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Luis_carlos
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Username: Luis_carlos
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Votos: 0 (Votar!) | | Enviado viernes, 08 de abril, 2011 - 11:25 am: | 
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| Un saludo cordial a todos, esperando que el Eterno y Poderoso Dios, los come de todo don perfecto, y te toda bendición.
Una vez más ponemos a su disposición y consideración un tema nuevo que espero que nos sea para la edificación mutua, y nuestro crecimiento espiritual.
El nombre de este tema es:
¿Qué clase de árbol somos?
Lectura: Mateo 15:13.
Yeshúa dijo: “Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será arrancada de raíz”.
Estás palabras de nuestro Señor Jesucristo son muy drásticas, sin embargo, nos revelan una gran verdad. “Sera arrancada de raíz”.
¿Comprendemos el alcance de estas palabras?
No obstante, la planta que sea plantada por Dios no será conmovida, pondrán venir catástrofes como tormentas, calores extremos, fríos inviernos, podrá ser doblada pero jamás será cortada o desarraigada.
Estoy plenamente convencido de que cada uno de nosotros tiene un propósito y misión aquí en la tierra. La Palabra de Dios dice en el Salmo 1:1-4:
“¡Bendecido es el hombre que no ha caminado en el consejo de los perversos, y no ha estado en camino de pecadores ni se ha sentado con los escarnecedores! Su delicia está en la Toráh de YAHWEH en Su Toráh medita día y noche. Es como árbol plantado junto a corrientes de agua, da su fruto en temporada, sus hojas nunca marchitan, todo lo que hace prospera. No así el perverso, no así; es como paja que arrebata el viento, y dispersa en la faz del mundo”.
Dios cumplirá en Su tiempo el propósito que tiene para cada uno de nosotros. Recordemos que somos plantío de Jehová, Él tiene pleno derecho sobre nosotros y Él nos plantará donde solo Él sabe que daremos fruto.
En Isaías 61:3, podemos leer:
“…Y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”.
Cuando se dice: “Para gloria suya” entendemos que hemos sido plantados para llevar fruto, para la honra y gloria de Dios, y no solo esto, que ese fruto demostrara que en verdad somos discípulos de Yeshúa, o sea que damos fruto por medio de Él.
Yeshúa dijo:
“Así es como mi Padre es glorificado, en que ustedes estén dando mucho fruto; así es como probarán que son mis talmidim”.
Y en 1 Corintios 6:20, dice: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Como dije: Dios nos plantará donde Él sabe que daremos fruto. La palabra de Dios dice en Isaías 55:10-11:
“Porque así como la lluvia y la nieve caen del cielo y no regresan allá, sino que saturan la tierra, causándola que brote y produzca, dando zera al que siembra y pan al que come; así es mi palabra que sale de mi boca, no regresará para mí incumplida; sino cumplirá lo que Yo he resuelto, y cumplirá aquello para lo que la envié”.
Al ser árboles que son plantados por Dios tienen la bendición de crecer y llevar mucho fruto por medio de Yeshúa.
Yeshúa dijo:
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5.
Y agregó:
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”. Juan 15:16.
En Filipenses 1:9-11, podemos leer: “Y ésta es mi oración: que su amor pueda desbordarse más y más en pleno conocimiento y profundidad de discernimiento, para que puedan determinar lo que es mejor, a fin de que sean puros y sin culpa para el Día del Mashíaj, llenos de frutos de justicia que vienen por medio de Yahshúa Ha Mashíaj, para la gloria y alabanza de YAHWEH”.
Dios siempre nos dará esa fuente de agua que aún en el desierto más árido nos hará crecer y dar fruto.
La Palabra de Dios dice en Isaías 41:18-20:
“Yo abriré ríos en colinas áridas y pozos en los valles extensos. Yo convertiré el desierto en un lago y el campo seco en manantiales. Plantaré el desierto con cedros, acacias, arrayanes y olivos; en el Aravah pondré cipreses junto con olmos y alerces." Entonces el pueblo verá y conocerá, juntos observarán y entenderán que la mano de YAHWEH ha hecho estas obras, y que el HaKadosh de Yisra'el lo ha expuesto”.
En Isaías 43:19-20, dice:
“Contemplen, estoy haciendo algo nuevo; está brotando – ¿No lo puedes ver? Estoy haciendo una carretera en el desierto, ríos en tierra seca”.
Y en Zacarías 14:8, esta escrito:
“Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno”.
¡Qué Hermosas Palabras!
Esa fuente de agua viva es nuestro Señor Jesucristo.
Yeshúa dijo a una mujer samaritana:
“Si conocieras el don de YAHWEH, esto es, quién es el que te está diciendo, 'dame un poco de agua,' entonces, le hubieras pedido; y Él te hubiera dado agua viva” Juan 4:10.
Y agregó: “¡Todos los que beben de esta agua tendrán sed de nuevo; pero el que beba del agua que Yo le doy de beber, nunca estará sediento otra vez! ¡Por el contrario, el agua que Yo le doy se convertirá en una fuente de agua dentro de él, agua que brota saltando para vida eterna! Juan 4:13-14.
El Espíritu Santo igualmente es una fuente de agua, donde podemos saciar nuestra sed, y poder crecer y dar frutos.
Yeshúa dijo, del Espíritu Santo:
“¡Todo el que pone su confianza en mí, como dice el Tanaj, ríos de agua viva fluirán de lo más profundo de su ser!Juan 14:38.
“Esto dijo del Ruaj HaKodesh que habrían de recibir más adelante los que confiaran en El…” Juan 7:39.
La Palabra de Dios tambien es esa fuente de agua que nos refezca, alimenta y nos hace crecer para dar frutos. La Palabra de Dios dice en Efesios 5:26:
"Para santificarla [La Iglesia], habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra".
¿Hacia dónde nos llevará Dios? No sabemos.
¿Cómo lo hará? Tampoco lo sabemos.
Sin embargo, Él tiene un plan bueno y perfecto para cada uno de nosotros.
El Salmo 1:3 Apunta a una Gran verdad dentro del Campo de Dios y es que aquel que Busca, Profundiza, y Obedece la Palabra de Dios es en esta vida un árbol plantado, para dar y llevar frutos para la Honra y Gloria de Dios.
Aquel que es un árbol plantado por Dios da continuamente frutos buenos, no malos ni podridos, estamos hablando del Fruto del Espíritu. La Palabra de Dios dice en Gálatas 5:22-23:
“Pero el fruto del Ruaj es amor, alegría, Shalom, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, dominio propio. Nada en la Toráh está en contra de estas cosas”.
Dios desea que estemos bien plantados en Su Palabra y que le obedezcamos.
Sin embargo, Él desea tratar personalmente con cada uno de nosotros para que seamos árboles que demos: Fruto, Descanso, y Paz a aquellos que nos rodean.
Así que, como cristianos tenemos la obligación de llevar mucho fruto para Dios y honrarlo en todo tiempo y lugar.
¡Y tú! ¿Qué clase de árbol eres?
¡Que Dios los colme de toda bendición!
Shalom.
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