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Autor Mensaje   Luis_carlos Miembro Adicto Username: Luis_carlos Mensaje Número: 751 Registrado: 05-2010 Calificación: N/A Votos: 0 (Votar!) Enviado lunes, 04 de abril, 2011 - 11:17 am:       Compartir la Paz del Eterno. Espero que esta semana que recien termino haya sido de mucha bendición para todos. Hoy ponemos a su consideración un tema nuevo que tiene que ver con la bendiciones de Dios, y como siempré digo espero que este pequeño estudio nos sirva para la edificación mutua. El nombre de nuestro siguiente tema es: ¿Quieres alcanzar la bendición de Dios? Lectura Deuteronomio 28:1-2. “Si escuchas atentamente a lo que YAHWEH tu Elohim dice, observando y obedeciendo todos sus mitzvot que yo te estoy dando hoy, YAHWEH tu Elohim te levantará por sobre todas las naciones de la tierra; y todas las siguientes bendiciones serán tuyas en abundancia – si tú haces lo que YAHWEH tu Elohim dice” Deuteronomio 28:1-2. Cuando llego a su fin el tiempo durante el cual el pueblo de Israel vago por el desierto, estos se hallaban acampando en las llanuras de Moab, con la Tierra Prometida frente a ellos. Si el pueblo de Israel “escuchaba atentamente voz de YAHWEH”, es decir, le obedecía, los “alcanzarían” las bendiciones. Dios ama a Su pueblo Israel, pues es de “su exclusiva posesión”, y deseaba mostrar Su poder en favor de ellos. Pero si no le escuchaban, lo que los alcanzaría serían las maldiciones (Ver Deuteronomio 8:10-14; 26:18; 28:2, 15). La expresión “Si escuchas” en Deuteronomio 28:2 nos expone una acción continua. El pueblo de Israel no debía limitarse a escucharle de cuando en cuando; tenía que hacerlo en todo momento, solo así alcanzarían las bendiciones de Dios. Tenemos el gran ejemplo de Josué decidió escuchar la voz de Dios, y por ello recibió muchas bendiciones. Él Dijo al pueblo: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Josué 24:14-15. Y el pueblo respondió: “Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová…”. Josué 24:16. Entonces Josué advirtió al pueblo: “Si dejareis a Jehová…, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien”. Josué 24:20. Debido a su comportamiento delante de Dios Josué fue uno de los pocos de aquella generación que tuvo el privilegio de entrar en la Tierra Prometida. Así mismo, hoy nos encontramos ante el umbral de una Tierra Prometida infinitamente mejor, un lugar celestial donde habrá bendiciones mucho más maravillosas que las del tiempo de Josué. Estas magnificas bendiciones esperan a aquellos que hacen la voluntad de Dios. ¿Nos alcanzarán a nosotros? Así será si escuchamos y observamos (cumplimos) la voz de Dios (Su voluntad).La Palabra de Dios es muy clara cuando dice: “Si escuchas atentamente a lo que YAHWEH tu Elohim dice”. Las bendiciones son el resultado de la obediencia a la voluntad de Dios registrada en Su Palabra y las maldiciones son el resultado de las desobediencias de no hacer la voluntad de Dios. Primero encontramos una bendición personal. La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:3: “Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo”. Luego viene una bendición familiar. Esta es la segunda prioridad para Dios, nuestra familia.La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:4a “Bendito el fruto de tu vientre”. En tercer lugar viene la bendición sobre el trabajo.La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:4b “Bendito el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas”. La comida viene en cuarto lugar. La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:5 “Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar”. Enseguida viene una bendición muy importante, que se refiere tanto a nuestra vida cotidiana como a nuestra vida espiritual. Dios nos promete estar con nosotros en el mundo, y si enfrentamos la muerte por cualquier causa que sea y salimos de este mundo seremos benditos con la vida eterna por medio de Jesucristo, si atendemos la voz del Padre.La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:6 “Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir”. Las bendiciones por nuestra obediencia a Dios incluyen la victoria sobre nuestros enemigos. La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:7 “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”. La bendición de Dios estará con nosotros en todo lo que emprendamos si es que atendemos la voz de Dios.La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:8: “Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da”. La mayor bendición es estar cerca de Dios.La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:9 “Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos”. Nosotros los gentiles que hemos aceptado el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo hemos sido injertados en la raíz (Israel), por lo tanto debemos impactar a otros y vean que Dios está con nosotros. (Ver Romanos 11:15-17) (Ver Efesios 2:12-16) La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:10 “Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán”. La única manera de vencer sobre nuestro adversario Satanás y estar en una posición superior a las potestades de las tinieblas, es sometiéndonos a Dios en humildad y obedecer sus mandamientos.La Palabra de Dios dice en Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Y en primera de Pedro 5:6-10, dice: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. No habrá una prosperidad verdadera y perdurable sin obediencia. Y no habrá victoria sobre nuestros enemigos si no nos sometemos a Dios y le obedecemos. La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:13 “Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas”. Aquí está escrita la palabra hoy. Si tu no cumples hoy con la voluntad de Dios y lo dejas para mañana, no estás haciendo la voluntad del Padre. Los mandatos de Dios son para cumplirlos hoy, no mañana, Ahora es el momento de obedecer. Si no obedeces hoy, no lo harás mañana. ¡No te dejes sorprender! La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 28:14 “Si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra…”. Dios actúa en y con nosotros hoy, y nosotros tenemos que relacionarnos con Él hoy, no mañana, sino ahora mismo. Arreglemos hoy nuestra relación con Dios y no dejemos las cosas para el mañana. ¿Qué seguridad tenemos si seguimos atendiendo a la voz de Dios? Si demostramos nuestro amor a Dios y cumplimos Su voluntad gozaremos de grandes riquezas espirituales. Aunque esto conlleve soportar duras pruebas, la bendición de Dios sin duda nos alcanzará, de la forma más extraordinaria que podemos imaginarnos.La Palabra de Dios dice: “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón” Salmo 37:4. Sin lugar a dudas recibiremos muchas bendiciones si sabemos escuchar y somos obedientes al Todopoderoso, “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre…” Hebreos 6:10. ¡Que Dios os bendiga con toda bendición!

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