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Joaquinauthier
Miembro Nuevo Username: Joaquinauthier
Mensaje Número: 1 Registrado: 01-2008
Calificación: N/A Votos: 0 (Votar!) | Enviado lunes, 28 de enero, 2008 - 09:44 am: |
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| Lo invitamos a participar de una charla gratuita de 40 minutos en el Seminario de Bienes Raíces Sin Anticipo dictado en Buenos Aires por el autor norteamericano Robert Shinn, autor de los libros “La Biblia del Vendedor Exitoso; Técnicas de venta y negociación”, “Lenguaje Corporal 007” y “Sin Anticipo; Cómo comprar bienes raíces en América Latina sin usar tu propio dinero”. Visítenos en: www.usaseminarios.com Buscando tu primera propiedad (Cometer tu primer error) No hay otro lugar tan dulce como el hogar. Pensalo. El hogar es donde vivís momentos importantes con tus seres queridos: la Navidad, fiestas de cumpleaños, los fines de semana, ver a tus hijos jugar en el patio o en el jardín. Imaginate estar recostado en tu hamaca o trabajando en tu jardín por la tarde. ¿No te parece fabuloso? Años atrás, eso implicaba ser dueño de una casa. Ahora, ya no. Las cosas han cambiado. La vida es un poco más complicada. Algunos de los avances que han ocurrido incluyen a niños con teléfonos celulares, agua embotellada, pagos del automóvil y tazas de café que cuestan $ 2. Estés donde estés, ya sea en Estados Unidos, Latinoamérica o en cualquier otro rincón del mundo, los precios han subido, mientras los salarios han permanecido más o menos estables. Una casa promedio en un país en vías de desarrollo, dependiendo de la ciudad en que esté ubicada, puede tener un valor desde $ 15.000 hasta $ 250.000. En los países más desarrollados, se puede gastar hasta diez veces más. Al tomar en cuenta los impuestos sobre la propiedad, los seguros, el mantenimiento y los pagos de hipotecas, además de los riesgos relacionados con un mercado de bienes raíces variable y a veces inestable, se vuelve obvio que convertirte en dueño de una casa, puede costar más que optar por alquilar. Lo esencial es saber usar el sentido común. Hacé los cálculos para averiguar las comparaciones de costos entre alquilar y ser dueño. Por todo el mundo, las familias sufren porque se tomó una mala decisión en el momento de escoger entre alquilar o ser dueño. El mercado económico siempre está cambiando. Lo que tenía sentido para tus padres cuando ellos eran jóvenes, tiene poca relevancia en los tiempos en que actualmente vivimos. Hoy en día son comunes las familias que dependen económicamente tanto del esposo como de la esposa. Muchas de estas familias trabajadoras sufren del estrés y el dolor de tener que pagar hipotecas e impuestos a la propiedad demasiado altos. El sentido común no formó parte de sus decisiones de compra. Compraron casas en lugares donde, hablando de economía, tenía más sentido alquilar. Estas personas son esclavas de sus hipotecas. No tienen tiempo para gozar de sus casas o estar con sus familias, ya que están demasiado ocupados trabajando para sostener la carga de sus deudas y sus gastos. Para ellos, ser dueño de una casa representa una carga pesada que se lleva todos los días del año. En la otra cara de la moneda, están las personas a las que llamo esclavas del alquiler. Viven en lugares donde cuesta menos ser un propietario que alquilar. Se pasan toda la vida pagando las hipotecas de otras personas. En fin, sufren las consecuencias de una vida de inversión de capital echada a perder. Explorando las posibilidades La cacería de bienes raíces puede ser divertida y educativa. Como ser un detective en busca de pistas. Descubrir posibles clientes es la clave para tener éxito en el momento de comprar bienes raíces sin anticipo alguno. Hay que adoptar el hábito cotidiano de salir a llamar a las puertas y tocar timbre. Para mantener una actitud positiva durante tu búsqueda, habrá que entender cómo funcionan los juegos de números. Esto se ilustra mejor con una observación que hice desde la ventana del segundo piso de mi casa, donde vivía en Latinoamérica. En la calle de abajo, había una mujer que llamaba a las puertas del vecindario con el propósito de vender tortillas. Vendía los paquetes por $ 10 (pesos) cado uno. Desde mi punto de vista, pude ver que ella tenía que llamar a 10 puertas antes de vender 1 paquete de tortillas. Esto significaba que tenía una relación de ventas de 10 por 1. En otras palabras, la venta de un paquete de tortillas por $ 10 (pesos) era igual a 9 no-ventas. Cada venta que hacía, o cada “sí” que recibía, tenía un valor de $ 10 (pesos). Por lo tanto, cada no (o no-venta) tenía un valor de $ 1 (peso). Necesitás adoptar la actitud de que “no” es bueno. Primero, calculá el número de casas que necesites ver. En otras palabras, el número de “negaciones (nos)” para poder hacer tu primera compra. Esto va a darte la actitud positiva necesaria para hacer que la búsqueda sea divertida. Aprendé cuáles son tus propios índices de venta, y luego empezá a llamar a las puertas y a tocar timbre para hacerte rico. Deberás hacer ofertas constantemente. El próximo paso es aprender a hacer que esas ofertas sean exitosas y no corran el más mínimo riesgo. En la próxima sección, veremos los pasos necesarios que van a permitirte transformar un contacto en una compra exitosa y lucrativa. Para volverte una persona de éxito, hay que hablar con las personas indicadas. Por eso, el primer paso es la calificación del cliente. Evaluá a tus vendedores para averiguar si hay alguna posibilidad de que ellos vayan a venderte. Hay que conocer al vendedor. Y hacerle preguntas: ¿Por qué la vende? ¿Por cuánto tiempo ha sido dueño de la propiedad? ¿Tiene deudas sobre la propiedad? Hacerle preguntas ayuda a saber qué debés tener en consideración antes de proponerle tu oferta. Asegurate de hablar con la persona que toma las decisiones. No te sirve hablar con el esposo, si es la esposa la que toma las decisiones en la familia. Tu objetivo es identificar los problemas del vendedor, y llegar a una solución creativa que resuelva esos problemas sin hacer uso del dinero. Deberás establecer contactos de manera profesional. Siempre estar bien presentable y poner mucha atención en tu aspecto personal. Un vendedor que no es flexible hoy, puede serlo mañana. Mantené una lista de todos tus contactos y verificá con ellos el estado de venta de su propiedad de manera frecuente. Así, serás siempre consciente de situaciones cambiantes.
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