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Luis_carlos
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Username: Luis_carlos
Mensaje Número: 765
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Votos: 0 (Votar!) | | Enviado sábado, 09 de abril, 2011 - 01:28 pm: | 
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| Queridos hermanos, la paz del Eterno, y que sean colmados de toda bendición.
Hoy ponemos a su consideración un tema más que como siempre les digo sea para nuestra mutua edificación.
El nombre de nuestro siguiente tema es:
La mente.
Lectura Efesios 4:23.
“Renovaos en el espíritu de vuestra mente”.
¿Qué es la mente?
Definición de mente:
La mente es el nombre más común del fenómeno emergente que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad, y otras habilidades cognitivas.
¿Qué significa renovar?
Renovar significa:
Hacer como nuevo [una cosa] o volverla a su primer estado.
Ahora bien ¿El tener conocimientos o ser intelectuales basta para que gocemos del favor de Dios? ¡NO!
El conocimiento o la erudición por sí misma no renuevan la mente para que alguien acepte hacer la voluntad de Dios.
La Palabra de Dios dice en Isaías 29:14:
“He aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos”.
Y en Romanos 12:2-3, dice:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.
¿Por qué en este versículo dice “en el espíritu”?
Esto lo podemos contestar con otra pregunta:
¿Podemos renovar nuestra mente sin el poder del Espíritu Santo?
Definitivamente ¡NO!
Necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo, es así que podremos renovar nuestra mente para adquirir un entendimiento y sabiduría verdadera.
La Palabra de Dios dice en Proverbios 20:27:
“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón”.
Y en 1 Corintios 2:11-13, dice:
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”.
En 1 Corintios 12:7-9, podemos leer:
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”.
Como seres imperfectos vendidos al pecado nuestra mente se inclina al mal [Yester Hara].
La Palabra de Dios dice en Génesis 6:5:
“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.
En el Salmo 14:1, dice:
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien”.
En las seis cosas que Dios aborrece, encontramos que Él odia el “corazón que maquina intrigas perversas...” [Proverbios 6:18
]
Es evidente que el corazón del hombre está estrechamente ligado con su mente. Yeshúa dijo:
“Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre…” Mateo 15:19-20.
Como ya vimos, la mente del hombre se inclina hacia el mal, esto en la Palabra de Dios se denomina “Tener una mente carnal”.
La Palabra de Dios dice en Colosenses 1:21:
“Vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras…”.
Es por esta razón que como cristianos se nos exhorta a que: “Nos renovemos en el Espíritu de nuestra mente”.
Ahora bien, debemos de saber que esto no será nada fácil, pues hay dos leyes que se oponen entre sí, la “Ley de Dios”, y “la ley del pecado”.
El apóstol Pablo nos habla de esta batalla tremenda que libramos en nuestro interior, dice:
“Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” Romanos 7:14-23.
Y en Gálatas 5:16-17, dice:
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”.
Sin embargo, está batalla la podemos ganar.
¿Cómo?
El Apóstol Pablo nos da la respuesta al decir:
“¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro…”
Solo Jesucristo nos puede librar de la ley del pecado y por ende de la muerte eterna.
La Palabra de Dios dice en Romanos 8:5-17:
“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
¡Cuán hermosa Señor es tu Palabra y como todo mi ser se deleite en Ella!
¡Señor me haces temblar en Tú Palabra!
Por lo tanto queridos hermanos “ya no andemos como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, sino renovémonos en el espíritu de nuestra mente”.
La Palabra de Dios dice en Filipenses 4:8:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Y en Romanos 14:18, dice: Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres”.
¡Me sigo gozando en la Palabra de Dios!
¡Bendiciones a todos!
Shalom.
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Eloisa
Miembro Nuevo
Username: Eloisa
Mensaje Número: 6
Registrado: 04-2011
Calificación: N/A
Votos: 0 (Votar!) | | Enviado martes, 24 de mayo, 2011 - 10:13 am: |
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| APRECIABLE LUIS CARLO BENDICIONES DESEANDOLE QUE ESTE MUY BIEN DE SALUD.
COMO SIEMPRE SUS ARTICULOS MUY ACERTADOS EN VERDAD HAN SIDO DE MUCHA BENDICION PARA NOSOTROS.
NOS HEMOS DADO CUENTA QUE YA NO HA COLOCADO NUEVOS ARTICULOS EN EL FORO LE AGRADECERIAMOS MUCHO NOS SIGA COMPARTIENDO NUEVOS TEMAS.
NO ME DESPIDO DE USTED SIN ANTES DESEARLE QUE DIOS CUMPLA LAS PETICIONES DE SU CORAZON.
MI ESPOSO LE ENVIA SALIDOS.
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Luis_carlos
Miembro Adicto
Username: Luis_carlos
Mensaje Número: 792
Registrado: 05-2010
Calificación: N/A
Votos: 0 (Votar!) | | Enviado martes, 24 de mayo, 2011 - 04:14 pm: |
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| La Paz del Eterno Hermana.
Le pido una disculpa pero es que he estado en examenes y por el momento no he tenido tiempo de exponer nuevos temas.
Le prometo que en breve pondre un nuevo tema.
Le deseo toda bendición de lo alto para toda su familia, saludos a su esposo.
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