio de la crisis general europea,que la democracia liberal no podía,por sus propias características,afrontar tales retos.La dictadura debía alumbrar nuevas fórmulas políticas,vagamente elaboradas en torno al corporativismo o democracia orgánica,en cuya raíz encontramos,en España,desde la Institución Libre de Enseñanza a socialistas como Fernando de los Ríos,pasando por diversos catalanistas,Maeztu o Madariaga,y hacia la que derivó buena parte del movimiento maurista.Uno de sus rasgos consistía en que las personas no votarían como individuos,sino en calidad de miembros de colectivos como el sindicato,el municipio o la familia.
No obstante el peso del catolicismo y de la tradición liberal en la derecha española,y no la oposición de la izquierda,habían impedido en los años 20 la consolidación de un sistema fascista o corporativo,y la experiencia abocó a la II República,una pseudodemocracia anticatólica y de tono izquierdista,que creyó poder impulsar y encauzar al mismo tiempo a los movimientos revolucionarios.El resultado habían sido las más sangrientas convulsiones de España desde la I República,y finalmente la guerra civil.Tal experiencia había convencido a la mayor parte de la derecha –como,en otro sentido,de la potente izquierda extremista- de que la democracia liberal no tenía futuro.El régimen de Franco proclamaba,por tanto,la necesidad de superar dicho sistema mediante la democracia orgánica,fórmula que iba a revelarse inoperante a la postre.
Aun así,el franquismo albergó desde el principio dos corrientes de opinión,más implícitas que explícitas.Una lo veía como una superación efectiva de los sistemas políticos ensayados antes,y otra lo entendía como un régimen transitorio,nacido de unas circunstancias excepcionales,y que debía dar paso,antes o después,a otra cosa por el momento indefinida.La segunda interpretación ganó terreno conforme en Europa Occidental se asentaban sistemas demoliberales,tras la crisis de postguerra,y más cuando el peligro comunista perdió inminencia desde la revisión del stalinismo,en 1956,de la división entre la URSS y la China de Mao y el indisimulable fracaso económico de su sistema.La idea del franquismo como un régimen excepcional permitía,a la muerte de su fundador,la transición pacífica a lo que siguen llamando democracia,otros y yo partidocracia.
Pero en 1939 la dictadura se presentaba como enemiga y superadora de la revolución,la comunista ante todo,también del sistema demoliberal,y de los secesionismos internos.A este último aspecto dedicaremos aquí la atención principal.
Una faceta esencial del nuevo régimen era un nacionalismo español exacerbado,sobre todo en los primeros años.La nación española fue definida como unidad de destino en lo universal,frase de José Antonio Primo de Rivera,de sentido nada claro,acaso referida a una proyección imperial,también muy usada por la propaganda.La idea de imperio pasó por unos años a primer plano.Pero también ahí predominaba la vaguedad.¿Implicaba la expansión política por otras tierras,o más bien una preeminencia cultural?.Seguramente se pensaba en las dos cosas,pero sin arriesgar demasiado por la primera.Cuando Franco pidió a Hitler buena parte del imperio francés en el norte de África como compensación a su entrada en la guerra mundial,¿lo hizo creyéndolo factible,o usando unas peticiones desmesuradas como justificación para evitar verse arrastrado a la contienda?.Es difícil saberlo,aunque el resultado práctico no ofrece dudas.En todo caso la idea de una expansión política sólo podía plantearse con relación a África,y a duras penas,pues el continente ya estaba repartido entre potencias más fuertes,si exceptuamos Portugal.Y en relación con América se trataba más bien de una aspiración a fomentar los lazos culturales y políticos,no de una impensable recolonización.En realidad el imperio nunca pasó de la retórica.
Tiene interés el lazo entre este imperialismo y el patrocinado por el nacionalismo catalán desde Prat de la Riba,pues sin duda hay una influencia catalanista ejercida a través de Eugenio d´Ors,uno de los mentores de Falange,y menos directamente de Cambó,aunque se trataba de dos ideas básicamente distintas.El imperialismo falangista se inspiraba en un imperio auténtico,cuyos considerables restos se habían perdido en 1898,sólo cuarenta y dos años antes.El imperialismo de Prat no presentaba esa hilación histórica:Catalunya debía impulsar y dirigir la construcción de un imperio ibérico de nuevo cuño,sin casi nada que ver con el antiguo,si bien en cierto modo reintroducía por la ventana la españolidad de Cataluña rechazada por la puerta.
Ya hemos visto cómo esa dinámica empujó a Cambó a un progresivo españolismo,nunca concluido.Y es que sólo España,como conjunto,podía asumir algo parecido a una misión imperial,por lo demás anacrónica.Cataluña,como parte de España,podía destacar en algún aspecto,pero carecía del peso económico,demográfico y cultural para convertirse en la nación dirigente de un conjunto de naciones ibéricas,cuya tendencia natural sería la disgregación.Tampoco el idioma catalán podría sustituir al castellano como lengua imperial o de cultura.De ahí que el progresivo españolismo de la Lliga opusiera,en otros nacionalistas,un imperialismo en teoría más modesto y realizable,a aplicar en los que siguen llamando Países catalanes:Valencia y Baleares,a veces también Aragón,para recuperar la situación medieval anterior al nefasto compromiso de Caspe.
 

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LXIII.- La España de postguerra (5)

El imperialismo catalán consistió,pues,en una metáfora ideológica,entendida como una oferta política de naturaleza distinta a un programa realizable,al menos en el corto plazo de la acción parlamentaria normal.Es otro modo de llamar a ideales o aspiraciones estratégicas quizá inalcanzables pero que,no obstante,condicionan la política corriente.La españolización del esquema catalanista,pasado de metáfora a poder,de impulso centrífugo a refuerzo centrípeto,llevaba directamente a una dictadura cuyas pretensiones internacionales eran desaforadas y grotescas (Ucelay).La verdad es que el franquismo,de tan cerrado,se estranguló políticamente a sí mismo.(Iden.).Para permanecer 36 años y abrir paso,por reforma,a un régimen democrático,debió ser un estrangulamiento muy suave.En la España de los años 40 el imperialismo constituyó precisamente una metáfora,en un sentido más fuerte todavía que en el nacionalismo catalán:no pasó de ideal vaporoso,y desde luego el muy realista Franco no intentó en serio obrar de acuerdo con sus pretensiones desaforadas y grotescas.Cambó y otros,por el contrario,habían dedicado un considerable esfuerzo a llevar a la práctica sus ideales imperialistas.
En todo caso la política inicial,pronto suavizada,del nuevo régimen consistió en tratar de erradicar los hechos diferenciales vasco,catalán,y en menor medida gallego,substituyéndolos por una uniformidad castellano-española.El idioma común fue impuesto con exclusividad en todas las actividades oficiales o educativas,igual que hacen desde años Euzkadi y Catalunya con el vascuence y catalán.Un suceso indicativo fue la prohibición,por la autoridad militar,de difundir miles de folletos en catalán,preparados por la Falange al ser derrotadas las izquierdas en Cataluña;pero hoy se está prohibiendo también el uso del castellano,en Cataluña al menos,incluso en letreros comerciales.Algunos carteles recomendaban:Español,habla la lengua del imperio.Al principio quedó prohibida hasta la edición de libros o la predicación en los idiomas vernáculos.En cementerios vascos fueron picadas las lápidas con nombres sabinianos.No faltaron conatos ocasionales,sin mayores consecuencias,de impedir el uso corriente de dichos idiomas.
Esta dureza era nueva.El patriotismo tradicional hispano daba fuerte relieve a las particularidades regionales,incluso evocando un cierto foralismo.La centralización estricta enlazaba más bien con el liberalismo,rechazado por el nuevo régimen,pero acentuado entonces.Para el franquismo,en sus momentos iniciales de triunfo,los nacionalismos vasco y catalán habían fomentado los odios conducentes a la disgregación de España y a la guerra,y por tanto debían ser extirpados;habían usado las lenguas regionales como instrumentos de sus ideas antiespañolas,y por lo tanto esos idiomas debían ser proscritos de la vida oficial.El castellano sería el vehículo prácticamente único para imbuir en las siguientes generaciones un ideal españolista.
Llaman la atención las semejanzas de estas actitudes con las de los nacionalismos vasco y catalán,incluso a veces en el tono.Así en esta indicación del ministerio de Educación:escuchad bien esto y para siempre,niños españoles.¡El que de vosotros olvide su lengua española o la cambie por otra dejará de ser español y cristiano!.¡Por traición contra España y pecado contra Dios!.¡Y tendrá que escapar de España!.¡Y cuando muera su alma traidora irá al infierno!.Los nacionalismos vasco y catalán aspiraban a arrasar los elementos que ellos consideraban españoles,arraigados en ambas poblaciones por siglos de intenso intercambio cultural y demográfico,sustituyéndolos por un vasquismo y un catalanismo que en parte no menor constituían invenciones de última hora,pues durante siglos vascos y catalanes se habían sentido españoles.Ahora se intentaba la operación contraria,erradicando las manifestaciones regionales en aras de un exclusivismo españolista.
Tales medidas debieron haber provocado resistencia popular y apoyo a los nacionalistas que,aun vencidos,permanecían,a veces enquistados en los organismos del nuevo régimen.Apoyo asimismo a partidos como el comunista,que incluía el derecho de autodeterminación en su programa.Pero la reacción fue prácticamente nula,indicio de cuán harta había terminado la población de la experiencia republicana y de la guerra civil.No sólo en aquellos años,sino durante todo el franquismo,la oposición de los nacionalismos tendría escaso relieve,con la muy tardía excepción de ETA.
La gran masa de la población vasca y catalana acogió al franquismo entre la simpatía y la indiferencia,suministrando una parte importante de los dirigentes políticos y económicos de un régimen acaudillado por un gallego.La tradicional versión tipo lucha de clases trata a esos dirigentes de burgueses opuestos al pueblo,pero muy pocos vascos y catalanes rechazaron el nuevo estado de cosas,o prestaron respaldo a los izquierdistas y nacionalistas en sus escasos conatos de lucha.Así ocurriría hasta finales de los sesenta,y aun entonces ese respaldo fue minoritario.Por otra parte,los catalanes y vascos integrados en la estructura del régimen,o adaptados a él,pertenecían a Cataluña y Vasconia tanto como sus contrarios,aunque luego éstos,con mentalidad algo totalitaria,hayan pretendido borrarlos.
Muy pronto se autorizó la edición de libros,al principio religiosos,en los idiomas regionales,y se promovió el rescate del folklore y costumbres antiguas.Hubo permiso e incluso aliento para el estudio particular del catalán y el vascuence,para los premios literarios y otras actividades de promoción,a veces apoyadas económicamente desde organismos oficiales o desde Cajas de Ahorro,como sería el caso de las ikastolas (escuelas en vascuence) ya en los años 60.En 1952 se fundó en Salamanca la primera cátedra universitaria de vascuence.La inicial desconfianza y persecución hacia los idiomas y simbologías regionales dejó pronto paso a la simple postergación,con muchas excepciones.La propaganda nacionalista pinta de todo esto un cuadro exageradamente negro,y si admite otros tintes los atribuye al miedo del régimen por las presiones de unos y otros.Pero en verdad el franquismo no tuvo razones para temer excesivamente a sus contrarios.
Por otra parte tanto la industria vasca como la catalana fueron muy estimuladas por el nuevo régimen,no por una preferencia especial,sino por constituir ambas regiones la principal base fabril del país,con una acumulación de experiencia y capacidad empresarial por encima de la media.Ello,y probablemente el muy proteccionista arancel Cambó,haría que hasta 1962,en que fue derogado,no cobrase ímpetu la expansión industrial en otras regiones.
Si en el interior,durante los años 40,los nacionalismos catalán y vasco apenas daban señales de vida,en el exilio ocurría lo contrario;al menos con el PNV.Aguirre,tras una pequeña odisea esquivando a los nazis en Europa,adquirió en América,desde 1942,un protagonismo de primer orden,apoyado por los servicios secretos de EEUU,de los que pasó a estar prácticamente a sueldo.El jefe sabiniano aparecía por doquier como el representante de un pueblo vasco víctima de un genocidio emblematizado en el bombardeo de Guernica.La leyenda de Guernica se había extendido con tremenda fuerza emocional por América,convirtiéndose en un mito perdurable e indiscutido hasta hace pocos años:el ataque deliberado a los símbolos más sentidos de los vascos,realizado como ensayo de extermino en masa,con resultado de más de 1.600 muertos en una pequeña población sin interés militar.Junto a ese tema explotaba el de su solidaridad con la República democrática española,arrasada por el fascismo.
En giras por Hispanoamérica el ex lehendakari se hizo la figura más destacada no ya del PNV,sino de todo el exilio español.Refleja su éxito esta descripción de su apoteósica acogida en Buenos Aires:Todo ello culminó con la sesión del Congreso en la que fue recibido el Lehendakari con todos los honores,hablando todas las opiniones y todos los partidos haciendo de él una apología magnífica.¡Al contestar fue tal la emoción que a todos infundió que los taquígrafos no pudieron copiar sus últimas palabras porque a ellos,como al resto de los oyentes,se les caían las lágrimas!. En fin,algo magnífico y de imposible descripción.Ha sido el acontecimiento más prodigioso que pudierais y que pudiéramos pensar.Podemos,pues,decir gráficamente que se ha metido a todo el mundo en el bolsillo.
El papel de Aguirre descolló más aún porque los exiliados republicanos,agriamente enfrentados entre sí,se neutralizaban en una guerra de rencillas.El sabiniano entendió que su secesionismo no hallaría eco fuera de España si no lo atenuaba externamente y lo vinculaba a la supuesta legitimidad republicana,y así,sorprendentemente,ejerció en todo el exilio español el papel de árbitro y apóstol de la unidad política y el olvido de los rencores mutuos.Él sabía que la vuelta a España nunca llegaría al margen de sus compañeros de armas de la guerra,a quienes su partido espiaba a favor del FBI.No obstante esa comprensión hacia los españoles disgustó a los puristas del partido.
 

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LXIV.- La España de postguerra (6)

La actuación de Aguirre tomó mayor vuelo desde 1943.En general la prensa y los gobiernos de los EEUU y Gran Bretaña habían mostrado respeto a Franco,pues si éste hubiese entrado en guerra al lado de Alemania les habría ocasionado arduos problemas.Pero después del desembarco aliado en el norte de África,en noviembre de 1942,y de la victoria soviética en Stalingrado,la situación estratégica había cambiado,la derrota del Eje empezó a dibujarse con claridad,y la postura española importaba ya mucho menos.Entonces los anglosajones cambiaron bruscamente,tornándose más y más amenazantes hacia Franco.Y Stalin,por su parte,no pensaba consentir la permanencia en el poder de quien le había derrotado en España y,no contento con ello,había mandado la División Azul a combatir a la URSS.El destino del franquismo parecía irremisiblemente sellado,a los ojos de casi todo el mundo.
El cambio de la marea bélica electrizó al PNV y a todo el exilio:el retorno triunfal parecía indudable y próximo,sin necesidad de especial esfuerzo por su parte.Sólo debían esperar la consumación de la derrota alemana,y mientras tanto reafirmar sus contactos en las chancillerías británica y de los EEUU.El problema principal radicaba en que,aunque deseosos todos de volver a España como árbitros y beneficiados de la nueva situación,persistían entre ellos las enconadas aversiones,y no lograrían unificar sus posturas.El PNV constituyó ya en 1943,dentro de España,una Junta de Resistencia y Consejo delegado del Gobierno Vasco,con la colaboración de los sindicatos socialista y anarquista.Su incidencia fue mínima.
Los comunistas obraron con mayor energía.En combatividad excedían de lejos a los demás partidos derrotados.Pese a ser peseguidos con especial saña por un régimen que veía en ellos al enemigo por excelencia,no habían cejado en el intento de volver a la lucha en el interior,por más que las reconstrucciones del partido en España fracasaran a veces por sospechas e incomprensiones entre los del interior y los del exterior,causantes de denuncias y asesinatos entre ellos.Comprendiendo mejor que nadie la conveniencia de crear una base firme en España antes de la victoria aliada,no escatimaron esfuerzos en ese fin.
Además los comunistas españoles habían descollado en la resistencia francesa contra los alemanes.Lo habían hecho desde el ataque de Hitler a la URSS,en junio de 1941,pues antes,mientras regía el Pacto germano-soviético,ellos y los comunistas franceses habían obrado como traidores a Francia.Al paso que este país era liberado por los anglosajones,desde junio de 1944,el PCE planeó invadir y levantar en España un vasto movimiento de guerrillas (adoptando el nombre francés de maquis),para garantizarse la preeminencia en la hora del triunfo gracias a su organización,influencia y armas.
En teoría la empresa gozaría de condiciones óptimas.Dentro de España había mucha miseria,por tanto debía haber mucho descontento,y sed de venganza por la represión.Cientos,quizá algunos miles,de izquierdistas andaban huidos por campos y montañas,buena recluta para la guerrilla.Los logros del Frente Popular,tan recientes,debían estar por fuerza bien grabados en la memoria del pueblo,seguramente ansioso de recobrarlos;máxime en Cataluña y Vasconia,donde a la triste situación general se añadían las injurias no ya al nacionalismo,sino al simple catalanismo o vasquismo.Estos factores no bastaban a provocar un estallido popular,ni siquiera la ayuda a una eventual lucha antifranquista,debido al miedo a la policía.Pero así como la represión tiene eficacia cuando la gente se siente muy poderosa y no percibe una salida política,se vuelve contraproducente en otro caso.Y,justamente,con los tanques de USA en Francia,y la próxima derrota de Hitler,quienes debían sentir miedo eran los represores,y esperanza la población.Una acción armada intensa atraería necesariamente a las democracias y serviría de excelente causa o pretexto para su intervención en España.Las circunstancias difícilmente habrían favorecido más un movimiento guerrillero.Se trataba de reavivar la guerra civil,con la práctica seguridad de vencer en este tercer asalto.
Y no erraba la impresión de que en las filas franquistas cundía la ansiedad.Muchos daban por hundido al régimen,y tanto entre los políticos como entre los militares menudearon las intrigas y los contactos con la embajada británica en Madrid.Como en el nuevo diseño de Europa Franco y la Falange resultaban inaceptables no sólo para Stalin,sino para las democracias,urgía presentar una solución de derechas,una monarquía aceptable para los Aliados y para una parte,al menos,de los exiliados.
Entonces un sector de los monárquicos se ofreció a los anglosajones como salida de conciliación,y para evitar una revancha izquierdista.El aspirante al trono,don Juan,hijo de Alfonso XIII,y parte de sus asesores,en especial Gil Robles –eclipsado en la España de la postguerra- y Sáinz Rodríguez,ex ministro de Franco,concluyeron que sólo había un modo de eludir la catástrofe:la dimisión de Franco,y la restauración de una monarquía abierta a los políticos exiliados,aunque con rasgos autoritarios para convencer a una opinión interna alerta ante un nuevo peligro revolucionario.Con esa perspectiva,el entorno de don Juan llegó a gestionar la invasión de las Canarias por Gran Bretaña,un poco al estilo de Prieto durante la guerra,así como una provocación de gran estilo con los servicios secretos de USA,para que entraran hasta Madrid los tanques aliados y proclamasen a don Juan,utilizando una prevista acción guerrillera comunista y so pretexto de inestabilidad en España.
Pero Franco consideraba que el retorno de los viejos partidos,con una monarquía más o menos inspirada en la Restauración,haría vanos los sacrificios de la guerra,y devolvería a España al caos de 1936.Hizo notar a don Juan que la rebelión contra el Frente Popular no había invocado la monarquía,sentida sólo por un sector minoritario de los sublevados.Si alguna vez volvía la monarquía quedaba claro que se lo debería a él,al Caudillo,y de ningún modo a unos grupos monárquicos de tan reconocida flojera.Pese a los sombríos augurios,Franco no creía duradera la alianza entre Stalin y las democracias,por lo cual éstas tendrían que avenirse antes o después con su régimen.
En octubre de 1944 Franco propuso una alianza al primer ministro británico Winston Churchill.A su juicio la ola soviética sumergiría a gran parte de Europa,dejando a España y Gran Bretaña como únicos bastiones reales de resistencia.Churchill replicó agriamente:Induciría a un grave error a Su Excelencia si no alejase de su mente la idea de que el Gobierno de Su Majestad estaría dispuesto a considerar la formación de un bloque de poder basado en la hostilidad contra nuestros aliados rusos.El gobierno británico considera la colaboración permanente anglo-rusa,dentro del sistema de la organización mundial,como imprescindible para sus propios intereses y esencial para la paz futura y la prosperidad de Europa en su conjunto.El embajador británico S. Hoare había advertido a Franco que los anglosajones impondrían la ley en el continente al terminar la guerra:Tengo la segura convicción de que para entonces Gran Bretaña será la más fuerte potencia militar de Europa.Nuestros ejércitos,por primera vez en muchos años,serán tan numerosos como eficaces.Las fuerzas aéreas británicas serán las más poderosas de Europa.No había razón ni para temer ni para chocar con la URSS,y ambos políticos británicos trataron de disipar cualquier ilusión de supervivencia que Franco y sus seguidores pudieran albergar especulando con el peligro soviético.
Franco demostró una previsión extraordinariamente clara,y Churchill y Hoore una miopía notable.
En octubre de 1944 comenzaba la ofensiva guerrillera comunista con una invasión de 3.000 hombres por el valle de Arán,en Lérida,y penetraciones menores por Navarra y Huesca.Los maquis esperaban una entusiasta acogida popular,más en Cataluña,y fue enorme su decepción al hallar un vacío generalizado,cuando no la colaboración de las gentes con las tropas y guardias civiles enviados,tras la sorpresa inicial,a cortar la invasión.La aventura terminó pronto y desastrosamente para los maquis.
A fin de dar cobertura política a su intento,el PCE había creado una Junta de Unión Nacional,con propósito de aglutinar bajo su iniciativa a los demás exiliados bajo el marchamo de la legalidad republicana.Un manifiesto de Unión Nacional en Francia,de agosto de 1944,poco después del desembarco de Normandía,clamaba:¡La hora ha llegado!.¡No se puede perder un momento!.Ha llegado el período de organizar la lucha activa por la reconquista de España.Pero sus propuestas chocaron con un obstinado rechazo.Los republicanos,así como los nacionalistas catalanes y vascos,recordaban los métodos comunistas para lograr la hegemonía,y además su espíritu no les empujaba a la acción,sino más bien a la intriga en las cancillerías,con vistas a alcanzar sus objetivos ofreciéndose a los Aliados.Por esas razones ninguno quiso oír hablar de lucha guerrillera o de cualquier otro tipo,y Unión Nacional y todos los montajes unitarios de los comunistas nunca representarían más que a éstos.

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LXV.- La España de postguerra (7)

No desanimó al PCE la derrota del valle de Arán,y de su diplomacia con los Aliados,y con la caída de Berlín en mayo de 1945,y el boicot a España,decretado por las Naciones Unidas al año siguiente,el maquis se recrudeció,extendiéndose desde Galicia a Andalucía y Levante.Sin embargo tuvo escaso seguimiento popular,y las partidas,cada vez más aisladas,derivaron hacia el bandolerismo.La Guardia Civil,y en algunos casos el Ejército,las acosó hasta que,en 1948,los comunistas,aconsejados por Stalin,dieron marcha atrás.Retirar las guerrillas resultó un proceso lento y difícil,y siguió habiendo actos de violencia hasta 1952,pero la derrota fue total.Sin darse por vencido,el PCE cambió su estrategia hacia una lenta penetración en los medios universitarios y obreros,que le rendiría frutos importantes,si bien a muy largo plazo.
En Vasconia y Cataluña el movimiento guerrillero apenas encontró eco,pese a reivindicar los derechos nacionales.En Cataluña resurgiría por unos años el terrorismo anarquista,también aplastado sin contemplaciones.Los nacionalistas vascos y catalanes permanecieron al margen,salvo con acciones menores y testimoniales.
En 1947 se produjo una amplia huelga en Bilbao,y los nacionalistas e izquierdistas reivindicaron su dirección,pero se trató de un movimiento básicamente espontáneo;lo mismo ocurrió con el masivo boicot popular a los tranvías de Barcelona,y otras huelgas en Vizcaya en 1951.El telegrama de Aguirre al presidente Truman,en septiembre de 1950,trasluce cierto desaliento en su énfasis algo peculiar:Así como hace años la palabra y los actos del gran Presidente Roosevelt constituían,después de Dios,nuestra suprema luz y esperanza,hoy también las palabras y actos de usted,su ilustre sucesor,constituyen la esperanza más firme de cuantos luchamos por la libertad y la dignidad humanas,contra sus opresores,sean los fascistas de Franco o los comunistas de Stalin.Si la suprema luz de Roosevelt no había satisfecho del todo la esperanza de los luchadores sabinianos,la de Truman no iba a hacerlo mucho más.Y el PNV tampoco había luchado contra el comunismo de Stalin,salvo desde 1946 y por presión de USA.Al contrario,se había aliado con él y los demás revolucionarios durante la guerra civil.También les había hecho traición,pero no resulta fácil llamar lucha a esos actos,que además tanto habían beneficiado a los fascistas de Franco.
Para entonces los cálculos de Franco iban cumpliéndose:la alianza entre soviéticos y occidentales se agrietaba hasta convertirse en un cerrado enfrentamiento llamado guerra fría.El aislamiento del franquismo se suavizaba,y en 1953 quebraba por completo,gracias al concordato con el Vaticano y a los acuerdos militares con los EEUU.En 1955 el régimen entraba en la ONU,que diez años antes se había proclamado incompatible con él,aunque no con los sistemas comunistas
¿Por qué no respondió la población al intento guerrillero ni a las maniobras políticas?.Los políticos antifranquistas dicen que debido a la represión,pero 1)si hubiese existido habría desatado una rebelión todavía más exasperada;2)yo he vivido esos años y no puede hablarse de represión alguna.También se ha explicado por la liquidación física de los dirigentes y elementos capacitados revolucionarios e izquierdistas,pero 1)siendo el número de fusilados o asesinados muy parecido en los dos bandos,mayor problema debían tener las derechas,máxime si queremos creerlas,como insiste la propaganda,representantes de una pequeña oligarquía,que habría quedado destrozada:2)hasta la muerte de Franco he sido antifranquista,pero más antirrepublicano,a pesar de que nunca he sido monárquico:me refiero pues a la II República española.En el mundo real el régimen recibió un respaldo popular indudable,lo que no resulta extraño si atendemos a la todavía muy fresca memoria colectiva del Frente Popular,y a la aversión generalizada a un nuevo enfrentamiento civil.Para muchos Franco representaba una esperanza y la dignidad nacional frente a presiones externas.
La evolución política hundió todas las esperanzas y euforias suscitadas en el exilio desde 1943.Aunque nacionalistas y republicanos continuaron pronosticando cada año la inevitable caída de Franco,debido a su absoluta impopularidad,el desánimo y la pasividad se apoderaron de casi todos ellos.Sólo el PCE persistía en una lucha a veces heroica,a veces turbia,pero sin éxito entre las masas.Los nacionalistas vascos y catalanes se centraron en su supervivencia en el extranjero,pero,debido a su escasa incidencia dentro de España,no contaron para nada en la historia del franquismo,excepto el problema de ETA,en sus postrimerías.
Así pues,y con la relativa excepción del PCE,en la postguerra casi se desvanecieron de la vida de España los partidos y movimientos que tanto habían condicionado la historia anterior de España.Por los años 60 la Lliga y la Ezquerra seguían desaparecidas dentro de España,existiendo sólo grupúsculos nacionalistas dispersos y poco audaces.Algo similar pasaba al PNV,-su líder Aguirre falleció en 1960-,reducido a tertulias nostálgicas de gente mayor y algunos jóvenes receptores de la vieja doctrina a través del montañismo.Pero en esa década iba a surgir en las dos regiones un nuevo nacionalismo,muy ligado a sectores radicalizados de la Iglesia y con influencias marxistas.Ello ocurría,especialmente,a partir del giro en la orientación de la Iglesia católica promovido por el Concilio Vaticano II.Se abría así una etapa,de rasgos peculiares,en la evolución nacionalista.
 

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LXVI.- Revolución en la Iglesia (1)

Un pilar fundamental del régimen de Franco fue la Iglesia católica,que adquirió un protagonismo como no lo había tenido desde principios del siglo XIX.Su influencia se manifestó en la enseñanza y en las normas referidas a la moral pública,en la asistencia social,el ahorro popular (Cajas de Ahorro),la legislación laboral,la formación sindical,etc.;y,con mayor o menor peso,en casi todos los ámbitos de la sociedad.La Iglesia,por doctrina y tradición,rechazaba los movimientos revolucionarios,en especial los comunistas,considerándolos una degradación de la dignidad humana.Por ello había constituido un sólido valladar a la expansión de estos movimientos en Europa y América.Eso y la exterminadora persecución antirreligiosa del Frente Popular habían inclinado resueltamente a la inmensa mayoría del clero y de los católicos españoles por el bando que los salvaba de destrucción,aunque el anticomunismo tenga también motivos económicos.Pero las persecuciones republicanas a la Iglesia hicieron que desde muy pronto el obispo de Pamplona,el vasco Olaechea,y poco después el de Salamanca,el catalán Pla y Deniel,calificaran la guerra civil de Cruzada,aunque el documento conjunto de los obispos de 1937 eludiera esa palabra.
La identificación eclesiástica con el franquismo no excluyó recelos ante el filonazismo presente en sectores de la Falange.Durante la contienda española habían entrado en crisis las relaciones entre el Vaticano y Hitler,sobre todo por la imposición de las concepciones paganoides y del absolutismo estatista nazis.Numerosos sacerdotes habían sido detenidos en Alemania,y en concentraciones de masa se pedía colgar a los clérigos.Pío XI publicó en marzo de 1937 la encíclica Mit brennenderSorge,condenando el hitlerismo:Estos necios que presumen de separar la moral de la religión constituyen hoy legión.No se percatan de que,desterrar de la escuela y de la educación la enseñanza confesional,impidiéndola contribuir a la formación de la sociedad,es caminar hacia el embrutecimiento y la decadencia moral.Frase que me llama necio,aunque crea que el laicismo estatal no deba suponer persecución religiosa.Encíclica por tanto que el régimen de Franco acertó al no dejar leerla desde los púlpitos de la Iglesia,aunque protestaran ex republicanos como Irujo.
Y es que,aceptado lo de Cruzada,en los primeros años surgieron discrepancias con las tendencias más extremistas de la Falange,representadas entonces por jóvenes intelectuales ya prestigiosos como Dionisio Ridruejo,Pedro Laín Entralgo,Antonio Tovar o Gonzalo Torrente Ballester.El nazismo,con sus éxitos militares y antes los económicos,y su estilo disciplinado y eficaz,parecía abrir un mundo heroico y emocionante,preñado de confusas promesas.Su paranoia antisemita no había dado lugar aún al genocidio,que tampoco fue conocido en España,al menos en todo su horror,hasta el final de la II Guerra Mundial.Muchos falangistas,pues,se sintieron atraídos por la experiencia,e intentaron imitarla en España.Pensaban integrar a la Iglesia como un elemento clave,pero subordinado,dentro de un Estado totalitario,no antirreligioso ni paganoide.Aunque sea cierto que también albergaba la Falange algunas tendencias anticlericales.
La disgustada jerarquía eclesiástica criticó las estridencias panteístas y hegelianas del pensamiento fascista,en particular la divinización del Estado,al que no pensaba supeditarse.En la pugna la Iglesia hubo de sacrificar sus organizaciones sindicales,cooperativas.etc.,pero salvaguardó el derecho a crear escuelas y colegios propios,algunas instituciones universitarias,obras asistenciales y sanitarias,y cuanta influencia social pudiese.Antes de la guerra la Iglesia había defendido la conciliación y el legalismo hacia la II República,mientras la Falange se había rebelado muy pronto contra ella,incluso con las armas,cuando recibía atentados mortales.Para los falangistas la presión eclesiástica había prolongado una República inviable,dando alas a la revolución y a la guerra civil.No atacaban por ello directamente a la jerarquía eclesiástica,pero sí a Gil Robles y la CEDA,tan unidos todos durante los años republicanos.
De todas formas la Falange no despertaba suspicacias sólo en la Iglesia,sino también en el grueso del Ejército,parte de él monárquico tradicional,y otra parte alérgica al fascismo.Ante estas oposiciones el aparato falangista iría perdiendo poder,aunque siempre mantuviera una porción considerable de mando.
La unanimidad pro franquista de la Iglesia no era pues completa.Varios sacerdotes,intelectuales y políticos católicos habían defendido al Frente Popular,y el clero nacionalista catalán y vasco se había desolidarizado de los perseguidos,pese a ser muchos de ellos vascos y catalanes no nacionalistas.Bastantes de estos clérigos,refugiados en Italia,presionaban contra Franco con ayuda de colegas e intelectuales franceses,inquietos ante la perspectiva de que Francia se viera encajonada entre potencias hostiles.
La mayoría de los sacerdotes y frailes nacionalistas regresaron pronto a España,y también,desde 1939,bastantes intelectuales nacionalistas catalanes,o catalanistas,huidos en un primer momento;como Ferran Soldevilla,Amadeu Hurtado,Enric Casanovas,Joan Oliver,Rubió i Tudurí,etc.,que se adaptaron con bastante flexibilidad a la situación.Frente a la política y al ambiente pro español y franquista predominantes en Cataluña y Vasconia,unos y otros crearon focos de resistencia sorda,punzando con las tropelías contra el idioma y la cultura regionales,las penalidades de la doble postguerra o la condena a Franco por las Naciones Unidas.Pero con poca eficacia.La intelectualidad nacionalista,de estilos por lo común más estridentes que elevados,había perdido su influencia,y no sólo por la censura.Lo mismo ocurría en Vascongadas,donde la densidad intelectual del nacionalismo siempre había sido muy escasa.Otros muchos intelectuales se sentían identificados con el nuevo régimen,a pesar de lamentar su desconfiada intolerancia con las culturas regionales,o,simplemente,sin dejar de considerarse catalanistas o incluso nacionalistas,repudiaban las políticas de la II República que habían conducido a la catástrofe.
De esta última actitud sería ejemplo Josep Pla,activo colaborador del franquismo y catalanista al mismo tiempo.Se sentía ante todo catalán,y a duras penas español,pero despreciaba el victimismo nacionaliusta y sus poses.Dedicó su esfuerzo a una obra literaria que aportó al catalán y a Cataluña harto más que la retórica y la acción política de los nacionalistas.Que se permitieron motejarle de traidor,y someterle a un verdadero ostracismo tras la muerte de Franco.
En 1948 volvieron,entre otros,J.M. Ametlla,J. Sales,F. De Pol y Raimon Galí,fundadores de Quaderns de l´exili en México,que alentarían un nacionalismo catalán relativamente nuevo.Quaderns,de lenguaje muy violento,había patrocinado nada menos que organizar una unidad militar de nacionalistas catalanes para luchar junto a los Aliados,como apoyo y sostén de un eventual gobierno prácticamente independiente tras la esperada caída de Franco.Una vez en España,los cuatro promovieron el desconteto,con tácita tolerancia de la policía,que probablemente no les daba excesiva importancia.El católico Galí,instalado en Montserrat,emprendió una lenta reorganización nacionalista,a través de reuniones y de grupos de boy scouts,dando lugar,en 1954,al grupo CC (Cristians Catalans).
CC,donde militó Jordi Pujol,seguía básicamente las pautas de Prat de la Riba,y aspiraba a impulsar un nuevo nacionalismo,distinto del izquierdista y también de la Lliga,que se había diluido como partido,y cuyos principales miembros colaboraban con el nuevo régimen (de hecho también la Ezquerra se había desintegrado,dentro y fuera de Cataluña).Este y otros grupos ejercían un proselitismo callado,arriesgándose sólo a acciones esporádicas y testimoniales,pero a finales de la década mostraron alguna osadía.Por ejemplo,el grupo de Pujol tuvo cierta incidencia en la organización del boicot contra La Vanguardia de Barcelona,cuyo director,Galinsoga,había expresado opiniones despectivas sobre los catalanes durante una misa en catalán.A Galinsoga lo cesaron al poco tiempo desde Madrid.En 1960 Pujol fue detenido y condenado a siete años de cárcel –cumpliría un tercio-,después de protagonizar un sonado escándalo ante varios ministros,que solemnizaban la compilación del derecho civil catalán,el homenaje oficial al poeta Joan Maragall en su centenario,y la cesión del histórico castillo de Montjuich a la ciudad de Barcelona.Luego CC se escindió.Una fracción optó por el marxismo,y otra por una acción cultural y económica.
Quizá la actuación más significativa de los nacionalismos en aquellos años fue,en 1960,un documento firmado por 339 sacerdotes vascos y presentado al Vaticano.Con el estilo clásico de Sabino Arana,los sacerdotes denunciaban la persecución de las características étnicas,lingüísticas y sociales que nos dio Dios a los vascos,así como el nombramiento de obispos no vascos y otras manifestaciones de lo que llamaban genocidio,para emparentarlo emocionalmente con los exterminios nazis.Un grupo de clérigos vascos se había radicalizado en un sentido sabiniano.El clero nacionalista catalán prefería un estilo de oposición más disimulado,pero desde luego efectivo,como indican unas declaraciones del arzobispo de Tarragona,Arriba y Castro,ya en 1957:Voy a Roma a manifestar al Papa que la situación de Catalunya por causa de la actuación del clero catalán,que procede y actúa en separatista,es para mí inestable y de muy difícil aguante.Si S.S. no corrige,o no puede,la situación política de esta fracción del clero catalán,yo le voy a pedir que me releve de mi diócesis.
 

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LXVII.- Revolución en la Iglesia (2)

La reivindicación de obispos vascos y catalanes en las respectivas regiones iba a constituir un eje de la agitación nacionalista en los años siguientes.Sin exigir la retirada de los obispos vascos o catalanes ejercientes en otras regiones.
Estos movimientos católicos solían mostrar respeto,cuando no simpatía,por el marxismo.Era un fenómeno aún muy minoritario,pero ascendente,que había de asentarse con fuerza en el seno de la Iglesia,en buena parte a través de la Acción Católica y de organizaciones obreras como la JOC (Juventud Obrera Católica) y la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica),o recreativas y regionalistas.Muchos de sus miembros derivarían hacia movimientos revolucionarios,incluso terroristas.
A su vez los comunistas,en España y en otros muchos países,fomentaban los nacionalismos como cuñas contra las democracias capitalistas,por lo que pronto se anudarían relaciones entre unos y otros.Desde el final de la guerra mundial,los servicios secretos soviéticos habían diseñado una estrategia para cuartear a la Iglesia católica mediante movimientos como Pax,a partir de Polonia,que fomentaban las contradicciones entre el clero beneficiado con el calificativo de progresista y el tachado de integrista.La maniobra,de gran alcance,cobraría auténtica fuerza desde la segunda mitad de los años 50,coincidiendo con tendencias más espontáneas.
La guerra mundial había terminado con el sometimiento de los países de Europa central y oriental a dictaduras de tipo soviético;en Grecia había estado a punto de ocurrir lo mismo,y en Francia e Italia los partidos comunistas constituían fuerzas poderosas.La década de los 40 terminaba,apenas cuatro años después de la segunda guerra mundial,con un nuevo y gigantesco éxito del comunismo,en cuyas manos caía la China continental.En sólo 32 años desde la revolución soviética de 1917 un tercio de la humanidad vivía en regímenes marxistas,mientras en otros muchos países los partidos de esa orientación conspiraban sin tregua para derrocar los sistemas existentes.En los años 50 Corea del Norte desafiaba bélicamente a los propios EEUU,y terminaba la prueba sin un claro vencedor,mientras el imperio francés doblaba las rodillas en Indochina.El final de esta década alumbraba el triunfo de Fidel Castro en Cuba,que pronto impondría un nuevo régimen marxista,haciendo de Cuba un foco de inestabilidad general en América.Además,los comunistas influían,cuando no dirigían,muchos de los movimientos anticoloniales que echaban a las potencias europeas de sus inmensas colonias en África y Asia.
Esa expansión asombrosa,sin precedentes históricos de ninguna ideología,religión o sistema político,no llevaba trazas de detenerse en los años 60,cuando la guerra de Vietnam empantanó a la superpotencia USA,que conocería allí su primera derrota bélica.Y todo ello bajo la sombría amenaza de una guerra atómica.Hoy esos hechos parecen lejanos,pero sin recordarlos no lograremos comprender muchos movimientos de la época,entre ellos los ocurridos en España.Los sistemas democráticos europeos habían logrado controlar pasablemente a sus revolucionarios,debido,en muy alta medida,al apoyo de los EEUU,que había contrarrestado a los partidos comunistas,y estimulado la prosperidad de estos países mediante el Plan Marshall;pero,en conjunto,el comunismo aparecía como poder apabullante y a la ofensiva,frente al que retrocedían las democracias burguesas,con todos sus éxitos económicos y su potencia militar.
Pero no todo el paisaje era sombrío.Pese a que las potencias europeas encajaban golpes demoledores a su prestigio e influencia en Asia y África,la pérdida de sus imperios no las había sumido en la depresión económica,contra lo esperado por muchos.Al revés,en los años 60 Europa occidental conoció el mayor progreso económico de su historia.Algo parecido,a escala mucho menor,había ocurrido en España después del desastre del 98,sólo sesenta años antes.Pero entonces España había sufrido una crisis psicológica,que las democracias europeas esquivaron gracias a su empeño en una creciente unificación económica y política,que no ha llegado,ni con mucho,a los Estados Unidos de Europa,con capital en Polonia,que yo pensé y deseé desde los años 50;y a la alerta ante un peligro comunista muy agudo,cuya conciencia apartaba el ánimo de consideraciones autocompasivas o autodestructivas,como las de la España del 98.
La amenaza comunista despertaba voluntad de oposición,pero también una mezcla de sumisión,simpatía y colaboracionismo.Y no porque alguien pudiera ignorar las matanzas masivas de opositores en los regímenes marxistas,la aniquilación de las libertades no sólo políticas,sino también personales,la erección de sistemas policíacos asfixiantes,sin paralelo en la historia,y de una economía carcelaria:la propaganda comunista,extendida por todo el mundo,negaba o justificaba tales hechos,pero nadie podía llamarse a engaño al respecto.Bastaba a los europeos contemplar el muro levantado por la Alemania soviética en 1961,no para evitar la invasión del país,sino la fuga de sus desesperados súbditos.
El filomarxismo cundía en muy diversos ámbitos,lo mismo entre intelectuales y artistas bien al tanto de que el comunismo les privaría de libertad creativa,que entre obreros cuyo nivel económico y derechos ciudadanos superaban de muy lejos los normales en los países sovietizados.Sin duda el poder fascina,y muchos se rendían psicológicamente ante la exhibición comunista de fuerza,seguridad,disciplina y fe fanática en un porvenir utópico,justificador de todas las miserias,sacrificios y crímenes del presente.Necesita todavía estudio el fenómeno de la colaboración con regímenes tales por parte de gentes distanciadas y hasta opuestas,por sus más obvios intereses,a la ideología de Marx.La Iglesia,desde luego,no escapó a esa inclinación,después de haber contribuido tanto a frenar los impulsos revolucionarios de postguerra,sobre todo en Alemania e Italia.
La pseudocrítica de Jrúschof a los crímenes de Stalin (sólo a una parte de ellos,y manteniendo la ideología que los había generado),en 1956,incitó a diversos grupos eclesiásticos a proponer un diálogo con los comunistas para superar la incomprensión.Se creyó hallar puntos de contacto:¿no defendía el cristianismo a los humildes y denunciaba las injusticias de los poderosos?.¿No predicaba el despego de las riquezas?.Y la opulencia occidental,¿no contrastaba con la pobreza de muchos países?.Los comunistas afirmaban haber traído trabajo para todos y eliminado la miseria,y muchos querían creerlo.Frente a tal avance,¿qué contaban las libertades o derechos humanos burgueses,incapaces de impedir hirientes desigualdades?.Y si los comunistas propugnaban un materialismo agresivamente ateo,¿no exhibían los occidentales un materialismo práctico,haciendo del consumo el eje de su vida?.Así enfocado el problema,podía concebirse hasta una confluencia entre cristianismo y marxismo,y los cristianos debían plantearse si no habrían pecado de soberbia y de identificación con las clases dominantes en sus condenas a un sistema que tan arrollador avanzaba por el mundo,y tanta esperanza despertaba en las masas y en intelectuales muy distinguidos.
Al lado de estas tendencias eclesiásticas crecían en Europa otras,sobre todo en Holanda,Alemania y Francia,para acercar la Iglesia a un mundo moderno que parecía darle la espalda.También comprensivas hacia el marxismo,éstas buscaban un cambio de orientación,sobre todo en cuanto a la moral sexual.
Por supuesto,dentro de la Iglesia predominaba la línea tradicional,muy defendida por Pío XII,pero las grietas que se abrían movieron a su sucesor,Juan XXIII,a convocar un magno Concilio ecuménico,a fin de adaptar a la Iglesia a un mundo en rápido cambio (el aggiornamento).El Concilio se inauguró en octubre de 1962,y duraría tres años,la mayor parte de ellos bajo el nuevo Papa Pablo VI,pues Juan XXIII falleció en junio de 1963.A lo largo del Concilio pugnaron principalmente dos grupos de presión,la progresista Alianza Europea,luego Mundial,inspirada principalmente por obispos alemanes y franceses,y el conservador Grupo Internacional de Padres.Desde el principio los progresistas demostraron mayor cohesión y destreza de maniobra.
Ejemplo merecedor de alguna atención por su interés para este estudio fue la moción sobre ateísmo y comunismo.Numerosos obispos,encabezados por el brasileño Geraldo Sigaud,demandaron,ya en 1963,que se expusiese la doctrina social católica con gran claridad,y se refutasen los errores del marxismo,el socialismo y el comunismo con fundamentos filosóficos,sociológicos y económicos.La petición quedó sin respuesta por parte de la comisión correspondiente.Pablo VI propugnó a su vez el diálogo en su encíclica Ecclesiam Suam,sin citar al comunismo.
Un año después el obispo chino Yu Pin y otros más insistieron en señalar al comunismo como uno de los mayores,más evidentes y más desgraciados fenómenos modernos,que obligaba a tanta gente a soportar injustamente sufrimientos indescriptibles.El sector progresista volvió a dar la callada por respuesta.Salió a la luz por entonces un comentario de un periódico checoslovaco alardeando de la infiltración comunista en todas las comisiones del Concilio.
Al año siguiente,en abril,un esquema propuesto oficialmente al debate eludía nuevamente la mención del comunismo.Una carta de 25 obispos denunció ese silencio,advirtiendo que así como a Pío XII le habían reprochado injustamente haber callado sobre la persecución contra los judíos,podría reprocharse al Concilio,y esta vez con justicia,su mutismo ante la opresión marxista,interpretable como cobardía o connivencia.La carta,firmada por 450 obispos,proponía reafirmar la doctrina tradicional sobre el comunismo.
 

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LXVIII.- Revolución en la Iglesia (3)

Ante la tenacidad conservadora,la comisión arguyó no haber recibido la carta.Cuando se hizo evidente lo contrario,afirmó haberle llegado fuera de plazo,lo que se demostró igualmente falso.Como principal obstructor salió a la luz el obispo francés Achille Glorieux.Tras otros episodios semejantes,los conservadores lograron incluir algunas palabras sobre el comunismo,pero,como observó el obispo Sigaud,existe una diferencia entre llevar el sombrero en el bolsillo y llevarlo en la cabeza,aludiendo a la manera casi vergonzante de tratar la cuestión.El intento de una moción más tradicional fracasó.El episodio,aunque pudiera parecer anecdódico,indica el poder adquirido en la más alta jerarquía eclesiástica por los grupos propensos a un entendimiento con los seguidores de Marx y a la atenuación,por lo menos,del viejo antagonismo.Dentro de esos grupos variaba mucho,lógicamente,el grado de simpatía y de esperanza sobre la posibilidad de atraerse a los marxistas.
En principio resultaba prácticamente imposible el diálogo entre una fuerza resuelta a extirpar la religión y a sus defensores,incluso mediante la liquidación física,como había demostrado una y otra vez,y quienes habían condenado de modo radical a esa fuerza.Desde luego,los marxistas no pensaban renunciar en lo más mínimo a sus posturas,por lo que el diálogo suponía fuertes concesiones de entrada por parte de los católicos.Implícita o explícitamente,los cristianos debían difuminar o incluso renunciar a la doctrina según la cual el comunismo sólo podía producir frutos venenosos,al negar de raíz la libertad y la dignidad humana.Los comunistas,bien advertidos de la situación y avezados a la lucha ideológica,desarrollaron tácticas de infiltración y utilización de esos talantes eclesiásticos.Nunca llegó a existir un verdadero diálogo,y los contactos nunca o casi nunca atrajeron a los comunistas a la religión,pero sí a bastantes cristianos al comunismo.
Una cruda manifestación de la consiguiente crisis de conciencia eclesiástica,sobre todo en Iberoamérica y con fuertes ecos en España,ya en los años 70,fue la llamada Teología de la Liberación,entendida la liberación en términos socioeconómicos no lejanos a los propagados desde Moscú o Pekín.La prosperidad de los países ricos constituiría una brutal injusticia,un producto de la explotación de los países y las masas pobres,o,más propiamente,empobrecidos por la rapiña burguesa.En tal esquema la riqueza occidental no guardaba relación con los sistemas políticos que aseguraban el respeto a la vida,la propiedad y los derechos individuales,favoreciendo la iniciativa privada y dificultando la instalación de un poder tiránico.Los liberacionistas coincidían con los marxistas en considerar todo ello una fachada irrelevante,tras la que el sistema de explotación capitalista sumía en la miseria a la mayoría de la humanidad:la abundancia occidental hundía sus raíces en el hambre y las estrecheces del resto del mundo.De acuerdo con este enfoque,numerosos católicos defendieron las dictaduras izquierdistas del tercer mundo,o las guerras y la subversión lanzadas por partidos revolucionarios para instaurar dictaduras superadoras de las embaucadoras y declinantes democracias imperialistas.
En la nueva orientación tenían gran ascendiente pensadores como J. Maritain,que durante la guerra de España había hecho lo posible por desprestigiar al bando nacional ante la Santa Sede y había apoyado activamente al PNV,con el que identificaba sin más al pueblo vasco.La doctrina de Maritain era por una parte democrática (propició la democracia cristiana),favorable a la libertad de conciencia y la separación de la Iglesia y el Estado,pero por otra parte introducía conceptos de tinte marxistoide sobre las clases dominantes y los oprimidos,acusando a la Iglesia,más o menos explícitamente,de haber apoyado tradicionalmente a las primeras en perjuicio de los últimos,mediante fórmulas como la alianza del trono y el altar.Esta concepción descubría un magnífico flanco al ataque de las izquierdas en general,y del marxismo-leninismo en particular,mellando el filo de la doctrina cristiana.Si ésta había tenido que adaptarse al progreso,era evidente que el progreso podía proseguir sin necesidad de la Iglesia.Y si ésta reconocía tan tardíamente su culpable connivencia con los explotadores,sólo podía deberse a la presión y avances de las izquierdas,y debía interpretarse como el comienzo de la definitiva bancarrota religiosa.
La influencia española en el Concilio fue escasa.Los obispos hispanos,en su mayoría conservadores,se vieron sorprendidos por el cambio de rumbo,por la inatención a sus experiencias y por el escaso prestigio que les otorgaban sus mártires y su defensa de la fe.Los vientos del Vaticano soplaban en otra dirección.
Desde su misma inauguración el Concilio fue una mala noticia para el gobierno español,uno de cuyos puntos básicos de legitimación consistía,precisamente,en la lucha contra el comunismo.De pronto se instalaba en círculos eclesiásticos la comprensión hacia el marxismo y la condena a Franco.La identificación del clero con el régimen se debilitó,y con ello el régimen mismo.Y ya no se trataba de pequeños grupos más o menos clandestinos de sacerdotes disconformes,sino de parte de la propia jerarquía,impulsada por Pablo VI y Dadaglio,su nuncio en España desde 1967.La cúpula de la Iglesia se renovó en buena medida y el trato entre ella y el régimen español cobró cierta frialdad,cuando no acritud.
La Iglesia progresista hostil a Franco solía agitar la bandera de los derechos humanos,lo que contrastaba con su talante abierto hacia partidos tan dudosamente democráticos como los comunistas e incluso,como ocurriría,los terroristas de izquierda,y,desde luego,a los secesionistas.Todos éstos recibirían de este sector eclesiástico justificaciones ideológicas,cobijo en sus locales,facilidades para organizarse,y un amparo inapreciable frente a la policía.Muchas iglesias se convirtieron en centros de agitación política,para indignación del franquismo.Bastantes católicos y amplios núcleos eclesiásticos,en especial,pero no únicamente,los jesuitas,empezaron a marchar hombro a hombro con sus antiguos enemigos contra un régimen que había salvado literal y físicamente a la Iglesia de ser aniquilada por tan extraños aliados de última hora.
Aparte del Concilio,1962 trajo otras conmociones al franquismo.Para empezar,la mayor serie de huelgas desde la guerra.Comenzadas en Asturias,se extendieron a Vascongadas y Galicia,y a algunos centros de Madrid y Barcelona,afectando a unos cien mil obreros.Aunque las reivindicaciones no pasaban de sindicales,la prohibición oficial de huelgas en España les daba automáticamente un tinte político,aunque involuntario en la mente de la mayoría de los obreros,y si bien fue en lo esencial un movimiento espontáneo,no dejó de percibirse en algunos casos la mano comunista.La huelga duró más de un mes,y el gobierno declaró el estado de excepción.
La inesperada amplitud de la protesta hizo creer a diversos círculos políticos en la descomposición de la dictadura.Con esa impresión en junio se reunieron en Munich más de cien políticos e intelectuales de la oposición interna y externa (democristianos,socialistas,republicanos y monárquicos),dejando fuera a los comunistas.En el cónclave,con posible auspicio de la CIA,destacaron Gil Robles y Madariaga,así como Jiménez de Parga,Iñigo Cavero,Joaquín Satrústegui,Dionisio Ridruejo y otros.Todos pidieron el rechazo de la Comunidad Económica Europea (CEE) a la petición de ingreso de España mientras siguiera la dictadura.Ésta se lo tomó bastante a mal,y calificó la reunión de contubernio auspiciado por la masonería,con traidora presencia de derechistas que incluso habían luchado en el bando nacional durante la guerra,dedicados ahora a intrigar con los vencidos contra quienes habían salvado a España de la revolución.Los de Munich,a su vez,dando al régimen por agotado,deseaban neutralizar un muy probable protagonismo del PCE en la nueva situación esperada.Los del contubernio,aunque personalidades de relieve,carecían de fuerza social detrás de ellos.Unos sufrieron meses de destierro en las Canarias u otros sitios,y otros se sumaron al exilio,como Gil Robles,que lo hizo durante dos años.Hecho clarificador:el que fuera máximo líder de la derecha treinta años antes,y que tanto había contribuido a salvar las libertades en 1934,apenas despertaba atención dentro del país.
 

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LXIX.- Revolución en la Iglesia (4)

En abril de 1963 fue ejecutado en Madrid Julián Grimau,un dirigente comunista muy comprometido en el terror contra la derecha durante la guerra,cuyo envío a España desde el exterior pareció a algunos una decisión bastante extraña.La vasta campaña internacional de protesta no tuvo prácticamente eco dentro de España,pero intensificó la sensación de crisis y aislamiento del régimen,reforzada unos meses después por la elección de Pablo VI,nada amigo de Franco.Entre tanto,unos atentados anarquistas que ocasionaron varios muertos y heridos dieron lugar a la captura y ejecución de sus probables autores en agosto,y a nuevas protestas exteriores,aunque mucho menos resonantes.Y en la misma onda de ofensiva,en noviembre el abad Escarré,del monasterio de Montserrat,lanzó un ataque frontal al gobierno desde el diario francés Le Monde.En él denunció la persistencia de presos políticos,y la necesidad de libertad de prensa y de elecciones,calificando al régimen de subversivo y resaltando el carácter nacional de Catalunya,y su derecho a su cultura,historia y costumbres:Somos españoles,no castellanos.España había vivido 25 años de victoria,pero no de paz.Esto,viniendo de un religioso antaño franquista y muy afín al Opus Dei,era más de lo que la dictadura podía tolerar,y presionó hasta obligar al abad a exiliarse.Para el gobierno,la política de Escarré o la de los de Munich,aparte de traicionera,devolvería a España al caos de preguerra,máxime teniendo en cuenta que la oposición no había cambiado mucho de modo de ser y pensar.
El PNV y los nacionalistas catalanes apenas tomaron parte en la ofensiva contra Franco (poco efectiva,de todos modos),y serían los comunistas quienes brillasen en los años siguientes.Hasta entonces la infiltración del PCE en ámbitos intelectuales y sindicales había rendido poco fruto:salvo contadas huelgas o manifestaciones estudiantiles,como las de Madrid en 1956,la década de los 50 había traído al PCE muchos más reveses que victorias.Pero desde 1962 el panorama mejoró para él gracias a dos iniciativas:las Comisiones Obreras (CCOO) y el Sindicato Democrático de Estudiantes (SDE).
Las Comisiones surgieron espontáneamente en las huelgas de dicho año,como grupos de delegados ocasionales al margen del sindicato oficial,y el PCE tuvo la visión de darles una estructura permanente,en apariencia abierta a todo el mundo,pero férreamente controlada por él.Este movimiento se organizó en gran parte en locales eclesiásticos y con ayuda del clero progresista.Con su ficticio desligamiento de partidos,de los que se fiaban poco los obreros,y su agitación reivindicativa,CCOO ganó prestigio,explotó durante unos años su posición ambigua,ni legal ni ilegal,y probó a copar en las elecciones los cargos del sindicato oficial,para dominarlo desde dentro.Pero la ficción apolítica no duró,pues todo el mundo llegó a saber qué partido estaba detrás,y en 1967 la policía desarticuló las CCOO,sumiéndolas en crisis.El PCE aplicó en la universidad la misma táctica de crear un montaje supuestamente apartidista,gracias al cual terminó por hundir al sindicato oficial de estudiantes (SEU),a finales de la década.
Siguiendo la estrategia comunista de ahondar en todas las posibles grietas del sistema,tanto CCOO como el SDE fomentaban los nacionalismos vasco,catalán y gallego,incluyendo entre sus reivindicaciones el derecho de autodeterminación o los derechos nacionales.Dado el éxito considerable de Comisiones y del Sindicato Democrático también en Cataluña y Vasconia,puede decirse que el grueso de la agitación pronacionalista,aunque mezclada con reivindicaciones más generales,recayó por entonces en dichas organizaciones de dirección comunista.
El PCE se hizo el eje de casi toda la oposición antifranquista,salvo en Vasconia,debido a la incidencia del terrorismo,a la que alentaba y trataba de dirigir,anudando lazos y proponiendo acciones comunes.Llevó el acuerdo hasta personajes de la oligarquía y ex franquistas como Areilza,Joaquín Ruiz Jiménez o Joaquín Satrústegui,ocupados en asegurarse un espacio político a la muerte de Franco.Éstos pensaban valerse para sus fines del esfuerzo comunista,tal como los comunistas pensaban utilizarlos a ellos.El PCE,que ni en su época más stalinista había dejado de enarbolar la bandera de las libertades,lo hizo entonces con redoblada energía.Crecía así una confusa marea antifranquista,mezcla inextricable de totalitarismo marxista,anticapitalismos de diversa índole,nacionalismos regionales y reivindicaciones democráticas.En un sentido retomaba los tópicos del Frente Popular,pero en otro se alejaba de él,concibiendo hasta la posibilidad de una monarquía (no la de Juan Carlos),mientras los gobiernos y grupos del exilio quedaban cada vez más remotos.
Aun con todos sus avances,el movimiento comunista sufría una crisis,reflejo de la división entre la estrategia maoísta y la soviética.Tras la frustrante aventura del maquis,el PCE pensaba alcanzar el socialismo real por medio de movimientos de masas,y si bien mantenía la idea de la lucha armada,la relegó a segundo plano.Por esa semirrenuncia le acusaban los maoístas y otros comunistas radicales,muy activos y a veces violentos en la práctica,pero atomizados.El PCE replicaba exhibiendo sus movilizaciones u otros éxitos políticos.Pero tales avances,si bien muy notables comparados con otras épocas,estuvieron siempre lejos de la huelga nacional con la que los comunistas aspiraban a derrocar al franquismo.
Pues en realidad el régimen no se debilitaba,sino que se robustecía en muchos sentidos.Había derrotado a todos sus enemigos internos y externos,y en 1951 había superado la renta per capita de preguerra.En los años 50 había desaparecido el hambre,por primera vez,entre las causas de muerte en España;y aunque la autarquía cultivada hasta entonces estaba agotada a finales de la década,una oportuna reforma económica empujaba desde principio de los 60 una espectacular expansión productiva que,entre otras cosas,resolvió definitivamente la vieja cuestión agraria mediante la emigración,única salida adecuada al exceso de población campesina.
Un indicio de la fortaleza del franquismo lo ofrece la emigración a otros países europeos,por la que pasaron quizá tres millones de personas durante ese decenio.Estas personas abandonaban sus pueblos,y a menudo sus familias,y por tanto debían estar resentidas con el régimen al que podían culpar de sus penurias,aparte de probar en el extranjero las libertades y la democracia.Sin embargo los emigrantes que iban y venían no actuaron,en general,contra el franquismo,y la propaganda de las formaciones izquierdistas en el exterior surtía escaso efecto sobre la mayoría de ellos.Otro indicio lo encontramos en el número de presos políticos,inferior al medio millar a finales de la relativamente agitada década,y a pesar del fuerte incremento causado por las actividades de la ETA.
La propia acción de las oposiciones se realizaba en muy buena parte por medio legales o semilegales,prueba del profundo cambio en el régimen desde los años 40.Aunque sin libertades políticas,en los 60 la libertad personal era muy amplia y la prensa más plural,abundando publicaciones contestatarias como el diario Madrid,y hasta comunistas sin mucho disimulo,como la influyente revista Triunfo;o se editaban numerosos libros marxistas.La progresiva liberalización hablaba de un régimen que se sentía menos amenazado,y más capaz de absorber protestas.La propaganda presenta a los movimiento antifranquistas mimbrados de heroísmo frente a una feroz represión,pero la tolerancia oficial con ellos aumentaba,y la represión,en forma de multas,suspensiones o encarcelamientos generalmente breves,sólo se endurecía cuando la impronta comunista destacaba demasiado,o se atacaba demasiado directamente a Franco.Las ejecuciones de Grimao y de dos anarquistas por dos atentados marcaron los límites.En trece años,desde 1953 a 1976,el Tribunal de Orden Público juzgó a 11.251 personas por actividades antifranquistas,cifra indicativa de la poca actividad opositora en un país de unos 35 millones de habitantes.Tampoco las penas,10.146 años de prisión,menos de un año por persona,indican una represión brutal,máxime cuando la mayoría no se cumplieron,por ser inferiores a un año.Y la vasta mayoría de los detenidos simpatizaba con regímenes incomparablemente más represivos.
En Cataluña la oposición propiamente nacionalista era casi insignificante.Jordi Pujol y otros se orientaron hacia la acción cultural,mucho menos arriesgada que la política,pues el régimen la permitía y a veces la fomentaba.Trataban,pues,de aprovechar esas ventajas y dar a su actuación un sesgo nacionalista abierto o solapado.En 1961 fundaron la asociación legal Omnium Cultural.También surgió por entonces la Nova cançó,un movimiento de cantantes de calidad desigual,varios de ellos muy politizados en sentido izquierdista o nacionalista,o ambos,y que compusieron algunas canciones de propaganda antifranquista.
Después de las declaraciones de Escarré,en 1963,habría que esperar tres años a una campaña de tintes claramente nacionalistas:la emprendida contra los obispos de origen no catalán.Sus propulsores,que alardeaban de europeísmo y modernidad,sólo admitían en Catalunya obispos catalanes,nacionalistas.
 

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Enviado viernes, 09 de diciembre, 2005 - 07:23 am:   Editar Mensaje Borrar Mensaje Ver Mensaje/Comprobar IP Imprimir Mensaje    Compartir Mover Mensaje (Sólo Moderador/Administrador) Prohibir IP de este Remitente (Sólo Moderador/Administrador)
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LXX.- Revolución en la Iglesia (5)

También en marzo de 1966 nació el Sindicato Democrático de Estudiantes barcelonés.El título democrático no impedía que el grupo estuviera bajo la firme rienda del PSUC,la sección catalana del PCE.De nuevo salió a la luz la colaboración entre los comunistas y la Iglesia avanzada,pues la fundación del sindicato tuvo lugar en el convento de capuchinos de Sarriá,donde los estudiantes reunidos pudieron mantenerse dos días antes de que la policía recibiese autorización de intervenir,recibiendo con ello la máxima repercusión publicitaria.Numerosos estudiantes fueron arrestados.Poco después,en mayo,130 sacerdotes y religiosos protestaron en la vía pública barcelonesa por los malos tratos a un estudiante.Una manifestación de sotanas resultaba un espectáculo realmente insólito,y no pareció a muchos del todo serio,pero en adelante iban a aparecer cada vez más sacerdotes mezclados en actividades de izquierda,sin exceptuar los terroristas.
En esos años los círculos nacionalistas mostraban la mayor preocupación por la riada de inmigrantes llegados a Catalunya.El desarrollo económico ocasionó un trasvase de población desde las zonas agrarias de Andalucía,Extremadura,Castilla o Galicia,hacia las grandes ciudades,en especial Madrid,Barcelona,Bilbao,Sevilla,Valencia,Vigo,etc.Según la propaganda habitual aún hoy,el régimen había procurado el empobrecimiento de Cataluña y al mismo tiempo la inmigración,para descatalanizar al Principado.Pero la contradicción salta a la vista.En realidad el franquismo promovió desde sus mismos inicios la industria y las empresas en Cataluña,que disfrutó en los años 60 de una prosperidad sin precedentes,pese o gracias a haber descendido mucho el proteccionismo tras la anulación del arancel Cambó.Muy lamentada por los nacionalistas,la inmigración contribuyó al enriquecimiento general y no afectó seriamente a la cultura tradicional catalana,pues paralelamente hubo un resurgimiento de ésta,tolerado y a veces ayudado desde instancias oficiales.
Los inmigrantes constituyeron la principal base de los movimientos reivindicativos y,aunque no nacionalistas,defendieron reclamaciones catalanistas con más energía y riesgo que los propios nacionalistas,cuya presencia en la lucha contra la dictadura fue precaria.Así,a través de la acción comunista y clerical,empezó a rehacerse inopinadamente el nacionalismo.El PCE estimulaba los nacionalismos vasco,catalán y gallego para fracturar al enemigo principal,la oligarquía financiera y terrateniente,con tanto mayor entusiasmo a causa de la aversión al nacionalismo español de un régimen que le había derrotado una y otra vez.Durante esos años la oposición antifranquista unió la repulsa a Franco con la repulsa al patriotismo español,aunque se hablase de otra España de definición imprecisa y variable según el partido que emplease la expresión.No fueron,sobre todo en Cataluña,los nacionalistas,sino los comunistas,y de otra manera la Iglesia,quienes impulsaron y apoyaron el renacer del nacionalismo.
Renacimiento relativo.En los últimos años se ha creado una difundida impresión de que Franco tenía muy mal ambiente en Cataluña,pero sólo ocurría en ámbitos minoritarios.Franco visitó oficialmente quince veces la región,la última en 1970,cuando ya se hacía notar su declive físico.En todas ellas fue objeto de un recibimiento multitudinario y entusiasta,bien explícito en fotos y documentales.
La década de los 60 terminaba,en 1969,con la constitución de la Coordinadora de Forces Politiquees de Catalunya,impulsada,como casi siempre,por los comunistas.En ella entraban grupos nacionalistas,como la Ezquerra,un Front Nacional,y la democristiana Unió Democrática de Catalunya,todos ellos grupúsculos,pero interesantes para la táctica del PSUC.
Y también terminaba la década con un nuevo golpe al régimen por parte de Pablo VI,que en 1969 reconvino públicamente a los obispos españoles y al franquismo,tomando partido por el clero progresista.La advertencia papal despertó auténtica indignación en los criticados,y un obispo llegó a acusar al Papa de apoyar al terrorismo,según relata el cardenal Tarancón,principal abanderado de los nuevos aires.El Papa no veía con agrado la vinculación que la Iglesia española tenía con el régimen.Temía que cuando se produjese el cambio tuviese que pagar la Iglesia una factura muy cara.Y deseaba promover a los obispos más despegados u opuestos a Franco.
Ese mismo año asistía Tarancón a un Simposio de obispos europeos en Suiza,y en él me di cuenta de que el fenómeno contestatario que se había iniciado en España no era más que un eco,y muy débil por cierto,de la corriente contestataria que de manera impetuosa irrumpía sobre Europa.En Europa se defendía la tesis de que los sacerdotes debían comprometerse en el cambio de las estructuras políticas y sociales en nombre del Evangelio y aun por procedimientos violentos,porque eran injustas.Se hablaba ya abiertamente de la teología de la violencia y de la teología de la revolución.Sin duda los democráticos líderes comunistas tenían bastantes razones para estar contentos de evolución semejante.
En los años 60 surgió en España un nuevo movimiento de izquierda y nacionalista con rasgos históricamente inéditos,principalmente la hegemonía comunista,mientras casi se esfumaban fuerzas otrora tan definitorias como los republicanos,anarquistas,socialistas o los viejos partidos nacionalistas.Y al lado de este fenómeno,aparecía un terrorismo nacionalista también nuevo,en Vascongadas.
Pero el rasgo clave de la época fue sin duda el cambio en la Iglesia,su parcial pero muy nutrida incorporación al antifranquismo.Para el régimen constituyó un problema mucho más serio que la proliferación de grupos de oposición,rara vez influyentes.Pues de un lado la defección eclesiástica fragilizaba uno de los pilares del sistema,y de otro alimentaba a todos sus enemigos.Dentro de la Iglesia de esta época pueden distinguirse tres tendencias.Una,minoritaria y representada en especial por el obispo Guerra Campos,continuaba fiel al régimen;otra,posiblemente mayoritaria,trataba de preparar un relevo no traumático al franquismo,sin romper del todo con él:línea representada por Tarancón;y la tercera se comprometía abiertamente con los extremismos de izquierda.La línea separadora entre las dos últimas tendencias no siempre quedaba clara.Quizá como balance final cabría señalar que la Iglesia desempeñó un papel muy relevante en la creación de un ambiente social propicio a las libertades y a un cambio político moderado,pero al mismo tiempo favoreció de modo no menos importante el despertar de movimientos totalitarios,secesionistas y hasta terroristas.
 

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LXXI.- Un terrorismo bendecido (1)

El protagonismo comunista en la oposición a Franco sólo quedó parcialmente eclipsado,ya en los años 70,por una organización nacionalista,la ETA,desgajada del PNV y resuelta a emplear el terrorismo como método fundamental de acción.
Sabino Arana nunca reprobó la violencia.Desde su reivindicación de las glorias patrias a la siembra de un odio despiadado al hijo del romano,pasando por las incitaciones belicosas,todo su discurso entraña un llamamiento a las armas.Si no preconizó el recurso inmediato a ellas se debió a la realista apreciación de que tal aventura tenía pocas trazas de concluir bien para los suyos.No obstante quedaría en el PNV una sorda inclinación por la violencia,aunque apenas llegara a cuajar,manifiesta en el pacto con los separatistas catalanes y gallegos en 1923,y en algunas iniciativas durante la II República,así como en la tradición de formar juventudes con espíritu paramilitar,para cuando las condiciones permitieran pasar a los hechos.
La derrota,no especialmente gloriosa,en la guerra civil había convencido al PNV de la inutilidad de la acción armada,al menos por un largo tiempo.En la euforia del fin de la guerra mundial no habían faltado iniciativas guerreras,preparándose algunos grupos de acción por los servicios secretos de USA,pero entre la desalentadora experiencia del maquis,la falta de eco en la población,y el afianzamiento de Franco,los dirigentes renunciaron a esa vía,con algunas excepciones irrelevantes.
Se impuso entonces el pacifismo,prevaleciendo en los círculos sabinianos la orientación cristianodemócrata y europeísta.Mantenido el núcleo esencial de la doctrina sabiniana,el europeísmo aparecía como un modo indirecto de diluir,y en su momento eliminar,la nación y el Estado español,mientras que la combinación de democracia y cristianismo permitía denunciar al régimen de Franco,acogiéndose a un tiempo a la vasta protección de la Iglesia y al prestigio de la democracia.Pero el fracaso de las maniobras políticas y diplomáticas de Aguirre a partir de 1946 había llevado al PNV a la pasividad.Muchos viejos dirigentes y militantes del PNV,como Luis,el hermano del fundador,vivían apaciblemnte en España.Todo ello irritaba a algunos jóvenes,proclives a tomarse al pie de la letra las prédicas de Sabino Arana,transmitidas por tradición familiar o en círculos eclesiales.
Ya en 1952 una tertulia de estudiantes de los jesuitas de Deusto sacó la revista clandestina Ekin (Hacer),para integrarse pocos años después en la asociación juvenil nacionalista EGI (Eusko Gaztedi Indurra).Al no lograr imponer en EGI sus puntos de vista se escindieron,arrastrando a algunos simpatizantes,y en 1959 fundaron un nuevo grupo,Euskadi ta Azkatasuna,Euskadi y Liberdad,ETA,llamada a incidir en la historia española,a partir de los años 70,casi tan profundamente como el terrorismo anarquista en la Restauración.
La ETA trajo innovaciones al nacionalismo vasco.Se proclamó revolucionaria y,calificando de reaccionario al PNV,propugnaba un partido socialista vasco,no marxista al principio.Rechazaba también la idea del sufragio fogueral,o de los padres de familia,caro al PNV,y aceptaba el sufragio universal.Asimiló Euskadi,como supuesta colonia,a las africanas,cuyos movimientos anticoloniales armados debían imitar los vascos:Es evidente que el camino que hemos de seguir es similar al de los argelinos o angoleños.También contaba mucho en la nueva orientación el modelo castrista,impuesto en Cuba desde 1959 mediante la guerrilla.En su desarrollo,la ETA iba a tener relaciones muy estrechas con la revolución cubana y la argelina,a través de los respectivos servicios secretos.También defendía la federación de Euskadi en Europa,con ciertas reminiscencias anarquistas:no federaciones de entes monstruosos como los Estados modernos.El federalismo ha de ser integral,que partiendo del individuo pase por el Municipio,Provincia,Estado o región,Federación europea,y que llegue si se quiere hasta la federación mundial.Y vaticinaba,a principios de los 60:los Estados actuales,España,Francia,Italia,etc.,no tendrán sentido de seguir existiendo de aquí a veinte años.
En cierto sentido la ETA refundaba el nacionalismo.No obstante el núcleo de su ideología seguía siendo la doctrina de Sabino Arana:los siglos de integración con las demás regiones en la unidad de España quedaban reducidos a un recuerdo oprobioso.Se trataba de empaparnos de las ideas de nuestros antepasados y con ellas como base comenzar la reconstrucción.Obviamente,los antepasados eran Sabino Arana y sus seguidores,pues los vascos comunes se habían considerado españoles durante siglos.En su exclusivismo iban incluso más allá que el resignado PNV:De los dos miembros principales de la inoperante coalición del llamado gobierno de Euskadi en el exilio,nos gustaría tratar más de cerca con el PSOE.Para que ningún ingenuo se llame a error,PSOE significa Partido Socialista Obrero Español,representante de los intereses de clase de los obreros españoles que,para su desgracia,nos trajeron a Euskadi los capitalistas bilbainoides.Es el partido de una minoría extranjera importada en Euskadi para desnacionalizar a este pueblo esclavizado por España;realiza un colonialismo contra el pueblo que sufre la invasión.Un partido aspirante a imponer una filosofía a lo PSOE a un pueblo que difiere del español más que el ruso de los paraguayos.
Difiriendo tanto,como ya había enseñado Sabino Arana,no podía extrañar la crítica,extensible también a los comunistas:el PCE y su apéndice vasco actúan ante todo no como internacionalistas,sino como españoles.Y así,porque queremos ser auténticamente vascos,porque creemos sinceramente que el Pueblo Vasco se salvará a la vez que el hombre vasco,no creemos al comunismo,por muchos Partidos Comunista de Euskadi que existan.No basta decir Euskadi muchas veces,pues incluso en sus emisiones para los vascos nos radian bilbainadas norteñas.
Otro tópico extraído de Sabino Arana:España saca de Euskadi todo el dinero para desperdiciarlo y perderlo entre los esbirros de los diferentes Ministerios,además de emplearlo en embellecer Madrid y diferentes regiones.Así vemos que solamente Vizcaya da a Madrid más de quince veces el dinero que recibe del poder centralista,para poder atender a la enseñanza,la conservación de carreteras,puertos,etc.Vasconia,como el resto de España,prosperaba en los primeros años 60 con más rapidez que nunca,y las inversiones del Estado allí superaban en mucho a las de otras regiones,debido a sus ventajas iniciales.No faltaban en la propaganda etarra,como en la del resto de la izquierda,las alusiones a los sueldos de hambre,o de miseria,cuando el hambre ya no existía,y los sueldos mejoraban de año en año.
Con el descrédito del racismo tras la derrota de Hitler,los nacionalistas procuraban eludir las declaraciones al respecto,pero la idea continuaba como un motivo no por oscurecido menos eficiente.La ETA también condenaba el racismo,pero éste afloraba en expresiones como los rusos y los paraguayos,o en sus alusiones a los inmigrantes,llamados despectivamente coreanos e invasores,supuestamente cargados de odio hacia los vascos.El remedio propuesto tiene toques totalitarios:El problema de la emigración-inmigración de Euskadi,lo mismo que los demás problemas vascos,no tiene solución sin libertad nacional.El problema es,estrictamente,un problema de Planificación Demográfica,de regulación racional de los movimientos de la mano de obra:vasca en primer lugar,y extranjera después.No obstante,las pretensiones socialistas en su doctrina causarían divergencias.Después de todo,los inmigrantes protagonizaban las principales huelgas,el enemigo principal por el momento.Algunos hablaban de asimilarlos en lugar de expulsarlos,y había quien osaba ver en la inmigración no una maniobra política de Madrid,sino una tendencia general en Europa:también Milán está llena de coreanos españoles y vascos;y proponía vagamente tratar a los inmigrantes como víctimas del desastre franquista.
Abundaban las buenas intenciones:No creemos conveniente fomentar un nacionalismo exagerado y absorbente,al estilo de los regímenes totalitarios.Tales formas tienen más de fanatismo ciego que de verdadero patriotismo.Con ocasión del verano toda Euskadi se engalana para recibir a los turistas;en algunas zonas no se engalana,sino que se vuelca materialmente para entretenerles y divertirles.En vez de recibir a pedradas o a tiros a los extranjeros que frivolizan ante un pueblo que agoniza,en vez de machacar a golpes a los turistas españoles y franceses.¡Qué triste espectáculo el que da Euskadi en verano!.Por doquier folklore vasco.Un folklore externo y prefabricado,sin nervio,sin vibración vasca,que se generaliza como la peste y pretende arrogarse incluso títulos de actividad vasquista.¡Qué horror!.¡¡¡Mientras tanto el país desaparece y se consuma con alegría incomprensible nuestro propio genocidio!!!.He ahí a nuestro pueblo:mientras se le asesina,sonríe y agasaja.Se nos dirá que el folklore es un elemento que da conciencia nacional.Conforme.Pero la hora del folklore ha pasado.¡Abajo el folklore!.¡Viva la Resistencia Nacional Vasca!.
¿Agonizaba la cultura vasca?.Como la misma protesta indica,ocurría lo contrario.Aparte de la cultura vasca en castellano y del folklore aumentaba la edición de libros en vascuence;la Academia Vasca,reorganizada desde 1950,se aplicaba a unificar y normalizar el idioma;surgían nuevas y variadas actividades culturales en el idioma regional,aunque con insuficiente impronta nacionalista para el gusto de los enojados etarras.Y la gente común,lejos de sentirse esclavizada,asesinada,o sometida a genocidio,manifestaba una alegría desazonante.
 

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LXXII.- Un terrorismo bendecido (2)

Los reprimidos fervores raciales se transfirieron con reduplicada fuerza al idioma,elemento definidor y separador,como recoge el discurso exasperado de un jefe etarra ante miembros del PNV:acabo de dejar de hablar en la única lengua vasca que existe y,por lo que sea,empiezo a hablar en español,en el idioma de España,en el mismo en que se expresan Eymar y Franco.Siento vergüenza y asco.Es insoportablemente doloroso,para los patriotas verdaderos,este abandono de nuestra maravillosa lengua nacional y su sustitución,hasta alegre diría,por la lengua del opresor de siempre.El castellano,lengua de la gran mayoría de los vascos y hablado desde tiempo inmemorial en la región,idioma de sus fueros y de la mayor parte de su literatura,resultaba no ser un idioma vasco.Peor incluso:el español y el francés son las lenguas al servicio del genocidio.Rechacémoslas visceralmente,¡vomitémoslas!.El pseudopatriota euskaldún que no enseña euskera a sus hijos es un monstruo,mezcla de imbecilidad y de histeria norteña.Aunque un observador imparcial podría encontrar la histeria más bien en estas frases:El patriota vasco que no habla euskera es un tipo de idiota que debe desaparecer;un vasco para el que el problema del euskera no es decisivo es un traidor.Y esto cuando casi todos los etarras tienen al español por idioma materno,hablan el vascuence con torpeza,o no lo hablan en absoluto,pese a sus esfuerzos por dominarlo;y la población vascohablante muestra poco interés en las prédicas etarras.
Pero todo esto fue el más crudo lenguaje de Sabino Arana,y también el catolicismo de los activistas en la primera época.Catolicismo,sin embargo,progresista,veteado de marxismo.Que exhiben artículos como éste,publicado en Zutik en 1961:los obispos de Cuba ya han clamado contra las torturas y contra la falta de libertad,y pronto la palabra del propio Papa ha venido a apoyarles,exhortando a los católicos cubanos en esta hora difícil.Si el que esto subscribe,y como él otros muchos vascos,no hubiera perdido ya totalmente la fe,la reacción no sería ya,como es todavía,la indignación,sino simplemente la reafirmación.Diríamos:la Iglesia es una organización reaccionaria,llena de fascistas.Pero el que suscribe,a pesar de recibir jarros de agua fría todos los días,aún no ha perdido la facultad de la indignación y de la sorpresa.Porque,los que ahora protestan de las torturas y de la falta de libertad,no dijeron nada contra Batista y contra Trujillo.Y porque la Iglesia protesta en Cuba contra la tortura,y en España condena por sus evidentes falsedades a los sacerdotes que la proclaman en escrito estrictamente cierto.Condenar la tortura castrista y aprobar la franquista es una vergüenza.Porque Castro es infinitamente menos anticristiano que Franco,verdadero anti-Cristo.Tanta falsedad,tanta injusticia,tanto fascismo,tanta porquería es ya injustificable.¿A quién puede convencer la Iglesia predicando en las encíclicas los derechos del Hombre,si luego,indefectiblemente,apoya a los mayores opresores de la Humanidad?.Castro devuelve las tierras a los agricultores,expulsa a los supercapitalistas,inicia la revolución social... y en ese preciso momento se inician los malos momentos.No en los siglos de colonización española,cuando los periódicos anunciaban aun a fines del siglo XIX la venta de una negra robusta,con cría;ni en la época del analfabetismo general y la explotación económica total,hasta la llegada de Castro.Claro que en Cuba nunca ha habido respeto a la persona humana,nunca más que con Castro (a pesar de las deficiencias que conocemos).
El clarificador escrito refleja la fuerte inclinación de los cristianos progresistas de la época por el comunismo,y a despreocuparse de los fusilamientos,torturas y abolición de los derechos humanos en los regímenes marxistas,puesto que erradicaban los horrores del capitalismo.
Luego resalta el falseamiento de la realidad.En Cuba persistió el esclavismo más tiempo que en otros lugares,pero en ello tuvieron mucho peso los intereses catalanes y vascos como parte de los españoles.Y el nivel de vida cubano era,en la colonia ya antes de Castro,uno de los más altos de Iberoamérica;y bajo el índice de analfabetismo.Castro dio unas engañosas propiedades al sector más pobre de la población,y enseñó a leer –como medio de adoctrinamiento,e imponiendo una censura estricta- a los analfabetos restantes,en torno al 15 %.Las principales víctimas del expolio y expulsión de los supercapitalistas fueron miles de españoles,dueños de pequeños y medianos negocios.Llegaría a huir del castrismo más del 20 % de la población,proporción rara vez alcanzada en la historia de los totalitarismos del siglo,pero que nunca ha impresionado a los admiradores occidentales de Fidel Castro.
No menos interés tiene la comparación con España.Así como las condiciones de vida mejoraban rápidamente en este país,el bienestar material de los cubanos empeoró con la misma rapidez bajo el castrismo.Y pintar como cristiano a Castro,líder de un sistema totalitario y agresivamente ateo en un principio,y como anti-Cristo a Franco,que salvó a la Iglesia de un sanguinario exterminio perpetrado por las fuerzas con quienes los nacionalistas vascos se habían aliado,y a quienes,por interés secesionista,habían apoyado ya antes de empezar la guerra,sólo puede calificarse de asombroso.
La indignación que rezuman las palabras del ideólogo de Zutik provoca perplejidad.¿Hasta qué punto hablaba con sinceridad?.A primera vista,y aun admitiendo su desinformación o ignorancia,parece inspirado por nobles e ingenuas aspiraciones,pero no puede haber ingenuidad.No había posibilidad material de ignorar el carácter de los regímenes marxistas,o la mejora de las condiciones de vida en España,o la muy favorable situación de España comparada con la de dichos regímenes,porque los datos disponibles para cualquier persona medianamente informada,o deseosa de informarse,eran abundantísimos.Se trataba,forzosamente,de falseamientos deliberados.La falsedad encontraba justificación como instrumento de movilización en pro de un sistema sublime de justicia social y liberación del ser humano vasco,y contra un enemigo absolutamente denigrado.Se mentía,pues,por la buena causa,por la movilización de los vascos.Quienes así escribían podían llegar a sugestionarse y creer sus propias patrañas,pero sólo a costa de rechazar gran parte de la realidad.La indignación funcionaba a un tiempo como justificación y como pose,en un proceso psicológico bastante simple.
Cabe observar asimismo que la rápida evolución de aquellos cristianos hacia el comunismo no les impediría nunca utilizar al clero.Pocos sacerdotes simpatizaban aún con el nacionalismo revolucionario,pero su número crecía y,como señalaba Zutik por aquellas fechas, existía ya una minoría de excelentes sacerdotes y ciudadanos vascos que hacen lo indecible para la aplicación de estos principios.Para ellos,pocos pero llenos de coraje y buena voluntad,nuestra admiración y nuestro ánimo para que continúen contra todos y contra todo por el camino trazado.Con el tiempo la cosecha etarra en medios clericales llegaría a ser espléndida.
Pues fue en 1962,con motivo y por influjo de las grandes huelgas,cuando la atracción hacia el marxismo cobró vigor superando prevenciones,flojas desde el principio:No que el marxismo sea imperialista o genocida:nada más erróneo que esto,aseguraban con énfasis los etarras.Lo malo del marxismo era su carácter a-nacional,al margen de las naciones étnicas.Pronto aprenderían a nacionalizarlo.
También en 1962 salió a la luz un libro orientador en buena medida de la ideología etarra:Vasconia,de Federico Krutwig.Llamado,con cierta exageración,la Bíblia de ETA.Krutwig,hispanovasco de padre alemán adinerado,se hizo nacionalista radical.Queriendo renovar la ideología,se presentaba como apóstol de la lucha armada en el esquema marxista-leninista o maoísta.En su libro rompía de palabra con el racismo de Sabino Arana,cambiando la idea de raza por la de etnia,más científica en su opinión y caracterizada por el idioma y diversos rasgos sociales.Pero su concepción de la etnia resulta tan absorbente,exclusivista y violenta,que remite claramente al nazismo:Mi espanto fue tremendo cuando me enteré que Leizaola,lehendakari del gobierno vasco en el exilio,era colaborador gratuito del enemigo.Siendo la máxima representación de las esencias de los vascos,permite que sus hijos hablen la lengua del enemigo.En la Europa central hubiera sido fusilado de rodillas y por la espalda.El progreso habla en vascuence,la reacción en castellano,diría en otra ocasión.A su entender los nacionalistas se habían hispanizado mucho en el exilio.
Su etnicismo le opuso al catolicismo,tanto por compartirlo los españoles y los franceses,como por sus valores,en los que veía una rémora para una guerra de liberación obligadamente cruel e inmisericorde:No hay duda de que la Iglesia de Roma ha sido el arma empleada para esclavizar al espíritu vasco,el arma de opresión más odiosa.Al pueblo vasco se le impuso una clase explotadora que lo expoliaba en nombre de Cristo y a favor del catolicismo de España o Francia.Tocante a la Iglesia,Krutwig no se andaba por las ramas:esta institución debe ser incluida en las asociaciones delictivas que la Humanidad debiera tachar y suprimir con el oprobio que merecen;no habrá nunca suficientes pinos y farolas para poder limpiar adecuadamente tanto asesinato cometido en nombre de Cristo y de España,etc.Para resguardar la etnia y distinguirse más a fondo de sus vecinos,los vascos debían cultivar el neopaganismo e incluso doctrinas esotéricas,ideas reminiscentes de las S.S. hitlerianas.Aspiraba también a una especie de Gran Euskadi extendida desde el Ebro hasta el Garona,ocupando parte de Santander,Logroño y Aragón,además de Navarra y una amplia región de Francia.
 

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LXXIII.- Un terrorismo bendecido (3)

En función de sus objetivos Krutwig proponía un plan de guerra embrollado y poco práctico,pero de despiadada brutalidad.Preveía la eliminación de empleados públicos,la intimidación y el terrorismo contra los que cumplen con las medidas prescritas por el Estado y la administración,como jueces y empleados de los juzgados;voladura de cuarteles,especialmente cuando estén llenos de tropas;no se deberá dejar nunca lugar a dudas de que todo policía o militar enemigo es un objetivo de nuestra actividad guerrera.Los policías que hasta hoy han torturado a los detenidos vascos deberán ser pasados por las armas,o degollados.En estos casos es recomendable,siempre que se pueda,emplear el degüello de estos entes infrahumanos.No se debe tener para ellos otro sentimiento que el que se posee frente a las plagas que hay que exterminar.Cuando ello no represente ningún peligro para el guerrillero,estos torturadores deberán ser eliminados por medio de la tortura.Si las fuerzas de ocupación siguieren con sus medidas de tortura no se deberá nunca dudar en el empleo del retalión,exterminar a los familiares de los torturadores y a los agentes de la autoridad civil y militar.Para apreciar debidamente estas frases cabe señalar que la ETA tenía aún muy poca gente en la cárcel;que,como ocurriría casi siempre,casi todos los detenidos lo eran sin resistencia a la policía,pese a las terribles torturas que sus propagandas afirmaban;que ninguno murió,y que un motivo de ansiedad persistente en los jefes de la organización sería la facilidad con la que cantaban en Comisaría muchos terroristas detenidos.En cualquier caso,observa Krutwig:en la historia todo progreso no pudo jamás llevarse a cabo si no fue a pesar de la moral o contra la moral existente.
La prédica del fanatismo tampoco entendía de matices,como explicaba el ideólogo en La insurrección en Euskadi:Para el gudari-militante comprometido en cuerpo y alma en la guerra revolucionaria engañar,obligar y matar no son actos únicamente deplorables,sino necesarios;para nosotros nuestra verdad es la verdad absoluta,es decir,verdad exclusiva que no permite ni la duda ni la oposición,y que justifica la eliminación de los enemigos virtuales o reales.
Para hacer justicia a Krutwig,considerado un sabio vasco en medios nacionalistas,debe advertirse que él nunca corrió el riesgo de ser torturado,pues se exilió oportunamente:perteneció a la nutrida raza de los intelectuales incondicionales de la violencia,pero propensos a dejar su práctica a otros.
El influjo de Krutwig y sus seguidores en la ETA,y la marxistización progresiva de la organización,harían ir pasando a segundo plano,y a veces a la exclusión,a los fundadores más persistentes en su catolicismo,como Álvarez Emparantza,llamado Txillardegui,también partidario de la seguridad del exilio.
El recurso a la violencia en la ETA tenía otra profunda razón de ser.La pasividad y resignación reprochadas al PNV no nacían de la voluntad del partido,sino del deplorable desinterés popular por las prédicas nacionalistas.Las quejas etarras revelan una población que se sentía razonablemente cómoda,disfrutaba de un nivel de vida en constante mejora,y un régmen que toleraba,con reticencias a veces,estimulándolo otras,el reimpulso de la cultura en vascuence.Buena parte de los vascos simpatizaba con el franquismo,y Franco era acogido calurosamente cuando iba a veranear a San Sebastián;otra parte,probablemente mayor,sentía indiferencia;y el sector hostil lo era de forma tibia y sin consecuencias.La guerra civil había durado allí poco,pero permanecía en el recuerdo,aunque éste se difuminaba entre los jóvenes.En tales condiciones,la violencia podía convertirse en un revulsivo,en una forma eficaz de propaganda.
Nada más ilustrativo que el debate en la ETA,en los primeros años 60,en torno a la acción armada.Alguna propuesta de pacifismo al estilo Gandhi quedó enseguida olvidada ante las contundentes razones de Julen Madariaga,ideólogo y uno de los máximos dirigentes de la organización por entonces:Cuando una masa de quinientos vascos sea capaz de manifestarse pública y silenciosamente por las calles callaré.Y me uniré a ellos arrostrando juntos todas las consecuencias.Pero mientras sólo sean un puñado de patriotas los que tengan que hacer todo lo que se hace,el peso entero de la salvaje represión cae,y seguirá cayendo,sobre cada uno de ellos individualmente.¿Es que el pueblo vasco está dispuesto en bloque,o al menos una gran parte de él,a lanzarse a la lucha por su libertad?.¿No están siendo nuestros hermanos de Soria,Carabanchel y Martutene víctimas de un horrible pecado colectivo de su propio pueblo?.Y quede bien claro:no somos nosotros quienes estamos provocando la violencia.
Vuelve a sonar aquí la voz de Sabino Arana increpando a los vascos,mayoritariamente reacios a seguirle.Si ni siquiera quinientos de ellos seguían por las buenas a los etarras,no quedaba otro remedio que tomar medidas drásticas,también contra los autores del tremendo pecado colectivo:Hace falta que el pueblo vasco se rinda a la evidencia de una vez por todas de que Euskadi,es decir,nosotros,nos hallamos en estado de guerra con el ocupante extranjero.Y a esa guerra con el supuesto ocupante pensaban arrastrar velis nolis a los demás.Obviamente eran los etarras quienes provocaban la violencia con objetivos muy definidos,cuando el grueso de la oposición antifranquista,desalentado por los fracasos,había renunciado hasta cierto punto a ella.
La guerra seguiría pronto el esquema acción-represión-más acción,típica en los terrorismos.Receta sencilla y eficaz,si la organización no resultaba muy tocada:una minoría organizada asesta golpes materiales y psicológicos a la organización del Estado,haciendo que éste se vea obligado a responder y reprimir violentamente la agresión.La minoría organizada consigue eludir la represión y hacer que ésta caiga sobre las masas populares.Finalmente dicha minoría consigue que en lugar de pánico surja la rebeldía en la población.La táctica de la provocación sistemática,en suma.La violencia,sobre todo si la acompañaba el derramamiento de sangre,tenía además la ventaja de la espectacularidad,se convertía automáticamente en noticia;constituía en sí misma una inmejorable propaganda,productora de nuevas propagandas en forma de explicaciones,comunicados,reportajes,etc.
La ETA previó lúcidamente que su esquema de acción-represión podía ganarle numerosos aliados de hecho entre la burguesía,a la que pertenecían casi todos los etarras:como tapadera de sus verdaderos intereses económicos,este sector capitalista permitirá,e incluso alentará,la protesta de los grupos liberales y de los opositores al régimen,que se rasgarán las vestiduras por el genocidio al que se está sometiendo al País Vasco.Unos por razones humanitarias,y otros porque esto les sirve de palanca para atacar al Gobierno.Iban a abundar,en efecto,los que creyeran poder utilizar los atentados de la ETA en su propio beneficio.
Al mismo tiempo,y dentro de los esquemas marxistas-leninistas,los ideólogos retaban a la realidad con formulaciones como ésta:desde 1939 la situación ha cambiado,pero no en sentido de invalidar,sino de reforzar y añadir nuevos argumentos a lo expuesto hasta aquí.La opresión que sufren los pueblos ibéricos ha subido de grado con el paso del sistema a la fase monopolista.Al no tener que mediatizar su actividad al control de nadie que no sea la oligarquía monopolista,el Estado español dispone de los métodos más feroces para la represión de las masas populares.Con certeza la ETA habría sido aplastada rápidamente en una situación como la de los años 40,como lo había sido el maquis.Si en los años 80 podía mantenerse,se debía precisamente a que aprovechaba el muy sustancial descenso del nivel de la represión,y la creciente libertad política.
El terrorismo consiste básicamente en propaganda por la sangre.Por lo común aparece como la primera fase de una lucha más amplia,que debe terminar arrastrando a las masas a la revolución,a la insurrección o a una guerra real más o menos prolongada.Pero la ETA nunca iba a lograr el paso a una fase superior,por lo que su terrorismo acabaría siendo teorizado como una vía de acción permanente,destinada no tanto a convencer y llevar a la lucha a la población,como a desgastar a los gobiernos,año tras año,hasta obligarlos a claudicar ante las exigencias de la minoría armada que,en nombre de Euskadi,les había declarado la guerra.
En 1965 la ETA celebró su IV Asamblea,comenzada en la casa se ejercicios espirituales de los jesuitas de Azpeitia,que sabían a quiénes cobijaban.La reunión consagró los objetivos simultáneos de secesión y socialismo en un sentido cada vez más abiertamente marxista,e incluso marxista-leninista,y la táctica de la acción-represión-más acción como forma de desatar una espiral de lucha.Un paso importante fue la decisión de recurrir al atraco para allegar fondos.Siendo escasas las aportaciones populares,el capitalismo financiero,gran monopolista,hacedor de intrigas y de guerras,mantenedor de la odiosa opresión a que nos vemos sometidos,debe suministrarnos los medios necesarios.Pero,como relataría Echave en la revista Interviú,la plana mayor del grupo se mostraba incapaz de asaltar a un inofensivo y desarmado pagador de Banco.Superada la prueba,los atracos se volvieron el método normal de financiación.
 

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LXXIV.- Un terrorismo bendecido (4)

Y por entonces el clero nacional-progresista montó una red de escuelas sociales,donde,mediante conferencias,charlas,seminarios,etc.,difundía ideas avanzadas y de un nacionalismo radical.Su carácter legal o no ilegal,y el prestigio del clero,atrajeron a numerosos jóvenes a aquellos centros,llamados por algunos universidades populares,que tomaron enseguida carácter de adoctrinamiento político.Para la ETA supusieron un gran salto en su capacidad organizativa e influencia,pues fue ella quien más ampliamente y mejor supo explotar tales escuelas para formar grupos de simpatizantes y militantes por buena parte de la región.
Pero entre tanto se abrieron las disidencias en la organización:el viejo nacionalismo de fondo sabiniano,y el revolucionarismo marxista,no se ensamblaban con comodidad,ni el terrorismo con la acción de masas entre el proletariado.Un sector privilegiaba el nacionalismo,sin olvidar el socialismo,y otro el socialismo,sin olvidar el nacionalismo.El primero optaba por el terrorismo como eje de su actividad,sin excluir otras movilizaciones,y el segundo por la movilización sindical y popular,sin excluir la violencia.Las rivalidades cobraron un tono cada vez más acre,hasta derivar en una lucha furiosa por el poder interno.Los partidarios del terrorismo y de la secesión a toda costa acusaban de españolistas a los impulsores de un patriotismo obrero,frente al nacionalismo burgués,en ruptura completa con el PNV.Los patriotas obreros estaban impresionados por el éxito movilizador de las Comisiones Obreras en Vascongadas,Madrid,Barcelona,etc.
La guerra entre las dos líneas,la nacionalista-socialista y la socialista-nacionalista,se saldó con la victoria de la primera en la V Asamblea,realizada entre diciembre de 1966 y marzo del 67,tras una serie de maniobras y expulsiones previas que impidieron a los rivales defenderse o imponer sus puntos de vista.Fue la primera de una serie de escisiones en la organización,todas españolistas sui generis.El sector obrerista expulsado pasaría a llamarse ETA-berri (nueva),y el vencedor ETA-zarra (vieja),hasta que la primera cambió su nombre por el de Movimiento Comunista de España (MCE),recuperando los otros las siglas ETA.
Los vencedores se organizaron en cuatro frentes:militar,político,económico (sindical) y cultural,imitando un esquema del comunismo vietnamita.Su doctrina,vehementemente antiespañola y terrorista,pero también inspirada en un peculiar marxismo-leninismo,tenía la marca de Krutwig.Ello determinó la dimisión de Txillardegui y algunos otros históricos católicos,que admitían el marxismo como una luz para todos los que creemos en el socialismo,pero no como verdad absoluta.La V Asamblea comenzó en la casa parroquial de Gaztelu,en Guipúzcoa,y terminó en la casa de ejercicios espirituales de los jesuitas de Guetaria.Y algo tenían de ejercicios espirituales aquellas reuniones.
Pese a su temprana decisión de recurrir a las armas,la ETA tardó diez años en matar a alguien.Con alguna salvedad.Según parece hubo ya en 1959 el proyecto o intento,algo legendario y en todo caso frustrado,de provocar el descarrilamiento de un tren que llevaba a Bilbao a ex combatientes del ejército de Franco para un acto conmemorativo,lo que habría ocasionado probablemente una carnicería.Y en 1960 la organización mató a un bebé de 22 meses,la niña Begoña Urroz Ibarrola,abrasada por la explosión de un artefacto colocado en la estación de Amara,en San Sebastián.Asesinato que,por razones obvias,no fue reivindicado.
Durante los años siguientes los etarras dedicaron sus esfuerzos a una serie de pequeños atentados contra lápidas y símbolos fascistas,o contra negocios de personas españolistas,acompañados de una profusa y virulenta propaganda por medio de octavillas y publicaciones.También intervenían en las actividades culturales para radicalizarlas políticamente,o en las fiestas populares para darles un cariz nacionalista mediante la exhibición de banderas o gritos,tratando de provocar la intervención de la Guardia Civil contra el pueblo.En una de éstas,en 1966,llegó a haber un incidente con dos heridos.Mucha gente los consideraba unos alborotadores chillones e irrisorios,y pocos temían efectos demasiado graves de sus actos,pero sus actividades creaban ambiente y les atraían la admiración de bastantes jóvenes.Su ideología apenas era conocida,fuera de su exaltación patriótica.Así iba creciendo en torno a la organización un halo de prestigio,más pintoresco o folclórico que heroico,alejado de un auténtico respaldo popular.
Pero todo cambió el 7 de junio de 1968,con el asesinato de un Guardia Civil,cerca de Tolosa;José Antonio Pardines,gallego,al que Javier Echevarrieta,Txabi,disparó cinco veces con su pistola,por el simple hecho de haberles dado el alto,y percatarse de que viajaban en coche con matrículas falsas.
El autor de los disparos,y su acompañante Iñaki Sarasqueta,se refugiaron en casa de un sacerdote.Pero cuando Echevarrieta insistió en marcharse,fueron detenidos por una pareja de la Guardia Civil,y Echevarrieta imitó a un pistolero del oeste,escena de las de a ver quién tira primero.El Guardia Civil disparó antes,y Echevarrieta cayó muerto.
La ETA,el PNV,el clero nacionalista y la oposición antifranquista transformaron este doble episodio de muerte en un relato,entre heroico y martirial,de lucha por la libertad y venganza represiva.La versión difundida afirmaba que Echevarrieta había sido cazado a tiros,sacado del coche,esposado,puesto contra la pared y asesinado de un tiro en el corazón.Los sacerdotes nacionalistas celebraron por él muchas decenas de misas con las correspondientes homilías;en su honor se compusieron poemas y canciones,una de las cuales adaptaba otra compuesta por los comunistas para Julián Grimáu.El nombre del grupo terrorista empezó a sonar con fuerza dentro y fuera de España,levantando solidaridades.No sólo la ETA,también el nacionalismo y el antifranquismo en general,se identificaron con el mártir.
El asesinato del Guardia Civil,gratuito,sórdido y sin asomo de épica,realizado por un estudiante semidrogado,tuvo verdadero carácter inaugural.Hasta entonces la ETA era un grupo sin demasiada importancia,molesto para el gobierno,aunque mucho menos que el PCE,que organizaba frecuentes huelgas en Vascangadas.En adelante se convertiría,junto con los comunistas,en el enemigo principal del régimen.Y más allá de las lucubraciones teóricas de los años anteriores inauguraba también el método de lucha favorito de la ETA:el disparo por la espalda a la víctima indefensa.
La dirección etarra decidió tomar venganza por la muerte de Echevarrieta,y el 2 de agosto mataba a tiros en Irún al comisario Melitón Manzanas,de la brigada político-social.Ya antes del asesinato de Pardines estaba siendo vigilado Manzanas,pero no por etarras,sino por un dirigente del PNV,Jon Oñatibia,antiguo delegado del gobierno vasco en Nueva York.
Más interés tuvo la reacción del PNV,que después de haber acusado a Manzanas de torturador,desaprobó su asesinato e hizo correr el rumor de que había sido por un asunto de faldas.Y,por supuesto,la leve condena al crimen se volvía incondicional al régimen.En un comunicado oficial tras la muerte de Manzanas,el exiliado gobierno vasco,con asistencia de socialistas y republicanos,rechazó con la mayor vehemencia los abusos de poder del gobierno franquista,que se instauró y funciona violentamente,pues esta violencia ha dado lugar a otra.Y el PNV anadía:el genocidio sañudo y persistente,la negación y atropello sistemáticos de los derechos de la persona humana,y la práctica repetida e inhumana de la tortura,que el régimen franquista viene practicando ininterrumpidamente durante los largos años de su dominación sobre el Pueblo vasco,han creado en Euzkadi un clima de extrema tensión y violencia.En octubre hablaba de más de ciento cincuenta presos y cincuenta confinados como resultado del estado de excepción,lo que no parece una cifra exagerada para el masivo terror de Estado;y organizaba colectas pidiendo a todos los vascos identificarse con los perseguidos.
Cabría preguntar cómo,si la violencia de la ETA nacía de la represión del régimen,no había habido mucha más violencia cuando la represión había sido mucho mayor.El PNV,al tiempo que suministraba a los terroristas todo género de justificaciones,y les facilitaba un inapreciable aliento propagandístico,personal y económico mediante colectas,exhibía su distanciamiento de ellos,porque el partido tenía carácter democristiano y exigía el respeto integral a la vida y a la dignidad del hombre,base esencial de toda convivencia civil y razón de nuestra propia lucha frente al sistema de opresión imperante hoy en el Estado español.Un etarra algo cínico podría haberse extrañado de que a tan altas razones correspondiese una lucha tan tibia.
Ocurrían también estos hechos en un verano marcado en Europa por la revolución del 68 en Francia,la proliferación de huelgas obreras y estudiantiles,violentas con frecuencia,en Alemania,Italia y otros países;el recrudecimiento de la guerra del Vietnam,las marchas de apoyo al Vietcong,la mitificación del Che Guevara y la lucha guerrillera,el aplastamiento de la primavera de Praga por los tanques soviéticos,la matanza de cientos de estudiantes perpetrada por el gobierno del PRI en la plaza de Tlatelolco,en México,etc.Vistos en la perspectiva del terrorismo posterior,en España y muchos otros países,aquellos atentados etarras parecen poca cosa,pero en el plácido momento español del momento cayeron como una pesada piedra en un estanque.Tres muertos en sólo dos meses,y la agitación no ya de la oposición,sino de fuerzas mucho más poderosas en el exterior,constituían el ataque más grave,directo y sangriento al franquismo desde la época del maquis.
 

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LXXV.- Un terrorismo bendecido (5)

El gobierno respondió decretando el estado de excepción en Guipúzcoa por tres meses.Menudearon las redadas y detenciones,muchas veces por simples sospechas.La oposición,comenzando por el PNV en el exterior,clamó con renovada energía contra el terror de Estado,acusándole de las acciones de ETA,cuando había sido exactamente al revés.Se desataba la espiral diabólica de la acción-represión-más acción,y la simpatía y colaboración en ella de muy variados elementos,incluso de la derecha.El nombre ETA se envolvía en Europa y América de un halo de heroísmo,o al menos de justificación:un grupo patriota y democrático en lucha por la liberación de un pueblo oprimido,o una colonia,contra una dictadura fascista.
Quizá nunca logró tales ganancias con tan poca inversión un grupo terrorista.Desde el punto de vista de sus planes había logrado una victoria inimaginable,un salto cualitativo que marcaba un antes y un después.
Pero en otro orden de cosas el éxito le salió muy caro,pues en 1969 la policía desmanteló prácticamente la organización,y detuvo a la mayoría de sus dirigentes,entre ellos con toda probabilidad a los autores del asesinato de Manzanas.Ello provocó una desorganización momentánea, y un duro enfrentamiento interno,que reproducía el anterior a la V Asamblea entre los nacionalistas socialistas y los socialistas nacionalistas,partidarios los primeros de continuar de lleno con la acción terrorista,que tan buenos frutos les estaba rindiendo,y los segundos de una acción de masas para convertirse en una especie de partido comunista vasco,formando un amplio frente con los demás partidos de izquierda.Entre insultos,amenazas y maniobras,los segundos consiguieron esta vez imponerse y expulsar en 1970,en la VI Asamblea,a los más partidarios del pistolerismo,que acusaban de españolismo a los vencedores.Los expulsados rechazaron prescindir de las siglas,y la organización se escindió por segunda vez en dos ETA,apellidadas ahora VI Asamblea y V Asamblea.La segunda,aunque débil de momento,terminaría prevaleciendo.
Pero los golpes policiales y las querellas internas tendrían ya importancia menor:la ETA se había conformado como un grupo de considerable poder de atracción,y por tanto de reclutamiento,entre bastantes jóvenes,capaz de desenvolverse dentro de una trama complicada de locales e iniciativas eclesiásticas y apoyos muy variados.Los golpes policiales en los años siguientes lograrían frenar su desarrollo,y limitar sus acciones,pero no vencerla definitivamente.
El año 1969 empezó con huelgas obreras y manifestaciones estudiantiles en Asturias,Madrid,Barcelona y Vasconia especialmente,y el gobierno impuso en enero el estado de excepción en todo el país,por tres meses.En abril un etarra que huía de la policía asesinó al taxista Félix Monasterio,cuarta víctima mortal de la organización.Aunque la agitación descendió,a finales del año habían sido detenidas en Vascongadas casi dos mil personas,ingresando trescientas en prisión.En 1970 los conflictos laborales y universitarios se recrudecieron en Asturias,Madrid,Barcelona,Bilbao y Sevilla.Especial gravedad revistieron unas manifestaciones de obreros de la construcción en Granada,con tres obreros muertos por la policía.En septiembre el sabiniano José Elósegui incendiaba sus ropas y se lanzaba al vacío en el frontón de Anoeta,en San Sebastián,para protestar ante Franco,que contemplaba allí un campeonato internacional de pelota vasca.Elósegui resultó sólo herido,gracias a la rápida reacción del servicio de seguridad.
Mientras tanto se preparaba el juicio militar contra dieciséis dirigentes etarras capturados el año anterior,en medio de una campaña de agitación en Europa.La mayoría de la prensa informaba con un sesgo muy favorable a los terroristas,a quienes coreaban también diversos gobiernos y grupos de intelectuales,por lo general en nombre de la democracia o el progreso,o de la causa proletaria.Un senil Sartre,defensor inveterado de los totalitarismos chino y soviético,destacaba por su espíritu militante.Hubo manifestaciones en París,Berlín,Roma,Milán,Hamburgo y otras ciudades,y protestas de artistas comunistas como Rafael Alberti o Pablo Picaso.Estas campañas contaban con larga tradición,desde la solidaridad con los anarquistas españoles después de sus primeros atentados,a finales del siglo XIX.Exhibían un elevado sentimiento humanitario hacia los presos,que desaparecía ante las víctimas de éstos,de las que se despreocupaban en absoluto.
En noviembre los obispos de Bilbao y San Sebastián,Cirarda y Argaya,hacían leer en todas las iglesias de sus diócesis una pastoral atacando el procedimiento judicial y condenando las violencias estructurales,las subversivas y las represivas.En tales circunstancias el documento beneficiaba a la ETA,a favor de la cual,como víctima,movía a la opinión.El gobierno replicó con enfado,pero la Conferencia episcopal,en Madrid,acordó solidaridad con Cirarda y Argaya,aumentando si cabe la irritación del régimen.Durante ese mes cientos de manifestantes,universitarios en su mayoría,se manifestaron violentamente en diversos lugares de España,desde Oviedo a Barcelona,y desde Sevilla a Bilbao.Proliferaron las pintadas,octavillas,declaraciones a favor de los acusados,dos de los cuales eran sacerdotes.El 2 de diciembre el grupo etarra más partidario del terrorismo secuestró al cónsul alemán en San Sebastián,Eugen Beihl,para dar el máximo relieve internacional al proceso;dos días después se decretó un nuevo estado de excepción para Vascongadas.Unos días más tarde se encerraban en el monasterio de Montserrat 300 intelectuales y artistas,y el abad,Cassiá Just,rechazaba en Le Monde el compromiso de la Iglesia con un régimen que condenaba al pueblo por el único crimen de oponerse a Franco.Los presos no lo estaban,al parecer,por la sangre derramada,sino por oponerse a Franco y por su patriotismo vasco.Los comunistas,el PNV,los nacionalistas catalanes,toda la oposición,así como buena parte de la Iglesia,y las izquierdas en toda Europa,no se cansaban de ofrecer esa versión al público.
Durante el juicio los acusados,en particular Mario Onaindía,que años después dejaría la ETA y denunciaría el terrorismo,se portaron con valor y se proclamaron desafiantemente marxistas leninistas.Ocho de ellos fueron condenados a muerte,el 28 de diciembre,pero el gobierno les conmutó la sentencia a los pocos días.
Lo más importante de aquella extraordinaria campaña fue que,por primera vez desde la guerra civil,toda la oposición antifranquista,en el interior y en el exilio,lograba unirse en un frente común de hecho,y con una actividad y audacia nunca vistas desde el maquis.Y lo más significativo fue que un grupo como la ETA,jactanciosamente totalitario,antiespañol y terrorista,aparecía como catalizador de esa unidad y,de manera confusa pero efectiva,como símbolo de las libertades y la democracia para toda España.
También persistía la inclinación a la violencia o a su comprensión,siempre que fuese de izquierda.Pocos antifranquistas confiaban en la acción armada,pero muchos pensaban aprovechar la que otros pacticaban.Creían,además,que cuando ellos subieran al poder,una vez terminado el franquismo,se acabaría el terrorismo.En 1930 habían cometido el mismo error los republicanos con respecto al terror anarquista.
El verdadero nacimiento de la ETA como fuerza importante en España data del período 1958 a 1970,y está ligado a tres asesinatos,que no le impidieron recibir casi todas las bendiciones posibles.La rodearon de afecto y comprensión,a veces con reticencias de escaso relieve práctico,los comunistas,los demás nacionalistas vascos,catalanes y gallegos,buena parte del clero vasco y otra menor,pero considerable,del resto de España.El conjunto de la oposición,en suma.Y,no menos decisivo,diversos gobiernos europeos,en especial el francés.Francia iba a convertirse por muchos años en el refugio y santuario de la ETA,el lugar seguro desde donde la organización planeaba sus atentados y adonde podía retirarse oportunamente,garantizándose un alto margen de impunidad.A la oposición española le pareció bien,creyendo que esa política de París duraría lo que el régimen franquista.Volvía a equivocarse.Sin todos esos apoyos la ETA habría corrido probablemente una suerte muy parecida a la de otra organización terrorista,el GRAPO,unos años después.
 

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LXXVI.- Últimos años del franquismo (1)

Podría creerse que la creciente movilización contra el régimen lo ponía en serio peligro,pero no hubo tal.La agitación por el juicio de Burgos,aunque extensa,afectó a minorías aún más pequeñas,como revela el tamaño de las manifestaciones,la mayor de ellas,en Barcelona,no superior a las dos mil personas,y casi todas de no más de unos centenares.Desde luego los manifestantes representaban a mucha otra gente,más tibiamente antifranquista y poco aficionada a protestar en la calle,o antifranquistas y antipartidócratas,por lo que no tuvieron a bien colaborar en la extinción del régimen para que gobernaran los partidos,aunque votase el 9 % del censo electoral,como ha sucedido ya en Canadá.Y,desde luego,el régimen recibió siempre adhesiones mucho más multitudinarias.Por lo demás,1970 fue también el año de la firma del Acuerdo Comercial Preferencial con la Comunidad Económica Europea (CEE),muy favorable a España,y la renovación de los Acuerdos de Amistad y Cooperación con los EEUU,que estrechaban la relación con el poderoso aliado.Una Ley General de Educación buscaba mejorar algunos aspectos de la misma,y la economía marchaba óptimamente.
Franco había tomado previsiones sucesorias,nombrando en 1969 al príncipe Juan Carlos su sucesor a la cabeza del Estado,y a título de rey.Juan Carlos juró los principios del Movimiento Nacional,el partido único a efectos prácticos,muy burocratizado y poco efectivo políticamente.Tal decisión postergaba a quien se consideraba heredero legítimo del trono,don Juan,padre de Juan Carlos e hijo de Alfonso XIII,introduciendo un paréntesis en la línea sucesoria.El nombramiento de Juan Carlos significaba un corte con la monarquía liberal del pasado,fracasada históricamente en 1931 a juicio de la derecha,o en 1923 a juicio de la izquierda.Don Juan recibió la noticia con pésimo humor,sintiéndose traicionado por su hijo,y hasta 1977 no aceptó oficialmente los hechos consumados,que fueron también traición de Juan Carlos de cuanto había jurado,para presidir una monarquía parlamentaria,a base de representantes de partidos,votase quien votara.
Don Juan había perdido sus opciones al trono un cuarto de siglo antes,al terminar la II Guerra Mundial,cuando había apostado por el derrocamiento de Franco,gestionando con Gran Bretaña y Francia la política antiespañola que ya conocemos.Había intentado entonces congraciarse con los aliados vencedores de Alemania y con la oposición española,a la que ofrecía,con la excepción de los comunistas,una posible vuelta al poder.Ello,a tan pocos años de la guerra civil,resultaba intolerable para Franco,pues habría significado,a su juicio,el retorno a la vieja epilepsia política,que la guerra debía haber superado de una vez por todas.Y no pensaba abandonar el poder en vida,para convertirse en figura decorativa,o incluso sufrir persecución,previsiblemente sañuda,de sus muchos enemigos republicanos.
Pero en los años 70,bajo su aparente solidez,el franquismo no era ya muy fuerte.Entre sus familias o grupos de presión se abrían grietas,visibles por ejemplo en el caso Matesa,de 1969,explotado por el sector azul o falangista,contra el tecnócrata del Opus Dei,con ministros como López Rodó,López Bravo o Federico Silva.El affaire partió de un empresario catalán que,acogiéndose a ventajas fiscales,había exportado maquinaria que en realidad almacenaba en el extranjero con vistas a su venta ulterior.Fraude formal,aunque recurso empresarial legítimo según algunos,recibió en la prensa una publicidad extraordinaria,y nada beneficiosa para el régimen.De todas formas esas fracturas parecían menores al lado de la que supondría la de la Iglesia.También hombres del Opus Dei sostenían periódicos tan críticos hacia el franquismo como el diario Madrid,que terminaría por ser cerrado en 1971,tras atacar directamente a Franco.
Aun con esos principios de cuarteamiento,y por chocante que suene a la vista de ciertas historias sobre la época,muy pocos en la oposición creían posible derribar al régimen,o siquiera cambiarlo substancialmente,antes de la muerte de Franco.El elemento definitorio del momento era la ancianidad de Franco,con 78 años,y su cada vez más visible deterioro físico,efecto de la enfermedad de Parkison.Su fallecimiento,que hasta entonces había parecido desesperadamente lejano a sus adversarios,se volvía una probabilidad próxima,suscitando por todas partes,si bien de manera sorda,las inquietudes,las esperanzas y los temores.La pregunta ¿qué pasará después de Franco? estaba en boca de todos.
Durante los años 50 y 60 España había cambiado mucho,tanto por la mejoría económica y la distensión social como por la desaparición de los viejos partidos.Ninguno de éstos,con la única y precaria excepción del PCE,tenía presencia real en la vida del país:ni el PSOE ni la CNT,la Ezquerra,la Lliga,el PNV o los republicanos.Casi cabría decir lo mismo de la Falange,los monárquicos o el tradicionalismo.La primera,burocratizada en el Movimiento Nacional,se apartaba cada vez más de la sociedad.El carlismo iba a sufrir un proceso de descomposición por tendencias autogestionarias,empeñadas en adaptarlo a los tiempos modernos según ellos los veían.Los monárquicos,siempre pocos,también se dividían entre los juanistas,los juancarlistas y los que,aunque favorables a don Juan,daban prioridad a Franco.El movimiento católico de la antigua CEDA también estaba dividido entre los progresistas,dialogantes con los totalitarismos de izquierda,los democristianos opuestos al franquismo,y los más numerosos partidarios de Franco.El régimen,apuntalado por sus éxitos prácticos,se debilitaba doctrinal y políticamente,pero sin derrumbarse.
Estas circunstancias favorecían en principio una evolución suave.Pero el ambiente internacional de aquellos años,marcado por las revueltas de mayo del 68 en Francia,el poderío del comunismo italiano y las agitaciones en Alemania,mientras USA corría hacia su derrota en Vietnam,traía incertidumbre.Y en España surgían de pronto unas fuerzas nuevas,violentas y resueltamente totalitarias.Además de la ETA,proliferaban los grupos marxistas-leninistas o maoístas,predicando la lucha armada,y empezando a practicarla en algunos casos.
La réplica del gobierno,con el endurecimiento de las leyes,los estados de excepción y los juicios militares,parecía anunciar una involución política,dando al traste con la progresiva apertura de los años 60.Sin embargo no iba a ser así.Dentro del régimen había dos posturas implícitas:la de quienes creían posible institucionarlo y preservarlo después de la muerte de Franco,y la de quienes lo tenían por una dictadura surgida de circunstancias excepcionales,y por tanto destinado a disolverse antes o después,probablemente con la muerte de Franco.Los primeros,conocidos por sus enemigos como el bunker,se aferraban a los principios y la retórica tradicionales,e invocaban los avances sociales alcanzados,mientras que los otros pensaban en una apertura política que sólo podía concluir,antes o después,en la homologación de España con las que se llaman democracias europeas:regímenes de partidos,aunque no los vote nadie.Esta segunda corriente iría imponiéndose pese a los frenazos involutivos.Hasta cierto punto la derecha volvía a la situación de preguerra:un sector,de mayor influjo católico,que aceptaba o favorecía la partidocracia;y otro,más bien falangista,contrario a ella.Aunque,por las paradojas de la historia,serían al final varios destacados falangistas quienes conducirían la transición.
Tanto USA como las democracias europeas sentían seria inquietud por el porvenir de España después de Franco,y presionaban para atenuar probables convulsiones.Con esa preocupación Vernon Walters,enviado especial del presidente Nixon,visitó a Franco en 1972.Y Franco mostró optimismo:a su muerte Juan Carlos sería rey,y las instituciones funcionarían,aunque lo que sucedió fue precisamente que Juan Carlos,ya rey,visitó inmediatamente USA para prometer la inmediata institucionalización de la partidocracia.No habría guerra civil ni disturbios graves,porque lo impedirían el ejército y la clase media creada por su régimen.
¿Era factible una salida llamada democrática?.Era casi un dogma que las dictaduras sólo caen por la fuerza,y pronto pareció confirmarlo el caso portugués,donde el salazarismo sucumbió por golpe militar.Pero el aperturismo español abonaba otras esperanzas.En general Washington apoyaría más bien al franquismo como factor de estabilidad y evolución,y las partidocracias europeas a la oposición antifranquista;si bien USA apoyaría también la instauración de la partidocracia tan pronto muriese Franco,y así sucedió.
En principio los políticos del régimen ofrecían poca confianza para una democratización real,pero ¿qué decir de los partidos contrarios?.De los terroristas y los comunistas,que constituían la abrumadora mayoría de la oposición activa,no podía esperarse una convivencia pacífica en las libertades.Al PCE no se le caía de la boca la palabra democracia,e incluso había tenido disputas con la URSS;pero su doctrina nunca había dejado de ser el marxismo-leninismo,aunque por esos años los partidos comunistas de Italia,Francia y España inventaron el eurocomunismo,que los equiparaba a un partido más,dispuesto a repartirse sobre el cien por cien del censo electoral el tanto por ciento que votase:del 9 al 73 %.Recibía no obstante ayuda del KGB,y tenía por amigos especiales a sombríos despotismos como el del coreano Kim Il-sung o el del rumano Ceaucescu.Por esta razón,tanto USA como Europa occidental favorecieron el resurgimiento de partidos presumiblemente moderados,como el PSOE o el PNV.De la ayuda a este último se sabe todavía poco,pero la del primero se extendió hasta la extrema derecha alemana.
 

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España,plurinacional
LXXVII.- Últimos años del franquismo (2)

Con tales perspectivas a la anquilosada oposición le corrió prisa reorganizarse.En Euskadi algunos etarras propiciaron un frente común nacionalista,y el mismo PNV,por hacerse notar,realizó durante una temporada,desde 1968,atentados menores contra edificios y contra la Vuelta Ciclista a España;a esa búsqueda de popularidad,con actos espectaculares,obedeció también el salto de Elósegui en llamas en el frontón de Anoeta.Pero en un frente con la ETA el PNV quedaría opacado,y a esto no estaba dispuesto.Miraba a los terroristas con mezcla de simpatía y rivalidad,admiración y reticencia:los asesinatos debilitaban al régimen,gracias al amplísimo apoyo publicitario que recibían,pero también arriesgaban traer una involución,cosa menos conveniente.Pues los sabinianos,poco amigos de correr riesgos,aspiraban a la democracia como base para reimpulsar un movimiento secesionista,aunque entre ellos no faltaran quienes entonces dudaban de las virtudes de la secesión.
Dirigentes peneuvistas como Telesforo Monzón,u otro apodado Sarobe,constataban en enero de 1971 la desintegración del PNV y el estado de completa marginación en que se encuentra en relación del Pueblo del que pretende ser su órgano más representativo.Monzón escribió a Irujo:¿Dónde está aquel glorioso PNV que tú y yo hemos conocido?.¿Por qué ha perdido toda iniciativa?.¿Por qué no causa ya el impacto de antes sobre nuestro Pueblo?.¿Dónde está aquella mística,aquel ímpetu,aquel afán de rnovación,aquella fuerza que lo invadía todo?.¿De dónde ha nacido ETA con todas sus actuales desviaciones,si no es de las entrañas mismas de un Partido anquilosado?.Los informes internos mostraban que en Guipúzcoa el glorioso partido No representa nada en el interior,ya que carece de organización,cuadros y afiliados,por una parte;y de prestigio por otra.No existe ninguna Junta Municipal en ningún pueblo de Guipúzcoa,ni en su capital.La situación empeoraba en Álava y Navarra.Sólo en Vizcaya había una organización pequeña y poco activa,pero real.
¡Un panorama alarmante,cuando todo exigía prepararse para competir por la hegemonía política en la Euskadi del postfranquismo!.Entonces surgieron nuevos dirigentes,entre ellos Javier Arzallus,proveniente del clero y del carlismo.Sin poner en cuestión las doctrinas de Sabino Arana,toda la energía se concentró en la reorganización.El estatuto de 1936 fue definido como la reivindicación política clave,pero,como siempre,en calidad de marco inicial para una escalada de reivindicaciones superadoras.Durante un buen período los esfuerzos organizativos dieron poco fruto,y hacia finales de 1971 la situación seguía siendo muy mala.El bache sólo empezó a superarse cuando la dirección efectiva fue pasando al interior,no sin serios roces con los jefes tradicionales del exilio,varios de los cuales resentían su desplazamiento después de estar trabajando desde hace 35 años,las 24 horas del día,en pro del Partido.
Algo similar ocurría en el nacionalismo catalán,participante en la Asamblea de Catalunya,fundada en 1971 en un local eclesiástico.Se trataba de una iniciativa comunista,firmada por no menos de 25 organizaciones,una docena o más de ellas nacionalistas,incluyendo una fantasmal Ezquerra o el pro terrorista PSAN (Partit Socialista de Alliberament Nacional);troskistas y maoístas partidarios de la lucha armada,al lado de no violentos y cristianos de base;más la democristiana Unió Democratica de Catalunya,un PSOE casi inexistente,grupos de profesores universitarios,etc.La única fuerza real era el PSUC y sus Comisiones Obreras (CCOO),pero todos deseaban ganar protagonismo para salir a la luz en el momento oportuno como luchadores contra la dictadura,título que en rigor sólo podían ostentar los comunistas.
Su primer comunicado establecía:La actual crisis del régimen,de la que el proceso de Burgos fue una manifestación sobresaliente,la progresiva toma de conciencia y la movilización de las clases populares,y la necesidad de oponernos firmemente a la maniobra continuista de instaurar a Juan Carlos como sucesor a título de rey,exigen la adopción unitaria de una alternativa democrática basada en los puntos mínimos aceptables por las fuerzas y sectores representados en la Asamblea,algunos de los cuales tienen objetivos divergentes a largo plazo,pero que coinciden en el objetivo inmediato del derrocamiento del franquismo.Aunque nadie creía seriamente en ese derrocamiento.Como puntos básicos,la Asamblea proponía la amnistía general,las libertades democráticas y el estatuto de autonomía,aparte de la coordinación de todos los pueblos peninsulares.
Los fines inmediatos no bastan para caracterizar como democrática a la Asamblea,y su alusión a los objetivos divergentes a largo plazo tenía mucho de eufemismo.Casi ninguno de los firmantes podía ser llamado en rigor demócrata,y aun en estos raros casos su carácter quedaba en entredicho por su alianza con grupos inequívocamente totalitarios.La mayoría entendía la democracia como un instrumento pasajero para imponer en su momento una dictadura de izquierdas.Incluso los no comunistas simpatizaban con las dictaduras comunistas,o con el terrorismo,como demostraba su reciente y activa solidaridad con la ETA.Por otra parte la casi absoluta hegemonía comunista,(pues el PSUC era por entonces todavía una sección del PCE),no impedía a la Asamblea adoptar el principio nacionalista de los pueblos peninsulares,y evitar el término España.Recuérdese que los comunistas habían sido,con el clero,los verdaderos reimpulsores de los nacionalismos.
Por las mismas fechas trataba de rehacerse otro partido histórico casi desvanecido:el PSOE.Hacia 1971 subsistían tres pequeñas secciones,en Bilbao,Asturias y Sevilla,que intentaban revivificar la organización;aparte existían otros grupúsculos con el título de socialistas,en particular el PSI (Partido Socialista del Interior),que se transformaría en PSP (Partido Socialista Popular):poco más que un círculo de amigos,en su mayor parte universitarios,fundado por el profesor Tierno Galván,que buscaba presentarse como la opción operativa frente al esclerotizado exilio.
A aquellos grupos les faltaba,en su mayoría,el brío,la entrega y la disciplina propios de los comunistas.Salvo en Bilbao,donde descollaba el líder sindical Nicolás Redondo,y,en alguna medida,en el asturiano,no podía hablarse de verdaderos luchadores entre ellos;y los socialistas asturianos estaban profundamente infiltrados por la policía hasta el nivel de la dirección.Pero a cambio el ambiente político les favorecía.El endurecimiento del régimen sólo se dirigía,en realidad,contra los terroristas y comunistas,mientras que la manga ancha para partidos como el PNV o el PSOE no dejaba de ampliarse.Ambos partidos parecían a muchos franquistas un posible contrapeso a organizaciones tan violentas como la ETA y el PCE.Los métodos reorganizativos del PSOE y PNV,casi abiertos,sólo podían funcionar con tácito consentimiento policial.
Los socialistas sevillanos,un racimo de amigos de clase media,de origen franquista varios de ellos,liderados por Felipe González y Alfonso Guerra,destacaron por su labia y pretensiones teóricas,excesivamente radicales a juicio de los de Bilbao y Asturias,de procedencia obrera.Según Guerra los del norte representaban la base,los pies de la organización;y el sur,las ideas,la cabeza.Si bien estas ideas,un revoltijo de marxismo confuso y radicalismos juveniles,nunca pasarían a la historia del pensamiento político,al menos abordaban cuestiones más del momento que los exiliados.
Al igual que en el PNV,la reorganización trajo consigo agrias disputas entre el grupo del interior y el del exilio,este último capitaneado por Rodolfo Llopis,que temía perder la dirección.Entre mutuas maniobras las discrepancias llegaron al borde de la ruptura en 1971,y a la ruptura un año más tarde,en agosto,con motivo del XII Congreso.Alfonso Guerra escribió provocadoramente un artículo en El socialista comparando la lucha contra el capitalismo con la necesaria para sacudir ciertas estructuras del partido.Llopis exigió una rectificación,pero los jóvenes no le hicieron el menor caso.Entonces rehusó asistir al congreso,y convocó otro.Los del interior siguieron adelante con el suyo,para lo que tuvieron que descerrajar las puertas del local,en Toulouse,pues Llopis había cerrado todo herméticamente,y se había apropiado de todas las llaves.
La vieja guardia del partido convocó otro congreso para diciembre,al que asistió Tierno Galván,viendo en él una oportunidad de conseguir el vital reconocimiento de la Internacional Socialista,pues quien lograse aquel reconocimiento obtendría fondos,relaciones y legitimidad.Iban a ser los del interior,en particular los sevillanos,quienes se salieran con la suya.Hicieron gala de mayor empuje y habilidad de maniobra ante los grandes partidos socialistas,el alemán,el francés y el inglés,que percibieron en los jóvenes españoles una actitud más dinámica y apropiada a las nuevas circunstancias:un socialismo ya socialdemócrata,con abandono del marxismo.A su vez los jóvenes supieron impresionar a sus protectores extranjeros con un activismo en buena medida ficticio,como recordó Pablo Castellano:Me quedé realmente sorprendido cuando,para justificar la petición de la necesaria ayuda de organismos extranjeros,me trajeron la prueba gráfica de pintadas del partido y del sindicato que cubrían copiosamente las tapias y muros de muchas ciudades andaluzas,como prueba de acción y presencia,y hasta en las instantáneas aparecían,armados de brocha y spray,los autores,arriesgándose en plena faena.Después me explicaron que esas fotografías se hacían en un garaje,a la luz de los faros de un automóvil.
 

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España,plurinacional
LXXVIII.- Últimos años del franquismo (3)

Beneficiario de la tolerancia del régimen y del apoyo exterior,el nuevo PSOE recomenzó su andadura en España con los mejores augurios.
No obstante,dada la escasa envergadura de la oposición,las mayores preocupaciones para el régimen siguieron viniendo de la Iglesia,directamente o a través de su apoyo al antifranquismo.En septiembre de 1971 una magna y bien preparada asamblea de obispos y sacerdotes rechazó el concordato de 1953,y cuestionó el apoyo a Franco durante la guerra.Esta disociación tan tardía suponía un respaldo implícito a quienes decían heredar al bando perdedor de la guerra,y se anudaba con una interpretación de la realidad y de la historia poco alejada de la lucha de clases,muy difundida en ciertos medios clericales.Cada vez más católicos identificaban la causa perdedora en la contienda con el pueblo,y simpatizaban con ella.El cardenal Tarancón,propulsor del viraje,apoyó la preparación de la asamblea en el dirigente jesuita Martín Patino,de tendencia pretenciosamente progresista.
Al mismo tiempo la ETA V Asamblea sufría una radicalización muy simplista,marcada por un ex monje benedictino,Eustaquio Mendizábal.Para Eustaquio el problema se reducía a insistir en los atentados a toda costa,pues otra línea,como la de Eta VI Asamblea,conducía de un modo u otro al españolismo.La denuncia a la VI,clique traidora y antivasca,cobró tintes feroces:De ahí el grito desgarrador de su nacionalismo español herido,grito incontenible de odio y de exasperación, ante esa frase horripilante pronunciada un día por Etxabe y Arregui,militantes de ETA- V:Nosotros no somos antifranquistas,somos antiespañoles.A VI Asamblea le duele España,como a aquellos otros traidores que fueron Unamuno y Maeztu.Su fondo racista solía brotar rompiendo el disimulo.El grupo recogió a jóvenes peneuvistas y mantuvo una ideología socialista y autogestionaria.ETA-VI evolucionaba a su vez hacia el trotskismo y el activismo sindical,más que el de las pistolas.
En 1972 la ETA secuestró a un empresario y realizó tres atracos que llenaron su bolsa,así como numerosos atentados menores y el asesinato de un guardia municipal.A cambio cuatro etarras cayeron bajo las balas de la policía.Fue el año del XII Congreso del PSOE,y también de la detención,en un local eclesiástico próximo a Madrid,de la plana mayor de Comisiones Obreras,con Marcelino Camacho,obrero de una importante fábrica madrileña,y Nicolás Sartorius,aristócrata comunista,al frente.También había un sacerdote.Con todo,en Vascongadas y en el resto,el año transcurrió comparativamente tranquilo.
El año 1973 iba a resultar,en cambio,extraordinariamente movido,también con importantes acontecimientos fuera de España,que repercutían en el interior.En enero se firmaron los acuerdos de París entre USA y Vietnam del Norte,que suponían la virtual derrota de EEUU,aunque los comunistas no lograrían imponerse totalmente hasta 1975.La derrota tuvo inmenso efecto psicológico,pues la guerra de Vietnam se había convertido en el gran tema propagandístico y movilizador de toda la izquierda y el progresismo mundiales.En España el retroceso de USA reanimó a los extremistas,confirmados en su creencia de que el futuro les pertenecía:¿no estaba venciendo un país pequeño,pobre y atrasado,pero guiado por las luces del marxismo-leninismo,a la mayor potencia económica y militar del planeta?.Buena parte de la prensa española exhibía sin mucho rebozo su simpatía por los comunistas vietnamitas,como antes por el Che Guevara,apóstol de la guerra en pro de una dictadura marxista.
El 1 de mayo se presentó en Madrid un nuevo grupo terrorista,el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico),ligado al PCE (m-l),asesinando a un policía a navajazos.La acción provocó la protesta furiosa de quienes atribuían tales sucesos al reblandecimiento del régimen,aumentando las tiranteces en el seno del régimen.
Dos semanas antes había perdido la vida el ex monje benedictino Eustaquio Mendizábal,en un enfrentamiento con la Guardia Civil.Siguió una crisis en la dirección etarra,al renacer los desacuerdos entre el sector obrerista y el abiertamente terrorista.Un núcleo restringido de la organización se había impuesto una acción increíblemente ambiciosa:el secuestro del almirante Carrero Blanco,vicepresidente del gobierno,para canjearlo por presos.Choca el propósito en un grupo que hasta entonces sólo había perpetrado secuestros y asesinatos relativamente fáciles,pero en realidad Carrero,como la mayor parte de las personalidades del régimen,tenía una protección escasa y rutinaria.Él mismo se despreocupaba de ella,guiado por un concepto providencialista de la vida.
El almirante Carrero Blanco era la eminencia gris del régimen,sobre todo en los últimos años,mientras decaía físicamente Franco.Había ejercido una influencia determinante en la decisión de mantener a España al margen de la II Guerra Mundial,y siempre había disfrutado del especial aprecio de Franco como consejero.Contra lo que a menudo se ha dicho,propugnaba una cauta liberalización o apertura del franquismo,que motivaba las iras de los sectores más radicales,como Fuerza Nueva,dirigida por Blas Piñar,aspirante a mantener intangibles las esencias del régimen.
El 9 de junio Franco,consciente de su declive,nombró a Carrero jefe del gobierno,cediendo por primera vez ese cargo desde 1936,aunque permaneciendo como jefe del Estado.Según la versión oficial de la ETA,la seguridad de Carrero fue entonces reforzada,por lo que los etarras decidieron asesinarlo en lugar de secuestrarlo.
Por esos meses seguía su curso una campaña comunista en torno al juicio a Camacho y los demás dirigentes de Comisiones Obreras,encausados en el que cobró fama internacional como Proceso 1001.El PCE aspiraba a repetir algo semejante al proceso de Burgos contra la ETA tres años antes,e infligir al régimen una nueva y grave derrota política.Faltaba el dramatismo de las peticiones de pena capital,pero a cambio los encausados eran mucho más representativos y conocidos dentro y fuera de España.La propaganda comunista había convertido a Comisiones Obreras en un mito en Europa,como manifestación original y germen de una revitalización revolucionaria del acartonado sindicalismo europeo.Casi toda la oposición apoyaba las movilizaciones,en el extranjero cooperaban los potentes sindicatos y partidos izquierdistas,y todo el mundo pronosticaba un otoño muy cálido en España.
Y un suceso exterior volvió a contribuir a caldearlo:el 11 de septiembre un golpe militar acababa con el régimen de Allende en Chile.Allende se proclamaba marxista y masón,y trataba de llegar por la vía legal a un tipo de régimen soviético.Las divisiones de sus contrarios le habían permitido alcanzar el poder en 1970 con un 36 % de los votos,y emprender ingentes expropiaciones de empresas y tierras.El sistema ocasionó,desde 1972,escasez y desabastecimiento,y una inflación de hasta el 500 % anual.Las huelgas,los enfrentamientos y la crispación crecieron,y la oposición acusaba a Allende de vulnerar la ley.Las izquierdas atribuían el caos a manejos de los capitalistas,y de Washington a través de la CIA.Tenían alguna razón,pero también había una gran masa de población opuesta al allendismo.Y por su parte USA no pensaba tolerar una segunda Cuba,sobre todo después de sus retrocesos en Vitnam.Muchos propietarios aumentaron de forma deliberada el desastre económico,pero las causas básicas de él radicaban en otras medidas socialistas ineficientes y sólo aplicables,al final,por una dictadura más o menos proletaria.
El gobierno contestó recrudeciendo las exportaciones,cada vez más cerca de la ilegalidad.El centro derecha quiso derribar legalmente a Allende en el Parlamento,lo que exigía una mayoría de dos tercios,pero sólo obtuvo el 55 % de los votos.En medio de una insoportable polarización social la violencia se adueñó de las calles,y en septiembre el general Pinochet,con acuerdo de USA,derrotó al gobierno.Siguió una cruel represión,aunque inferior a las habituales en las revoluciones comunistas.
Allende se convirtió en un nuevo mito para la izquierda en todo el planeta.Había intentado aplicar una revolución socialista por la vía democrática,hecho excepcional que permitía acusar a USA de enemiga de la democracia y del pueblo,(demos es pueblo en griego),aunque la mayoría de éste rechazaba a Allende.Desde el punto de vista contrario,Pinochet había salvado a Chile,in extremis,de un nuevo experimento comunista.En España las afinidades culturales acentuaron la mitificación del líder izquierdista chileno,y también en este caso buena parte de la prensa española se inclinó por él.
El 6 de octubre Egipto y Siria,patrocinados por la Unión Soviética y financiados por Arabia Saudí,lanzaron un ataque masivo y simultáneo contra Israel,con la intención de aniquilarlo.Tomado por sorpresa,y golpeado con armas nuevas,Israel retrocedió los primeros días,pero,fuertemente respaldado por USA,pudo organizar una contraofensiva y poner a sus adversarios al borde de la derrota total.La URSS amenazó con intervenir directamente,y el conflicto concluyó en armisticio.
La guerra había durado 20 días,pero tuvo consecuencias transcendentales.Los países árabes productores de petróleo,en represalia,subieron arbitrariamente los precios,llevando a Occidente a una ardua situación.En aquellos años diversos teóricos afirmaban que los ciclos económicos habían sido superados,y que en adelante el desarrollo seguiría una línea ascendente más o menos estable e indefinida;pero en ese momento terminó el ciclo de extraordinaria prosperidad en los países occidentales,cuyas tasas de crecimiento bajaron drásticamente.No obstante sus efectos,si bien muy dolorosos,no revestirían los rasgos catastróficos de la crisis del 29.
 

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LXXIX.- Últimos años del franquismo (4)

En España la crisis tardaría aún dos años en notarse con fuerza,pero desde el primer instante,y como en toda Europa,causó una deprimente impresión de fin de época,psicológicamente favorable a la oposición.
Con este ambiente cargado e incierto,perjudicial para el régimen y beneficioso para sus enemigos,llegó el mes de diciembre.El juicio 1001 estaba previsto para el día 20,y el 12 la oposición realizó un ensayo general,llamando en todo el país a huelgas y manifestaciones,que debían desatar un vendaval de protestas.Sin embargo la respuesta popular resultó inesperadamente fría,y la jornada se saldó con movilizaciones de poca importancia.En una probable justificación a posteriori,los nacionalistas vascos de la ETA afirmaron que por eso decidieron matar a Carrero Blanco el mismo día 20,como en realidad ya habían previsto.Un atentado de esa magnitud eclipsaría el juicio 1001,lo que sería un pago bien ingrato por el apoyo masivo de los comunistas y el resto de la oposición a la ETA durante el juicio de Burgos.Pero si el 1001,de todas formas,iba a movilizar a poca gente,la faena tampoco resultaría tan grave.
Mientras los simpatizantes de Comisiones Obreras aguardaban para entrar en la sala del juicio,Tribunal de las Salesas,a las 9.30 de la mañana,a cierta distancia,en la calle Claudio Coello,Carrero Blanco,su chófer y escolta eran asesinados en el coche en que viajaban,mediante una potente carga explosiva.Descartada pronto la hipótesis de un accidente,corrió por Madrid la noticia de que se trataba de un atentado.El juicio 1001 fue suspendido en medio de una terrible crispación.Los procesados temieron ser asesinados en represalia,hasta que el oficial de la policía bajó a los calabozos para tranquilizarlos.
Este atentado atípico ha originado infinidad de especulaciones,atribuyéndose su inspiración a la CIA o al soviético KGB,según preferencias;o estableciendo una vaga relación de causa a efecto entre la visita del Secretario de Estado,Henry Kissinger,al jefe del gobierno español,el día anterior,y el atentado:Washington,interesado en una evolución partidocrática en España,vería a Carrero como un obstáculo a suprimir.Por otra parte la CIA tenía viejos lazos con el PNV,al que había controlado ampliamente en el exilio,y al que había instruido ocasionalmente para formar grupos de acción.Por esa vía la CIA podría haber llegado a la ETA,nutrida de radicalizados elementos peneuvistas.Pero la hipótesis suena improbable.A USA le interesaba una evolución tranquila,y no jugar con golpes de efectos muy inseguros,capaces de provocar nuevas convulsiones en España.
Más probable parece un lazo con el KGB a través de los servicios secretos cubanos,con los que,así como con los argelinos,la ETA parece haber tenido siempre estrecha relación.A Moscú,al revés que a Washington,podía interesarle la desestabilización de España,y una acción de este tipo introducía precisamente una enorme dosis de incertidumbre sobre las consecuencias.Existe además el dato de la colaboración de algunos comunistas españoles con la partida que organizó el magnicidio.Desde luego éste perjudicaba al PCE,al echar a rodar toda la campaña en torno al juicio 1001,pero el KGB tenía seguramente agentes al margen de la dirección española del PCE.No obstante se trata de especulaciones.
El enorme esfuerzo dedicado por muchos comentaristas a lucubrar sobre la autoría o inspiración del atentado contrasta con la escasa reflexión consagrada a sus consecuencias reales,que suelen darse por predeterminadas.Se dice aún hoy que el magnicidio impidió el continuismo del régimen,y abrió las puertas a la transición democrática.
Esta interpretación se basa en tópicos elaborados por la propaganda,más que en hechos.En rigor el atentado demostró en primer lugar la impotencia casi absoluta de la oposición.La pretensión de la ETA de que Carrero era la clave que garantizaba la estabilidad y continuidad del sistema franquista,y de que sin él las tensiones en el Gobierno entre la Falange y el Opus Dei se intensificarían demuestran en qué grado la acción fue meramente provocadora.Las llamadas,toscamente,tensiones entre Falange y Opus Dei,(en realidad entre los continuistas y los evolucionistas o reformistas),podían haber desembocado,a causa del atentado,en una sangrienta involución,y eso era algo que ni la ETA ni el resto de los antifranquistas podían controlar de ningún modo.La primera reacción de la oposición fue el pánico.Los organizadores de la campaña por el 1001 anularon de inmediato las órdenes de movilización,y sus jefes significados se ocultaron para ponerse a salvo de una muy probable venganza.Muchos de ellos actuaban a la luz pública,pues el PCE llamaba a conquistar la legalidad,lo que,como pasaba con la reorganización de diversos partidos,implicaba contar con la tolerancia policial.
Y la venganza no estuvo lejos.El general Iniesta Cano,jefe de la Guardia Civil,mandó tomar las ciudades y usar las armas al menor conato de desorden.Parecía muy factible la salida represiva en una época de anuncios de fin de la bonanza económica y de graves sucesos internacionales,máxime bajo el impacto emocional del atentado.Sin embargo el sector evolucionista,representado por Torcuato Fernández Miranda,Vicepresidente del Gobierno y Secretario General del Movimiento,o partido único,garantizó la seguridad de los presos y anuló las órdenes de Iniesta.En ese trance la pugna entre continuidad y reforma quedó zanjada a favor de la reforma:el franquismo no iba a sobrevivir a Franco.Pero esta decisión no fue efecto del atentado,que estuvo a punto de provocar lo contrario,sino del propio impulso evolutivo del régimen,apoyado en las transformaciones sociales y económicas de los años 60,y en la creciente relación con las democracias.El propio Carrero Blanco marchaba en esa dirección,si bien con pies de plomo.Los reformistas comprobaron también la calma popular y la escasa operatividad de la oposición,señales ambas que rebatían los alarmados augurios de los continuistas.
Los procesados del 1001 recibieron condenas entre veinte y doce años,que al año siguiente serían rebajadas a seis y dos.
Resuelta la cuestión fundamental sobre el destino del régimen,en lo sucesivo todo dependería de cómo se produjera la reforma,en medio de una situación difícil.Extrañamente el encargado de formar nuevo gobierno no fue Fernández Miranda,sino Arias Navarro,precisamente el ministro de Gobernación,y por tanto responsable de la seguridad,entre otros,de Carrero Blanco.Y Arias simpatizaba con el continuismo más que con la reforma.Posiblemente la decisión respondió a presiones del entorno familiar de Franco,o bien de los ayudantes militares de un Franco ya muy debilitado física y anímicamente.Aun así,el 12 de febrero de 1974,Arias pronunció un sonado discurso abiertamente aperturista,aunque muy insuficiente a juicio de la oposición.En cuanto al heredero de Franco,el futuro rey Juan Carlos,parecía pensar ya en un tránsito lo más rápido posible hacia una democracia liberal,aunque de momento su influencia fuera escasa.
Pero a las dos semanas la Iglesia progresista daba un nuevo disgusto al gobierno,tensando las relaciones hasta el borde de la ruptura.El obispo de Bilbao,Añoveros,ordenó leer en sus parroquias una homilía de tintes sabinianos,en la que asemejaba la salvación católica a las concepciones nacionalistas sobre los vascos.La homilía fue además muy ampliamente difundida en fotocopias,dentro y fuera de España.Esto,sólo tres meses después del asesinato de Carrero Blanco,suponía una bofetada al gobierno,y una indirecta legitimación de la ETA,al modo como la practicaba el PNV:condena retórica del terrorismo,pero implícita justificación del mismo.El gobierno reaccionó con suma irritación,y trató de expulsar al obispo,pero el resto del episcopado hizo causa común con él.Tarancón tenía preparado un decreto excomulgando a la autoridad que intentase la expulsión.Tras unas semanas de negociaciones,con amplia repercusión propagandística,el gobierno cedió,y Añoveros permaneció en su puesto.
No obstante en marzo fueron ejecutados el anarquista Salvador Puig Antich y un hombre de obscuro origen,al parecer polaco,llamado Heinz Chez,acusados de sendos asesinatos.Puig,procedente de una familia nacionalista catalana,había evolucionado hacia el anarquismo e integrado uno de los muchos grupúsculos que por entonces realizaban atracos,hasta derivar en la muerte de un policía.El llamado Chez había matado a un guardia civil,sin intención política.Estas ejecuciones,en especial la de Puig,indicaban la resolución del régimen de marcar una línea clara en relación con el terrorismo.Otro límite era el comunismo.Al contrario que en el caso de los etarras,las condenas de Puig y Chez levantaron poca solidaridad en la oposición.
 

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Enviado lunes, 19 de diciembre, 2005 - 11:26 am:   Editar Mensaje Borrar Mensaje Ver Mensaje/Comprobar IP Imprimir Mensaje    Compartir Mover Mensaje (Sólo Moderador/Administrador) Prohibir IP de este Remitente (Sólo Moderador/Administrador)
España,plurinacional
LXXX.- Últimos años del franquismo (5)

Cinco meses después del magnicidio de Carrero Blanco otro acontecimiento externo,pero muy próximo,alteró las conciencias de la oposición:la llamada revolución de los claveles en Portugal.Se trató de un golpe militar que derribó a Caetano,sucesor de Oliveira Salazar.El detonante fue la guerra en las colonias africanas,que se arrastraba sin solución desde diez años atrás.Bastantes oficiales destacados en Angola y Mozambique para combatir la guerrilla adoptaron una ideología tercermundista y anticapitalista,similar a la de sus enemigos,y finalmente se sublevaron en la metrópoli el 25 de abril de 1974.Formaron un Consejo Revolucionario,régimen militar influido por los comunistas y las izquierdas radicales,que impuso numerosas nacionalizaciones y repartos de tierras en medio de una efervescencia social con muchos visos de abocar a una revolución verdadera.La presión exterior,la reconstrucción de fuerzas de derecha,y la creciente presencia del partido socialista terminarían impidiendo esta deriva,pero el desenlace iba a mantenerse muy dudoso hasta dos años después,cuando los militares moderados se hicieron con las riendas de la situación,después de incidentes y choques en cuarteles.
El movimiento portugués fue saludado con euforia por la oposición antifranquista,que vio en él realizadas sus aspiraciones para España.Hasta en el ejército español brotaron algunos conatos de rebeldía,a la larga inofensivos.Para el franquismo no constituyó un acicate,y la apertura quedó frenada tras la voz de alarma del ex ministro falangista José Antonio Girón,líder continuista.Pero fue un frenazo momentáneo,pues todos,dentro y fuera del régimen,maniobraban febrilmente con vistas a un cambio que casi nadie creía o quería evitar.
Durante el verano la salud de Franco empeoró muy seriamente.Hospitalizado,hubo de resignar sus poderes en Juan Carlos.Sin embargo se repuso pronto,y recuperó sus atribuciones en septiembre,para disgusto del príncipe y de muchos ministros.Pero el incidente revela hasta qué grado el régimen estaba unido a la personalidad de Franco,y cómo ésta seguía siendo determinante,pese a sus limitaciones físicas.
Por lo tanto las maniobras políticas se multiplicaron,dentro del régimen y en la oposición,creando una debilidad que aprovechó el monarca marroquí,Hasán II,para presionar sobre el Sahara español.En esta colonia actuaban unas guerrillas izquierdistas tuteladas por Argelia,el Frente Polisario,que atacaban a las tropas españolas.Si ese movimiento dominaba la zona Marruecos,único aliado importante de los EEUU en el norte de África,quedaría aislado y rodeado por la Argelia socialista y amiga de Moscú.Por consiguiente Washington respaldó el expansionismo marroquí,y de nuevo intervino directamente en la pérdida de colonias españolas.Por otra parte Marruecos,Argelia y Mauritania,aunque enfrentadas entre ellos,coincidían en que España desalojara la región cuanto antes.
Este problema perturbó algo los últimos meses del franquismo,junto con la efervescencia de una oposición que ya se manifestaba incontenible a través de la prensa,de asociaciones legales,de la Universidad y de una creciente violencia.El gobierno quiso encauzar a los descontentos mediante una Ley de Asociaciones,que no funcionó,a no ser para que muchas asociaciones fueran gérmenes de partidos.Y 1974 se despidió con un escándalo inmobiliario añadido a los anteriores de Matesa y de la evaporación de gran cantidad de aceite en la localidad gallega de Redondela.Los escándalos tocaban de un modo u otro a personajes del régimen,y la oposición los explotó a fondo.En Europa la hostilidad a Franco aumentaba ante su final previsto,aunque nadie,dentro ni fuera,se sintiese con bríos para acortarlo.
1974 vio pues la reorganización definitiva de la oposición.A la hospitalización de Franco respondió el PCE tratando de unificar el antifranquismo en una alianza,y el 30 de julio nació en París la Junta Democrática,en la que figuraron,además del PCE y Comisiones Obreras (CCOO),partidos como el PSP de Tierno Galván,el maoísta PTE (Partido del Trabajo de España),defensor de la lucha armada,el Partido Carlista,de pretensiones socialistas y autogestionarias,y personajes de significación,pero sin representatividad política,como Rafael Calvo Serer,miembro destacado del Opus Dei,o Antonio García Trevijano,ambicioso abogado que pensaba representar un papel parecido al de Alcalá-Zamora en 1930,ambos próximos a don Juan;o el intelectual progresista Vidal Beneyto.
Aunque pretendía un cambio en ruptura total con el régimen,el programa de la Junta era bastante moderado:libertades democráticas,legalidad de los partidos sin excepción,amnistía para todos los presos políticos,y reconocimiento,bajo la unidad del Estado español,de la personalidad política de los pueblos catalán,vasco y gallego,y de otras comunidades regionales que lo decidieran democráticamente.Más un referéndum sobre la monarquía.Todos creían en la necesidad y facilidad de expulsar en su momento a Juan Carlos,al que apodaban el Breve.De todos modos la Junta trataba de encontrar en el mismo régimen o sus aledaños a algún personaje que nos abriera la puerta desde dentro,y aunque pensaron en don Juan,sobre quien presionaron Calvo Serer y García Trevijano,quien,con el tiempo,se las abrió fue Suárez.
El PCE,precisamente por su larga experiencia de lucha,tenía mayor conciencia de la debilidad de la oposición y personajes aventureros,resueltos simplemente a explotar la coyuntura.Además a Carrillo le convenía ofrecer imagen de moderación,porque temía que las maniobras del postfranquismo le dejaran en la ilegalidad.Habría sido en verdad doloroso que los demás partidos,que nunca habían luchado realmente contra el régimen,sacaran todos los provechos a última hora.Le preocupaba en especial el PSOE,que rehusó integrarse en la Junta porque pensaba disputar el protagonismo a los comunistas,hasta dejarlos en la estacada si su legalización no resultaba aceptada finalmente.El gobierno español había exteriorizado actitudes francamente benévolas hacia el PSOE.
Para todos ellos la reasunción del poder por Franco,en el otoño,supuso una fuerte decepción.El Caudillo no podía durar ya mucho.Pero,¿cuánto?.
En octubre el PSOE celebró su XIII Congreso en Suresnes,cerca de París,con el patrocinio de la Internacional Socialista,especialmente de Mitterrand y de Craxi,aunque el apoyo material le llegaba fundamentalmente del SPD,el partido socialista alemán en el gobierno,liderado por Willi Brandt.La perspectiva de un no lejano acceso al poder espoleó crudas intrigas congresuales,y el grupo sevillano,de acuerdo con el vasco,desplazó definitivamente a los históricos del exterior.Tampoco faltaron querellas entre los del interior.El secretario general debía ser Nicolás Redondo,pero renunció,compitiendo por el poder Felipe González,Pablo Castellano y Enrique Múgica.Ganó González en circunstancias que Castellano y otros estimaron irregulares.Dos de los elegidos a la ejecutiva quisieron dimitir como protesta,pero Alfonso Guerra desconectó los micrófonos,impidiendo que sus explicaciones fuesen oídas.
El PSOE llegaba con un programa harto más avanzado que la Junta.También partidario de una ruptura democrática,hacía de las nacionalidades ibéricas la base del proceso constituyente,exigía el control democrático de la empresa pública y de la Seguridad Social,o la garantía de la sociedad como cobertura de las necesidades de los ciudadanos.Ideas de sonido radical,aunque lo bastante vagas como para ser interpretadas con mucha amplitud.González fundó su rechazo a la Junta Democrática en que esta alianza interclasista se hace desde una posición de derechas,burguesa,mientras que el PSOE aspiraba a una alianza con otros sectores,pero sin renunciar a un planteamiento de clase en la elaboración del acuerdo que tienda a la recuperación de la soberanía popular.Por consiguiente nos separan profundas diferencias,hoy por hoy,de la Junta Democrática.Lenguaje marxista clásico,de aire algo folclórico y oportunista.No por primera vez pretendía el PSOE situarse a la izquierda del PCE.
El PNV y el nacionalismo catalán siguieron llevando una vida mediocre,el PNV sin sobresalir en casi nada,y la Ezquerra fragmentada e integrada oscuramente en la Asamblea de Catalunya,que obtenía facilidades y auxilios económicos de grupos católicos y del de Pujol,sin por ello hacer sombra a un PSUC muy pro nacionalista,que suplía en cierto modo la debilidad del nacionalismo tradicional.
La manifestación clave de los nacionalismos en esta época siguió siendo la ETA,cuyo ejemplo inspiraba también a grupos nacionalistas catalanes,gallegos y canarios,aspirantes a imitarla,y despertaba admiración en todos ellos,incluso en los moderados.
 

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Enviado martes, 20 de diciembre, 2005 - 05:37 am:   Editar Mensaje Borrar Mensaje Ver Mensaje/Comprobar IP Imprimir Mensaje    Compartir Mover Mensaje (Sólo Moderador/Administrador) Prohibir IP de este Remitente (Sólo Moderador/Administrador)
España,plurinacional
LXXXI.- Últimos años del franquismo (6)

El asesinato de Carrero Blanco abrió dentro de la ETA una nueva crisis,pues todo hacía prever una evolución democrática y probablemente autonómica.Contra esa evolución convenía actuar de manera resuelta e inteligente,pues la única salida aceptable,revolucionaria,consistía en la plena separación de España para constituir un Estado socialista y de habla vascuence exclusiva.Un sector señalaba que en los años anteriores el pueblo vasco no ha conseguido crear un Ejército popular de liberación;el desarrollo de la estrategia aceptada en la V Asamblea no nos ha llevado a una situación de guerra popular de liberación,sino que,junto a la lucha del resto de los pueblos del Estado español,nos ha conducido a las puertas de un proceso democrático-burgués.Por lo tanto debía acabarse con la estrategia de la división en cuatro frentes.En adelante debía crearse un movimiento ciudadano amplio que explotase las ventajas de la legalidad para defender el ideario etarra,bajo control de la ETA,pero formalmente independiente de ella.La ETA,a su vez,abandonaría los frentes cultural,obrerista y político,que nunca habían funcionado bien,y habían causado mil fricciones internas,y se convertiría exclusivamente en una organización armada para marcar el camino a la sociedad vasca con sus atentados,libres de servidumbres legales.Pues sólo los atentados habían convertido a la organización en un factor de primer orden en la vida política española.
Otros temían que por esa vía serían otros partidos quienes terminarían aprovechando la situación,gracias al hechizamiento que habían de producir en la población las libertades democráticas y la autonomía.En estas circunstancias la lucha armada,en coordinación con la lucha de masas y su radicalización,tendría en un principio que agudizar las contradicciones para luego,sin dejar lo anterior,pasar a las acciones complementarias de las luchas de masas,y en una tercera fase ir construyendo un Ejército popular,que tomaría el poder después de la destrucción del Estado.Se mantendría,pues,la división en frentes con vistas a una insurrección final.
Las diferencias entre las dos líneas no parecen muy profundas,pero ocasionaron las clásicas y acerbas acusaciones mutuas de liquidacionismo y similares.Las dos tendencias mantendrían la actividad terrorista,(militar en su lenguaje),como vía prioritaria para avanzar hacia la Euskadi libre y socialista.Las disputas internas terminarían en escisión,dando lugar nuevamente a dos organizaciones,llamada la defensora de la primera postura ETA (m),militar,y la de la segunda ETA (p-m),político-militar,conocidas popularmente como los milis y los poli-milis.
La escisión formal se consumó poco después de uno de los más sonados crímenes de la organización:el 14 de septiembre una bomba en la cafetería Rolando,de Madrid,causó 14 muertos y varias decenas de heridos y mutilados.La carnicería entraba plenamente en la lógica de la ETA,y resultó muy inconveniente para ella desde el punto de vista publicitario,pues aspiraba a justificarla alegando que los muertos eran policías,cuando no hubo policías entre ellos.La oposición,siempre dispuesta a justificar el terrorismo etarra,achacó inmediatamente la matanza al gobierno.La acción,aseguraban muchos,tenía los rasgos típicos de una provocación fascista,aunque tal tipismo nunca se hubiera dado en España.La ETA estuvo a punto de reivindicarlo,acusando de inconsecuencia a los simpatizantes antifranquistas,pero lo pensó mejor y decidió unirse a ellos,culpando también de la matanza a los fascistas.Como ocurriera en el atentado contra Carrero Blanco,en la infraestructura de este atentado colaboraron miembros del PCE,quizá al margen de la dirección,especialmente Genoveva Forest y su marido,el dramaturgo Alfonso Sastre.
En noviembre de 1974 comenzó su andadura el partido nacionalista Convergencia Democrática de Catalunya,liderado por Jordi Pujol,un partido nacionalista de derecha,pero no tan heredero del de Cambó como pudiera presumirse.Tendría un gran futuro,pese a la casi nula presencia de sus militantes en la lucha antifranquista.
El año 1975 resultó aún más movido.La primavera registró un importante éxito político de la Junta Democrática,al ser recibida a principios de marzo por la Comisión y el Parlamento europeos,lo que le otorgaba cierta legalidad ante el futuro político español.Carrillo quiso que Tierno Galván diera una rueda de prensa en Madrid,y se hiciera encarcelar,porque toda Europa le apoyaría.Recordaba lo que había significado el encarcelamiento de Alcalá-Zamora,Maura y otros miembros del Comité republicano en 1930 para remover a todo el país.Pero Tierno rehusó,quizá porque no tenía tanta fe en que el país se removiera.
Este éxito de la Junta tuvo un efecto en parte contraproducente para ella,pues alarmó a la socialdemocracia y a la democracia cristiana europeas,reacias a la hegemonía de un PCE tan lleno de iniciativas.Desconfianza aumentada por los sucesos de Portugal,inmerso aún en una situación harto caótica de evolución muy obscura,con un potente partido comunista empeñado en avanzar hacia su revolución,aparte de la proliferación de grupos maoístas no desdeñables.El PCE exhibía una política,llamada eurocomunismo,muy distinta de la de su correligionario luso,pero una larga experiencia histórica de disfraces y tácticas comunistas abonaba todos los recelos.
Por ello las internacionales democristiana y socialdemócrata redoblaron su apoyo al PSOE,como alternativa a la Junta del PCE.Y en junio de 1975 nacía la Plataforma de Convergencia Democrática,capitaneada por Felipe González,en la que entrarían el grupo democristiano de Ruiz Giménez,antiguo ministro de Franco y promotor del acercamiento al marxismo desde su revista Cuaderno para el diálogo;la Unión Socialdemócrata del antiguo falangista evolucionado hacia la izquierda,Dionisio Ridruejo;dos grupos maoístas partidarios,aunque no practicantes por el momento,de la lucha armada:la Organización Revolucionaria de los Trabajadores (ORT),procedente de asociaciones católicas,y el Movimiento Comunista de España (MCE),salido años antes de la ETA;y otras siglas y personajes en mezcla no menos variada y contradictoria que la Junta Democrática o la Asamblea de Catalunya.
Pues la Asamblea de Catalunya había optado por no integrarse en la Junta ni en la Plataforma,pero colaborar con las dos.Lo que convenía a los comunistas,pues así podían conocer las decisiones de la Plataforma.No les vino tan bien la pretensión del PNV de hacer lo mismo,y este partido hubo de elegir la Plataforma una vez la Junta le exigió definirse.La Plataforma venía mejor al PNV,no sólo por su imagen más moderada,y sus apoyos exteriores más amplios,sino porque los socialistas,sus socios en el gobierno vasco,habían aceptado,en septiembre de 1974,una declaración según la cual en 1936 el PSOE y los republicanos habían formado con el PNV y el ANV un Frente Nacional vasco,dirigido por el lehendakari Aguirre para luchar con las armas contra la rebelión.Esa versión,alejada de la realidad histórica,entrañaba la aceptación por los socialistas y republicanos de las tesis peneuvistas,no reconocidas por ellos en 1936,y con olvido de la permanente traición practicada por el PNV en el imaginario Frente Nacional.Y el PSOE aparecía mucho más favorable a los nacionalismos que el PCE.
Tanto la Junta como la Plataforma oscilaban entre sus radicalismos rupturistas y la conveniencia de transmitir al poder un mensaje de moderación.Mientras se fundaba la Plataforma,la Junta redobló sus esfuerzos para obtener reconocimiento internacional,y sobresaltaba a los gobiernos europeos y de EEUU con el anuncio de un supuesto golpe de Estado militar,previsto para impedir el establecimiento de la democracia en España.
La primera mitad de 1975 fue también la de la primavera de Praga.Dentro del régimen los impulsos evolucionistas chocaban con la inquietud ante la inaceptable evolución del vecino Portugal,y el llamado bunker argumentaba con aparente solidez para imponer al gobierno Arias constantes frenazos en la apertura.Quien entendió mejor la urgencia de tomar la iniciativa,si no querían terminar todos desbordados,fue Fraga Iribarne,político gallego procedente de la Falange y que en 1966,desde su cargo de ministro de Información y Turismo,había abolido la censura previa en la prensa y ampliado notablemente la libertad de expresión.Fraga,a la sazón embajador en Londres,propuso a principios de 1975 un plan de reforma democrática con admisión de los partidos,excepto el PCE y los terroristas.Franco no le dio el visto bueno,y el plan quedó aparcado.
Todo esto ocurría en medio de una considerable agitación laboral y estudiantil.Y en marzo fue elegido Tarancón presidente de la Conferencia episcopal,lo que no auguraba una mejora en las relaciones entre la Iglesia y el régimen.Sin embargo hubo en la Iglesia cierta marcha atrás con respecto a los años anteriores.Fue suspendida una asamblea cristiana promovida por el obispo Iniesta,de rasgos demasiado identificables con el marxismo,y el episcopado emitió un documento sobre la reconciliación,llamando a superar las viejas discordias,que parecían estar resucitando.El documento tuvo escaso impacto en la prensa,quizá por su tono poco estridente.La Iglesia iba a constatar pronto que sus radicalismos y sus ayudas a los partidos antifranquistas,en muchos casos decisivas,no le habían ganado gratitud alguna entre los beneficiados.
 

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Enviado miércoles, 21 de diciembre, 2005 - 06:16 am:   Editar Mensaje Borrar Mensaje Ver Mensaje/Comprobar IP Imprimir Mensaje    Compartir Mover Mensaje (Sólo Moderador/Administrador) Prohibir IP de este Remitente (Sólo Moderador/Administrador)
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LXXXII.- Últimos años del franquismo (7)

También en el ejército surgían atisbos de división,pues se formó la Unión Militar Democrática (UMD),de muy poca incidencia.Y a mediados de junio don Juan,acuciado por la impresión de derrumbe del régimen,y por la actividad de la oposición,tomó a su vez una actitud rupturista similar a la de 1945,que implicaba la descalificación de Juan Carlos.Este nuevo cambio de talante tendría tan escaso éxito como el de treinta años atrás,pero irritó a un Franco ya muy próximo a la muerte.
Aquellos fueron meses de intensísimas intrigas y maniobras tanto en el franquismo como en la oposición,con el 98 % del pueblo español impasible.Pero al comenzar el verano pasó de nuevo a primer plano el terrorismo.A partir de marzo la ETA emprendió una escalada de asesinatos individuales mediante su método tradicional,el disparo por la espalda.Así mató hasta el mes de agosto a nueve personas,policías en su mayor parte,más algunos taxistas,un conductor de autobús,etc.El ejemplo,en medio del enrarecido clima político,animó a otros grupos terroristas a pasar a la acción.Desde finales de los 60 se multiplicaron en España las organizaciones propensas a la lucha armada,maoístas,anarquistas o nacionalistas catalanes o gallegos.Unas y otras habían realizado atracos y atentados menores,pero entonces tres de ellas dieron el paso decisivo:la UPG gallega,el FRAP y el PCE(r),ambos de ideología maoísta.El segundo,sobre todo,contribuyó al recalentamiento político de aquel verano asesinando a varios policías.
El régimen volvió a endurecer las leyes,y restringió la información de la prensa,buena parte de la cual hacía sin mucho disimulo el caldo gordo a los terroristas.Y a finales de julio y principios de agosto la policía logró desarticular las principales organizaciones del FRAP y la ETA,dando la impresión de dejarlas fuera de combate.Entonces entró en acción el PCE(r),matando a un guardia civil e hiriendo a otro.Nuevas y espectaculares detenciones en septiembre contra la ETA (p-m),causándola algunos muertos cuando preparaba grandes atentados,dejaron a la organización fuera de combate por el momento.Los tribunales militares juzgaron a los detenidos,pronunciando once penas de muerte contra miembros del FRAP y de la ETA.
Enseguida se extendió,dentro y fuera de España,un formidable movimiento de solidaridad,similar al del juicio de Burgos cinco años antes.La unidad inalcanzada por la Junta o la Plataforma volvió a forjarse en la acción a favor de los terroristas,presentados como luchadores antifascistas y patriotas.Numerosos gobiernos extranjeros,intelectuales de izquierda,obispos,y el mismo Papa Pablo VI,pidieron clemencia a Franco.La presión interna y externa llegó a tal grado que casi todos dieron por conmutadas las penas,a semejanza de lo ocurrido en 1970.
Por desgracia la petición creó una impresión coactiva,al producirse en un clima de manifestaciones violentas y alegatos que hacían recaer toda la culpabilidad moral y política sobre el régimen,no sobre los terroristas,cuyas víctimas quedaban encima olvidadas y despreciadas.Además,a los ojos del gobierno español,el anterior perdón de las sentencias de Burgos no había servido para apaciguar la violencia,sino al contrario;y así fue y era.Estas consideraciones pesaron pues más que otras,y cinco de las sentencias,tres para miembros del FRAP y dos de la ETA,fueron ejecutadas a finales de septiembre.
Al instante se desataron por Europa las protestas y disturbios,con manifestaciones de redoblada violencia,retirada de embajadores,boicots comerciales,asaltos a locales y embajadas españoles,etc.La embajada en Lisboa sufrió saqueo e incendio,no acudiendo la policía hasta el final de la agresión.El gobierno holandés y el sueco de Olof Palme, -que moriría años después en un atentado-, discretos ante otras dictaduras,multiplicaron sus actos de condena al franquismo y de apoyo a los luchadores antifascistas españoles.La ejecución de terroristas reales o supuestos,o de simples disidentes,no era un hecho inhabitual en el planeta,pero sólo en relación al régimen de Franco despertaba tales oleadas de pasión.
En España,no obstante,los llamamientos a huelgas y manifestaciones encontraron poca acogida.Por eso,y con la idea de que,si no se replicaba con la mayor energía,el fascismo se saldría con la suya y amedrentaría a la sociedad durante años,el PCE(r) asesinó en represalia,el 1 de octubre,a cuatro policías en Madrid.Esa acción entraría en el nombre de la organización armada creada por dicho partido más tarde,el GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre).
El ferviente apoyo a los terroristas por parte de los demás nacionalistas y de toda la izquierda,muy a menudo en combinación con movimientos internacionales,no deja de constituir una tradición en España desde finales del siglo XIX.Pues España es probablemente el país europeo donde el terrorismo ha jugado un papel político más decisivo,siendo una de las causas fundamentales del hundimiento de la Restauración.La misma reanudación de la guerra civil va marcada por el asesinato de Calvo Sotelo.Y ahora parecía volver a ocurrir.
La oposición al franquismo reivindicaba la democracia y se justificaba en ella,pero el 98 % del pueblo (demos) era franquista,o no se oponía a Franco;y en muchos aspectos representaba un serio peligro para la convivencia.Resucitaba los fantasmas del pasado,respaldaba abierta o disimuladamente a la ETA,esperando beneficios políticos de sus acciones,asumía las doctrinas nacionalistas y volvía a la negación de España,tan acusada en los tiempos de entreguerras.La misma palabra España,substituida por Estado español,se hizo casi un tabú en esos medios.Sus principales fuerzas profesaban el marxismo,radicalmente antidemocrático.Su antifranquismo visceral colisionaba,en principio,con una masa del pueblo no descontenta con el régimen,como evidenciaba el fracaso reiterado a los llamamientos a rebelarse contra él.Además,aquella oposición se componía de grupos faltos de raíces en la población,de ideologías muy variadas,cuando no enemigas entre sí,que sólo reconocían la democracia como un medio para terminar superándola,como hizo el PSOE en 1931.Si el régimen se derrumbaba y ella tomaba el poder,no era difícil imaginar una nueva época de sacudidas en España.
A mediados de octubre Franco volvió a sentirse enfermo,y pronto entró en una prolongada y dolorosa agonía,aprovechada por el rey Hasán II de Maruecos para adueñarse de la colonia española del Sahara,con evidente apoyo de los EEUU.España perdía los últimos restos de su imperio colonial,pero de manera incruenta,y al revés que en 1898,el suceso fue acogido casi con alivio.La ONU había dictaminado que la población saharaui debía decidir en referéndum su futuro político,y Franco pensaba cumplir ese mandato.Pero España sólo contaba con enemigos en la zona,y las presiones internacionales llevaron al nuevo Jefe del Estado,Juan Carlos,a doblegarse y permitir la invasión marroquí,instrumentada como una marcha verde de masas exteriormente desarmadas,y encabezadas por el rey de Marruecos.
Franco falleció el 20 de noviembre,casualmente en el aniversario de la muerte de José Antonio Primo de Rivera,y también del líder anarquista Durruti,treinta y nueve años antes.Fue enterrado en el Valle de los Caídos,el gran monumento,presidido por una cruz visible a mucha distancia,y sobre los restos de combatientes de los dos bandos,que él ordenó edificar como recuerdo de su victoria sobre la revolución,y como emblema de reconciliación nacional,que no ha sido aceptado por la izquierda.
Sin duda Franco ha sido el personaje político español más destacado del siglo XX,pero no por méritos personales,sino por el cargo que ocupó durante tanto tiempo;como revelan las pasiones que su figura sigue levantando a treinta años de su muerte,y setenta del principio de la guerra civil,en 1934,cuando defendió la legalidad republicana frente al asalto de las izquierdas.
Desde luego el franquismo fue una larga dictadura,pero no todas las dictaduras tienen el mismo carácter.Si hacemos un balance global,Franco libró a España de una revolución comunista,y por tanto más totalitaria y antieconómica;también la libró de un proceso de disgregación,evitó su entrada en la II Guerra Mundial y presidió la época más prolongada de paz y prosperidad que había vivido España desde principios del siglo XIX.A su muerte España estaba más cerca del grupo de países opulentos de Europa,y sólo muy recientemente han vuelto a recuperarse los niveles de convergencia de 1975.Dejó,pues,un país no sólo próspero y con escasa delincuencia,sino también muy mayoritariamente moderado en sus actitudes políticas.Todo lo cual aseguraría un paso poco traumático a la que llaman democracia.Hasta su muerte,Franco siguió convencido de que el sistema de partidos sólo podía resultar nefasto para España,y si los partidos actuales funcionan mejor que funcionaron en la II República española,se debe a que la mayoría de los españoles actuales al régimen de partidos no lo llamamos democracia,sino partidocracia.
La mayor decepción y el mayor daño para él provinieron de la postura final de un sector de la Iglesia,que se hizo dirigente en ella.Franco estaba convencido de haber salvado a la Iglesia, por tanto le desazonó una Iglesia marxista,simiente y protectora de etarras;pues es indiscutible su acendrado catolicismo.

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