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Hectorgiron
Miembro Junior Username: Hectorgiron
Mensaje Número: 10 Registrado: 01-2007
Calificación: N/A Votos: 0 (Votar!) | Enviado lunes, 17 de setiembre, 2007 - 09:32 pm: |
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| Resulta que el día 14 de septiembre, en Guatemala un día muy alegre, porque la gente sale a correr en carreras de relevos para llevar en una antorcha el fuego simbólico de la Libertad (el 15 de septiembre es el día de la Independencia en Guatemala), es una fiesta de colores, ruidos, civismo y patriotismo como pocas veces se ve. Y aunque casi siempre implica atrasos en la circulación por la carretera, pues, hay que aguantarlo con estoicismo: solo una vez al año se celebra la independencia. Pero, siempre hay peros, hay una tradición que ha degenerado en delincuencia y agresiones: cuando yo era un niño, e incluso antes según lo que me cuentan mis padres, al paso de las caravanas la gente le soltaba un poco de agua a los corredores para que se refrescaran, se usaba un cubo, una cubeta, un contenedor de boca ancha que permitiera poner el agua en un arco abierto para que le cayera a la caravana encima refrescándole de la cabeza hacía abajo. Se hace de esa manera para que en realidad lo que se logre es refrescar al corredor y no perjudicarle. Sin embargo, seguramente tomándolo como una excusa para ser abusivo, mal educado, inculto y descortés, la nuevas generaciones han interpretado la costumbre como que la única intención era mojar a la gente y lo convirtieron en un acto de cobarde agresión: llenar bolsas plásticas con agua (de la mas sucia y desagradable que encuentran) y con ella agredir a los corredores. No contentos con eso este año ya no fueron objeto de dicha agresión únicamente los corredores, sino que ahora cualquier vehí motorizado que se les pusiera enfrente a estos cafres fue motivo de agresión. El resultado: que se vuelve una bartahola en la que corredores y espectadores se enfrentan con agua sucia e 'impotable', personas inocentes mojadas y lastimadas, e incluso altercados y agresiones físicas debido a que viadantes que nada tenían que ver terminan mojadas y alteradas. Da tristeza ver que en muchas caravanas o muy cerca de ellas había agentes de la policía cuidando el buen llevar del paso de las caravanas por las carreteras de Guatemala y al ver lo ocurrido simplemente 'volteén la vista hacía otro lado' y se hagan de la vista gorda, pareciera que no es su trabajo que esté país se lleve en paz y de acuerdo a las leyes, solo falto (por lo menos yo no ví que ocurriera), que un policía tomara también una bolsa de agua y la arrojara sobre alguna persona. De verdad me sentí muy triste, molesto, sin mencionar que estaba mojado de una sustancia lodosa que dificilmente puede llamarse agua, a pesar que yo no iba con ninguna caravana sino en un bus del transporte público. Pero mas tristeza, bueno, tristeza no, mas cólera me dió cuando un policía ante mis increpaciones para tratar de hacerle cumplir la ley me contesto con un gesto obsceno y se mantuvo tan impasible como si el delito no fuera fraglante y su trabajo no fuera combatirlo.
Héctor H. Girón. R.
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